Sarkozy lanza libro desde su paso por prisión y denuncia duras condiciones

El expresidente de Francia, Nicolas Sarkozy, presentó este miércoles su nuevo libro “Diario de un recluso”, donde denuncia las condiciones que enfrentó durante las tres semanas que permaneció en prisión antes de obtener la libertad supervisada el pasado mes de noviembre, tras ser condenado a cinco años de cárcel por corrupción.

La publicación aparece exactamente un mes después de que un tribunal autorizara su salida de la cárcel con restricciones, entre ellas no abandonar el país ni mantener contacto con otras personas implicadas en la causa, incluido el ministro de Justicia, Gérald Darmanin. En el libro y en una entrevista concedida al diario Le Figaro, Sarkozy afirma que sufrió aislamiento, encierro de hasta 23 horas diarias y condiciones materiales precarias.

“La prisión es muy dura. El proceso judicial está hecho para debilitarte, para que el acusado se sienta culpable, aunque no lo sea”, sostuvo el exmandatario.

Sarkozy relató que escribía diariamente con bolígrafo sobre una pequeña mesa de contrachapado, entregando sus páginas a sus abogados, quienes luego las hacían llegar a su secretaria para ser transcritas. Tras su liberación, completó el manuscrito en los días siguientes.

También explicó que, luego de terminar el texto, se lo entregó a su esposa, Carla Bruni, y a su equipo legal, quienes sugirieron eliminar algunos pasajes.

“Quitamos ciertos retratos demasiado críticos. Cuando ya no hubo objeciones, decidí publicarlo cuanto antes”, explicó.

En el plano más personal, Sarkozy afirmó que su alimentación durante el encierro se limitaba principalmente a lácteos, zumo de manzana, barras de cereales y dulces, y lamentó profundamente la imposibilidad de ver el exterior.

“Habría dado cualquier cosa por poder mirar por la ventana y ver pasar los coches”, confesó.

El ex jefe de Estado ingresó a prisión el 21 de octubre, asegurando entonces ser víctima de un “escándalo judicial” que, según él, ha “humillado” a Francia. Sarkozy se convirtió así en el primer expresidente francés en cumplir una pena de prisión efectiva, aunque siempre ha negado los cargos y ha denunciado una persecución política a través de los tribunales.