
WWF celebra histórica ratificación de Tratado de Alta Mar por 60 países y su pronta entrada en vigencia
Chile fue el segundo país del mundo en ratificarlo y el primero en Latinoamérica.
Un paso decisivo para la protección de los océanos y para el Corredor Azul del Pacífico. Eso representa la ratificación por parte de 60 países del Tratado de Biodiversidad Marina Más Allá de las Jurisdicciones Nacionales (BBNJ, por sus siglas en inglés), con lo cual se alcanza el umbral de ratificaciones para su entrada en vigor. Esto ocurrirá legalmente 120 días después de este hito, es decir, el 17 de enero de 2026.
También conocido como Tratado de Alta Mar, se trata del primer acuerdo internacional legalmente vinculante dedicado a resguardar la vida marina en alta mar, que representa dos tercios de la superficie oceánica mundial. BBNJ permitirá establecer Áreas Marinas Protegidas en aguas internacionales, regular evaluaciones de impacto ambiental de las actividades humanas en la zona y fomentar la cooperación científica, la transferencia de tecnologías y el acceso equitativo a los beneficios de los recursos genéticos marinos.
Estos mecanismos son clave para alcanzar las metas globales de biodiversidad y clima, incluyendo el objetivo 30×30 del Marco Global de Biodiversidad de Kunming-Montreal, que busca proteger al menos un 30 % de los océanos y la tierra al año 2030.
Para WWF, este avance confirma la urgencia de actuar en favor del océano, por la naturaleza y también por las personas.
“Este hito marca un antes y un después para la protección del océano global. Alta mar no pertenece a ningún Estado, pero es un patrimonio común de la humanidad y esencial para la vida en el planeta. Que el tratado entre pronto en vigor significa que el mundo comienza a transformar promesas en acciones concretas para enfrentar la triple crisis de cambio climático, pérdida de biodiversidad y contaminación. En el caso de Latinoamérica y el Caribe, este marco internacional también fortalecerá iniciativas clave como el Corredor Azul del Pacífico, que busca proteger las rutas migratorias de grandes cetáceos en nuestra región”, señaló Yacqueline Montecinos, coordinadora de Biodiversidad Marina y Políticas Oceánicas de WWF Chile, y líder de la iniciativa Corredor Azul del Pacífico de WWF.
Asimismo, la experta destacó que Chile ha tenido un rol activo en el proceso, con la firma temprana del tratado en la Asamblea General de la ONU de 2023, y luego siendo el segundo país del mundo en ratificarlo, y el primero en Latinoamérica. Además, enfatizó el apoyo de WWF Chile y diversas organizaciones ambientales a que Valparaíso sea sede de la Secretaría Técnica de BBNJ.
El umbral de 60 países para su entrada en vigencia fue alcanzado gracias a las ratificaciones de Sri Lanka, San Vicente y las Granadinas, Sierra Leona y Marruecos.