Exalcalde Gonzalo Montoya rompe el silencio tras brutal secuestro del Tren de Aragua: “Sobreviví para contarlo”

El exjefe comunal de Macul entregó un crudo testimonio al medio digital Reportea cinco meses después de haber sido secuestrado, torturado y extorsionado por una célula del Tren de Aragua. Desmiente vínculos con delitos, acusa graves filtraciones a la prensa y apunta a falencias del Estado frente al crimen organizado.

Cinco meses después de haber sido secuestrado por más de 50 horas por una célula del Tren de Aragua, el exalcalde de Macul, Gonzalo Montoya, rompió su silencio en una extensa entrevista con el medio Reportea, donde relató con crudeza las torturas sufridas, la extorsión contra su familia, las falsas acusaciones que circularon en su contra y el impacto psicológico que aún arrastra.

Montoya fue secuestrado entre el 26 y el 29 de junio de 2025, luego de acudir a una cita pactada a través de una aplicación de encuentros. Desde entonces, su vida cambió por completo. Hoy luce más delgado, con visibles marcas de quemaduras de cigarrillos en sus brazos y bajo tratamiento psiquiátrico por estrés postraumático.

“Con una pistola en la cabeza, golpeado permanentemente y con amenazas de dañar a mis hijos y a mi familia, uno hace y dice lo que le piden”, afirmó, al referirse a los audios difundidos durante su cautiverio, donde bajo tortura fue obligado a declarar falsamente que existían videos suyos con menores de edad.

“Nunca he estado vinculado a delitos”

Montoya fue enfático en desmentir todas las acusaciones que circularon durante y después de su secuestro, incluyendo supuestos vínculos con redes de abuso sexual y crimen organizado.

“Quiero dejar absolutamente claro que no estaba ni estoy metido en ningún acto ilícito. No conocía a mis secuestradores ni tenía idea de que algo así podía ocurrirme”, sostuvo.

Según su relato, los secuestradores utilizaron montajes, amenazas de muerte, simulacros de fusilamiento, quemaduras, golpes, ahorcamiento y tortura psicológica para obligarlo a incriminarse ante su familia y contactos.

El exalcalde relató que fue interceptado en el centro de Santiago tras acudir a una cita con una mujer de nacionalidad venezolana. Dos sujetos armados subieron a su vehículo y lo trasladaron a una casa en la comuna de Renca, un inmueble sin ventanas, de muros de concreto y con aspecto de búnker.

“Allí me amarraron, me golpearon, me quemaron con cigarrillos, me hicieron simulacros de disparos en la boca con la pistola y me negaron agua y comida”, relató.

Intentó escapar durante un descuido de los captores, pero fue brutalmente reducido y vuelto a inmovilizar con huinchas plásticas en todo el cuerpo.

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Extorsión y rescate

Los secuestradores exigieron inicialmente US$50.000 por su liberación. Finalmente, según Montoya, se pagaron cerca de US$4.600 en efectivo, más $1,4 millones en transferencias, además del robo de especies desde su departamento.

También confirmó que hubo solicitudes de pago en bitcoin, aunque ninguna se concretó.

“Creo que me liberaron porque me convertí en un problema para ellos cuando supieron que yo era un personaje público. Algunos querían matarme, otros cortarme los dedos y otros querían cobrar $150 millones”, sostuvo.

Hasta ahora, la Fiscalía ha logrado la detención de cinco involucrados, en Chile y en el extranjero. Todos pertenecerían al grupo criminal “Los Mapaches”, una facción del Tren de Aragua.

Montoya valoró especialmente el trabajo de la Brigada Antisecuestro de la PDI, asegurando que su actuar fue clave para salvarle la vida.

Su principal crítica apunta a la filtración de parte de su declaración al canal Mega, lo que, a su juicio, puso nuevamente en riesgo su seguridad y la de su familia.

“Esto pudo terminar en una ejecución”

Uno de los momentos más extremos ocurrió durante su traslado a la liberación, cuando fue mantenido tres horas dentro del maletero de un vehículo, con calefacción encendida y completamente inmovilizado.

“Mi cuerpo estaba acalambrado, al límite de la tolerancia. Si me movía, me golpeaban”, relató.

Desde su experiencia como víctima y exautoridad, Montoya planteó duras críticas al Estado y exigió cambios estructurales.

“El foco debe estar en los flujos de dinero de estas bandas. Abrir el secreto bancario, decomisar bienes y avanzar hacia penas de presidio perpetuo calificado. Estos delincuentes no respetan nada”, afirmó.

También criticó la debilidad de los programas de apoyo a víctimas de secuestro, señalando que muchas familias quedan completamente abandonadas tras estos hechos.

Denuncias contra la actual administración de Macul

Montoya respondió además a las acusaciones de la actual administración municipal, desmintiendo irregularidades y acusándolos de intentar desprestigiar su gestión.

“La actual administración busca destruir políticamente mi gestión para desviar la atención de sus propias irregularidades, incluyendo licencias médicas, despidos masivos y eventuales sobresueldos”, afirmó.

También negó categóricamente haber realizado fiestas en dependencias municipales y anunció que prepara querellas por injurias y calumnias.

Su futuro político

Sobre su futuro, Montoya indicó que hoy está enfocado en su recuperación física y psicológica, aunque no descarta seguir colaborando desde el mundo social y político.

“No le deseo a nadie lo que viví. Esto visibilizó un fenómeno que lleva años en Chile y que no ha sido enfrentado con la seriedad que merece”, cerró.

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El Periodista