
Unión Española e Iquique exigen anular sus descensos y acusan a la ANFP de vulnerar su propio reglamento
Los clubes presentaron una carta conjunta al directorio que encabeza Pablo Milad para que se apliquen las normas reglamentarias que fijan el descenso por promedio de tres años y no por la tabla anual 2025. En Quilín responden que los nuevos estatutos y las bases aprobadas por unanimidad están por sobre el reglamento.
Unión Española y Deportes Iquique decidieron jugar su última carta fuera de la cancha. Este jueves, justo antes del inicio del Consejo de Presidentes de la ANFP, ambas instituciones ingresaron una carta conjunta en la sede de Quilín en la que solicitan la anulación de sus descensos a Primera B para la temporada 2026.
El documento, al que tuvo acceso la prensa, está firmado por Jorge Fistonic, vicepresidente de los “Dragones Celestes”, y Sabino Aguad, gerente deportivo del cuadro hispano, y va dirigido al directorio que preside Pablo Milad. En la misiva, los clubes sostienen que existe una contradicción entre el Reglamento de la ANFP y las Bases del Campeonato de Primera División 2025, y que, por jerarquía normativa, debe primar el primero.
“Solicitamos que el Directorio de la ANFP cumpla con su obligación de velar por la aplicación del Reglamento de la Corporación en la determinación de los descensos de Primera División a Primera B en la Temporada 2025”, comienza el texto.
Según Unión Española e Iquique, el Reglamento General establece que el descenso debe definirse por el promedio de los últimos tres años, mientras que las Bases del Torneo 2025 fijan que perderán la categoría los equipos que terminen 15° y 16° en la tabla anual.
Reglamento versus Bases: el corazón del conflicto
En su carta, los clubes recuerdan que el propio ordenamiento de la ANFP reconoce la supremacía del Reglamento sobre las Bases.
“La aplicación jerárquica del Reglamento sobre las Bases se ratifica expresamente por el artículo 4° de los Estatutos de la ANFP (…) y por el Reglamento de ANFP en sus artículos 90 y 91”, citan.
Luego, detallan el artículo reglamentario que, a su juicio, debería regir para definir los descensos:
“El número de clubes de Primera División será de veinte (20) y el de Primera B de doce (12). Anualmente descenderán dos clubes de Primera División a Primera B, y ascenderán dos clubes de Primera B a Primera División (…) Finalizada una temporada se determinará el promedio de puntos obtenidos por todos los equipos en los campeonatos disputados en los tres años inmediatamente anteriores, descendiendo aquellos dos cuyos promedios de puntos fueran los menores”.
Bajo esa fórmula, Unión Española e Iquique señalan que los equipos que deberían descender en 2025 son Deportes La Serena, con un promedio de 0,9 puntos, y Deportes Limache, con 1,03, mientras que Unión La Calera aparece más arriba (1,11), seguida por Unión Española (1,16) y Deportes Iquique (1,20).
El artículo 91 del Reglamento —que establece que “las bases de las competencias no podrán contener disposiciones contrarias a este Reglamento”— es citado como otro sustento central de la reclamación.
Por su parte, desde la dirigencia de Unión Española, su dueño Jorge Segovia reforzó la interpretación en la red social X: “Estamos estudiando el tema, pero el Reglamento parece que es muy claro”.
La versión de la ANFP: estatutos y bases por encima del reglamento
Desde la ANFP respondieron que la solicitud será atendida, pero aclaran que, a su juicio, los estatutos modificados en 2023 están por sobre el Reglamento y las Bases.
El argumento en Quilín es que los nuevos estatutos fijan que la Primera División se disputará con 16 equipos, y que el Reglamento que habla de 20 clubes quedó en parte derogado con la reestructuración.
“El cambio de los estatutos deroga varios aspectos del reglamento, el cual ya se aprobó. Todo ese reglamento estaba en reestructuración de acuerdo a los nuevos estatutos, que están por sobre el reglamento. Además, las bases fueron aprobadas por unanimidad y definen que descienden el 15 y 16 de la tabla de posiciones”, señalan desde la sede del fútbol chileno.
Añaden que, por el principio de especificidad, las Bases del Campeonato tienen prioridad en materias deportivas y competitivas, incluso por sobre disposiciones reglamentarias que no hayan sido actualizadas.
“Acto ilegal” y certeza jurídica
En su carta, Unión Española e Iquique van más allá y advierten que, de no aplicarse el Reglamento, se podría estar ante un escenario de infracción grave a la legalidad interna.
“Una aplicación de normativa distinta a la del Reglamento vigente a partir del 12 de junio de 2024 supone un acto ilegal que vulnera los derechos de los clubes asociados y la certeza jurídica que la actividad deportiva necesita y merece”, sostienen.
Para los denunciantes, no existiría tal contradicción normativa (“antinomia”), ya que la jerarquía estatutaria y reglamentaria dejaría sin validez aquellas disposiciones de las Bases que no se ajusten al texto superior.
Lo que viene
Mientras Unión Española y Deportes Iquique intentan aferrarse administrativamente a la Primera División tras consumar su descenso en cancha, la ANFP deberá definir si acoge o no el planteamiento, en un escenario que podría escalar a instancias disciplinarias, de tribunales internos o incluso a la justicia ordinaria o internacional, si las partes deciden llevar la controversia más lejos.
Por ahora, el conflicto abre un nuevo capítulo de tensión en el fútbol chileno, donde la discusión ya no es solo deportiva, sino también jurídica: ¿manda el Reglamento o mandan las Bases? Y, por sobre todo, ¿quién tiene la última palabra cuando está en juego el descenso de un club?
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