
UNESCO reconoce a Circo de Tradición Familiar como Patrimonio Cultural Inmaterial
La candidatura fue impulsada activamente por las propias comunidades circenses, quienes participaron en todas las etapas del proceso.
El Comité del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO aprobó la inscripción del Circo de Tradición Familiar en Chile en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Así, reconoce más de dos siglos de historia, creatividad y transmisión intergeneracional de saberes vinculados a las artes circenses. La decisión fue adoptada durante la vigésima sesión del Comité, celebrada en Nueva Delhi, India.
La manifestación cultural inscrita comprende “un modo de vida que combina conocimientos, prácticas, rituales y habilidades artísticas transmitidas de generación en generación”.
El hecho reconoce el aporte social del circo, un espacio históricamente inclusivo que acoge diversidades, promueve la solidaridad y realiza funciones benéficas en situaciones de emergencia. La tradición circense no solo democratiza el acceso a la cultura, sino que actúa como un vehículo de diálogo, resiliencia y cohesión social en cada territorio donde se instala.
El Circo de Tradición Familiar en Chile se caracteriza por la coexistencia de múltiples roles —acróbatas, payasos, funambulistas, malabaristas, magos, maestros de ceremonia, entre otros— ejercidos a lo largo de la vida y sin distinción de género. También integra rituales propios como bautizos, debuts, funerales y romerías, que refuerzan la cohesión comunitaria y el sentido de pertenencia a la gran familia circense chilena.
“Este reconocimiento celebra la fuerza creativa y el legado vivo del circo chileno, una tradición que ha sabido mantenerse unida, reinventarse y seguir transmitiéndose con pasión por más de 200 años”, señaló Esther Kuisch Laroche, directora de la Oficina Regional de la UNESCO en Santiago. “Su inscripción honra a las familias circenses y al aporte invaluable que realizan al tejido cultural y social del país”, aseveró.
La candidatura fue impulsada activamente por las propias comunidades circenses, quienes participaron en todas las etapas del proceso y han liderado históricamente iniciativas de salvaguardia, asociatividad y reconocimiento legal de su profesión. Su compromiso colectivo constituye un ejemplo destacado de participación comunitaria en la preservación del patrimonio vivo, y de un compromiso del Estado de Chile con la puesta en valor de su patrimonio cultural inmaterial en su diversidad.
La decisión del Comité también reconoce las medidas de salvaguardia desarrolladas por el Estado chileno, que incluyen marcos normativos, programas de fortalecimiento, acciones de documentación, iniciativas educativas y actividades de valoración pública como el Día Nacional del Circo.
Con esta inscripción, el Circo de Tradición Familiar en Chile se convierte en un referente del patrimonio vivo en América Latina, y sus cultores contarán también con una comunidad de prácticas y herramientas que facilitan la salvaguardia de estas expresiones culturales para las presentes y futuras generaciones.
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