Astrónomos del mundo alertan que megaproyecto de AES amenaza los cielos prístinos de Paranal

Un grupo de científicos —incluyendo premios Nobel, presidentes de academias científicas y líderes de la astronomía mundial— emplaza al Gobierno chileno a detener o reubicar el proyecto industrial que AES planea instalar a pocos kilómetros del Observatorio Paranal. Según ellos, la iniciativa podría destruir uno de los últimos cielos oscuros del planeta y comprometer investigaciones esenciales para la ciencia global.

Un grupo de 30 astrónomos de renombre mundial, incluidos el Premio Nobel de Física Reinhard Genzel, el expresidente de la Unión Astronómica Internacional Willy Benz y la presidenta de la Academia de Ciencias de Francia Françoise Combes, publicó una carta abierta al Gobierno de Chile advirtiendo que un megaproyecto industrial que la empresa estadounidense AES planea desarrollar en el desierto de Atacama constituye una amenaza directa para los cielos oscuros que permiten operar al Observatorio Paranal, uno de los centros astronómicos más avanzados del planeta.

La misiva, difundida en el sitio del Observatorio Europeo Austral (ESO), expresa una “profunda preocupación” por el complejo energético, que abarcaría más de 3.000 hectáreas y estaría emplazado a solo unos pocos kilómetros de los telescopios de Paranal.

“El proyecto, tal como está concebido actualmente, representa una amenaza inminente para instalaciones astronómicas de clase mundial que dependen de uno de los últimos cielos oscuros prístinos de la Tierra”, señalan los firmantes dirigidos al presidente Gabriel Boric.

Un riesgo global: 35% más de contaminación lumínica

Los astrónomos citaron un análisis técnico realizado por ESO a comienzos de este año, según el cual la construcción y operación del complejo de AES provocaría un incremento de hasta un 35% en la contaminación lumínica sobre Cerro Paranal, incluso considerando medidas de mitigación.

Este fenómeno —explican— afectaría desde la observación óptica y de infrarrojo cercano hasta la interferometría, comprometiendo datos que son utilizados por más de 20 países miembros de ESO y por investigadores de todo el mundo.

Además, enumeraron otros riesgos científicos:

  • Microvibraciones generadas por maquinaria industrial, capaces de afectar interferometría y telescopios de gran apertura.
  • Aumento de turbulencia atmosférica producto del movimiento de aire caliente en infraestructura de gran escala.
  • Ruido electromagnético que interfiere con detectores ultra sensibles.

“El daño se extendería más allá de Chile, afectando la capacidad global para estudiar la formación de planetas, la materia oscura, la física estelar y el universo primitivo”, advierten.

Paranal: un laboratorio irremplazable

El Observatorio Paranal, administrado por ESO junto al Estado chileno, es considerado el corazón de la astronomía moderna. Allí operan:

  • Very Large Telescope (VLT), uno de los sistemas ópticos más avanzados del planeta.
  • Very Large Telescope Interferometer (VLTI), capaz de combinar luz de múltiples telescopios para obtener imágenes sin precedentes.
  • Extremely Large Telescope (ELT), actualmente en construcción, que será el telescopio óptico más grande del mundo.
  • Cherenkov Telescope Array South, el observatorio más importante para astronomía de altas energías.

Chile alberga más del 70% de la infraestructura astronómica global, en gran parte porque Atacama posee los cielos más oscuros, secos y estables del mundo, una cualidad extremadamente vulnerable al desarrollo industrial desregulado.

Tensión creciente con proyectos energéticos

La instalación de complejos solares, plantas industriales y carreteras en la macrozona norte ha generado preocupación creciente en la comunidad astronómica internacional.

En 2024, ESO ya había advertido sobre proyectos que incumplían normas de iluminación protectoras. El caso de AES es considerado por los expertos como “el más grave hasta ahora”, por su escala y la distancia mínima a Paranal.

Según fuentes del sector, el proyecto incluiría:

  • Amplias áreas de paneles reflectantes
  • Torres e infraestructura iluminada
  • Caminos de servicio
  • Maquinaria en funcionamiento continuo

Todos ellos potenciales emisores de luz artificial, vibración y turbulencia térmica.


Expectación en la comunidad científica y presión internacional

Entre los firmantes destacan también:

  • Michel Mayor, Premio Nobel de Física por el descubrimiento del primer exoplaneta
  • John Kormendy, figura central en el estudio de agujeros negros
  • Ewine van Dishoeck, referente mundial en astroquímica

La participación de nombres de este calibre —raramente involucrados en polémicas públicas— refleja la gravedad con que la comunidad científica evalúa el proyecto.

El llamado a La Moneda

Los astrónomos piden al Gobierno de Chile revisar, detener o reubicar el proyecto de AES, privilegiando el resguardo del cielo oscuro, que definen como un patrimonio científico global y un compromiso histórico de Chile desde la Ley de Protección de los Cielos de 1998.

“Chile ha sido un líder mundial en la protección del cielo nocturno. Esperamos que ese compromiso se mantenga”, concluye la carta.

Hasta el cierre de esta edición, ni el Ministerio de Medio Ambiente ni el Ministerio de Ciencia habían emitido declaraciones públicas.

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El Periodista