
Jara vs. Kast: Dos visiones opuestas se enfrentarán en el balotaje presidencial del 14 de diciembre
Ambos candidatos comparten trayectorias distintas. Mientras Jara forjó su carrera desde el movimiento social y sindical, Kast lo hizo desde la política institucional conservadora. Ella apela a la cercanía y al diálogo; él, a la firmeza y la confrontación.
Chile definió este domingo a los dos candidatos que disputarán la presidencia en segunda vuelta: Jeannette Jara, representante del oficialismo y militante comunista, y José Antonio Kast, líder del Partido Republicano y rostro de la ultraderecha. Ambos encarnan propuestas diametralmente opuestas sobre el rol del Estado, la economía, los derechos sociales y el modelo de desarrollo para el país.
La elección del 14 de diciembre será algo más que una definición presidencial: se trata de un verdadero plebiscito entre dos modelos de sociedad. Por un lado, Jara propone ampliar derechos, reforzar el Estado y continuar el legado del gobierno de Gabriel Boric. Por el otro, Kast ofrece mano dura, recorte del gasto público y una ofensiva conservadora en temas sociales y migratorios.
Jeannette Jara: De Conchalí al Palacio de La Moneda
Hija de un mecánico industrial y una dueña de casa, Jeannette Jara (51) creció en el sector norte de Santiago y comenzó a trabajar como temporera a los trece años. Se tituló en Derecho y Administración Pública, fue dirigenta estudiantil y luego sindical, para luego incorporarse al aparato estatal como subsecretaria de Previsión Social durante el segundo gobierno de Michelle Bachelet.
Desde 2022 ejerce como ministra del Trabajo de Gabriel Boric, donde fue clave en dos reformas emblemáticas: la ley de las 40 horas laborales y la mejora del sistema de pensiones. Su estilo político ha sido descrito como dialogante, práctico y cercano a la ciudadanía. Su candidatura emergió como solución de consenso dentro de una izquierda que no logró instalar a sus primeras cartas, y que apuesta a la figura de Jara para retener La Moneda.
Entre sus principales propuestas están la implementación de un “sueldo vital” de 750.000 pesos, la construcción de 360.000 viviendas, una sala cuna universal gratuita y el fortalecimiento del rol del Estado en sectores estratégicos como el litio y el cobre. Además, ha comprometido su apoyo a la legalización del aborto hasta las 14 semanas de gestación.
Pese a sus credenciales, la candidata ha debido lidiar con tensiones internas en su propio partido. Ha tomado distancia de las dirigencias más tradicionales del PC, marcando diferencias con el presidente de la colectividad y criticando la falta de democracia en Cuba, un giro relevante en su discurso público.
José Antonio Kast: El giro autoritario de la derecha
Con 59 años, José Antonio Kast llega a su tercera carrera presidencial como el principal referente de la derecha más conservadora. Exmilitante de la UDI, fue diputado durante 16 años y en 2016 fundó el Partido Republicano. En 2021 sorprendió al superar a Sebastián Sichel y avanzar al balotaje con Gabriel Boric, aunque perdió esa elección.
Hijo de un exsoldado nazi que emigró a Chile en 1945, Kast se ha posicionado como el principal vocero del orden, la seguridad y el combate a la migración irregular. Promete un ajuste fiscal de 6.000 millones de dólares, endurecer las penas contra el crimen organizado, construir cárceles especiales para extranjeros y hacer de la migración irregular un delito penal.
En materia económica, propone reducir la participación del Estado, fomentar la inversión privada en educación, salud y vivienda, y terminar con programas que considere ineficientes. También propone eliminar el impuesto de contribuciones a las viviendas y flexibilizar las condiciones laborales para impulsar el empleo.
Su discurso ha calado hondo en sectores desencantados con la política tradicional y golpeados por la inseguridad. Kast ha sabido capitalizar el auge conservador que recorre el continente y se presenta como la “verdadera derecha”, en contraposición a los sectores moderados que acusa de haber fracasado.
Choque de visiones
La elección de diciembre pondrá en disputa no solo dos candidaturas, sino dos formas de entender el país: Jara representa una visión progresista, con énfasis en derechos sociales y justicia económica; Kast, en cambio, aboga por un orden basado en autoridad, seguridad y libre mercado.
Ambos candidatos comparten trayectorias distintas. Mientras Jara forjó su carrera desde el movimiento social y sindical, Kast lo hizo desde la política institucional conservadora. Ella apela a la cercanía y al diálogo; él, a la firmeza y la confrontación.
En lo inmediato, ambos tendrán que disputar el voto de quienes respaldaron a Franco Parisi, la gran sorpresa de la jornada, que quedó en tercer lugar y arrastró un importante caudal electoral desde las regiones del norte del país.
La recta final de esta carrera ya comenzó, y el próximo 14 de diciembre los chilenos decidirán qué camino seguir: continuidad o cambio radical.
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