Palma chilena obtiene la máxima protección internacional por parte de la Convención CITES

Fue incorporada al Apéndice I durante la CoP20 en Uzbekistán, fortaleciendo los esfuerzos de conservación de esta emblemática y amenazada especie del bosque nativo chileno.

La palma chilena (Jubaea chilensis), especie endémica de la zona central y considerada la palma más austral del mundo, fue incorporada oficialmente al Apéndice I de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), la categoría de mayor protección a nivel mundial. La resolución fue adoptada la 20° Conferencia de las Partes (CoP20), realizada en Samarcanda, Uzbekistán.

La inclusión en este nivel implica que el comercio internacional de ejemplares, plantas, semillas y derivados de la palma chilena queda estrictamente restringido. Se trata de un avance decisivo para la conservación de una especie cuya población ha disminuido drásticamente debido a la intervención humana y factores ambientales, subsistiendo hoy mayoritariamente en áreas protegidas.

La propuesta fue presentada por Chile gracias al trabajo coordinado entre CONAF, como Autoridad Administrativa, e INFOR, como Autoridad Científica CITES.

La ministra de Agricultura, Ignacia Fernández, destacó el alcance de esta decisión: “Estamos muy contentos por el trabajo que hemos impulsado como país y como ministerio para proteger una de las especies más emblemáticas de nuestro bosque nativo: la palma chilena. Este es un hito muy relevante, porque esta especie es única en nuestro territorio y sus poblaciones han disminuido de forma importante con el tiempo. De hecho, gran parte de sus ejemplares se encuentra hoy dentro de áreas protegidas debido a presiones humanas y factores naturales que amenazan su conservación”.

Asimismo, subrayó el rol de los organismos del sector: “Este logro refleja el esfuerzo conjunto y nuestro compromiso con la protección de nuestras especies nativas, que son un patrimonio natural para todo Chile”.

Por su parte, la directora ejecutiva del Instituto Forestal (INFOR), Sandra Gacitúa, valoró el trabajo científico que sustenta la resolución adoptada por CITES. “La incorporación de la palma chilena al Apéndice I es un reconocimiento internacional a la urgencia de proteger una especie única de nuestro patrimonio natural. Como INFOR, hemos trabajado durante años en la investigación científica que fundamenta esta decisión, y hoy vemos los frutos de ese esfuerzo”, señaló.

Agregó que “esta medida fortalecerá la conservación, reducirá las amenazas asociadas al comercio ilegal y permitirá impulsar estrategias de manejo y restauración basadas en evidencia científica”.

A su vez, el director ejecutivo de CONAF, Rodrigo Illesca, subrayó el significado de este hito para la gestión del bosque nativo chileno: “Esta decisión confirma que la comunidad internacional reconoce la gravedad de las amenazas que enfrenta la palma chilena y respalda el trabajo que Chile ha realizado para protegerla. Para CONAF, como Autoridad Administrativa, este paso permitirá reforzar nuestras capacidades de fiscalización, control y educación, asegurando que esta especie pueda recuperarse y mantenerse para las futuras generaciones”.

Desde Uzbekistán, donde integra la delegación chilena, la encargada de CITES en INFOR, Marlene González, quien hizo la intervención a nombre de Chile y el Ministerio de Agricultura en la CoP20, enfatizó el impacto de la resolución en las políticas nacionales de conservación. “Este es un avance contundente para asegurar la supervivencia de la palma chilena. Su inclusión en el Apéndice I no sólo visibiliza su estado de amenaza, sino que también refuerza el compromiso de Chile con el uso sostenible, la legalidad y la trazabilidad en el comercio internacional de especies silvestres”, afirmó.

Asimismo, destacó la importancia de la presencia técnica de Chile en la CoP20: “La participación nacional en esta conferencia permite posicionar nuestra experiencia científica y fortalecer la cooperación internacional en materia de biodiversidad”.

La delegación chilena en Samarcanda está compuesta, además, por representantes de Cancillería, Sernapesca, Carabineros de Chile, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) y el académico Juan Carlos Ortiz, de la Universidad de Concepción. Junto a INFOR y CONAF, el grupo ha contribuido a visibilizar la urgencia de robustecer las herramientas de protección del bosque nativo y avanzar en estrategias de conservación efectivas.

La decisión adoptada en la CoP20 marca un paso fundamental para la protección global de la palma chilena, símbolo del paisaje de la zona central y parte esencial del patrimonio ecológico del país.

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El Periodista