Lula llama a la unidad para enfrentar al crimen tras mortal operativo en Río

El presidente brasileño pidió coordinación entre autoridades federales y regionales para combatir a las bandas criminales sin poner en riesgo a civiles, tras la operación policial en favelas de Río que dejó al menos 121 muertos.

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, instó este miércoles a las autoridades de todos los niveles a trabajar de manera conjunta para enfrentar al crimen organizado, tras la letal operación policial en las favelas de Penha y Alemao, en la zona norte de Río de Janeiro, que dejó al menos 121 muertos, entre ellos cuatro policías.

“No podemos aceptar que el crimen organizado continúe destruyendo familias, oprimiendo a los vecinos y esparciendo droga y violencia por las ciudades”, escribió Lula en su cuenta de X. El mandatario encabezó una reunión de emergencia con su gabinete en el Palacio de la Alvorada para analizar lo ocurrido el martes en la ciudad carioca.

Lula anunció que el ministro de Justicia, Ricardo Lewandowski, y el director general de la Policía Federal, Andrei Rodrigues, viajarán a Río de Janeiro para reunirse con el gobernador Cláudio Castro, cuya gestión de la operación ha sido objeto de críticas desde el Gobierno federal y organismos de derechos humanos.

El presidente subrayó la necesidad de una estrategia coordinada “para atacar la espina dorsal del crimen” sin poner en riesgo a la población ni a las fuerzas de seguridad. También recordó que su Gobierno presentó una reforma a la ley de seguridad que busca integrar a las diferentes fuerzas policiales bajo conducción federal y mejorar los mecanismos de cooperación. Sin embargo, el proyecto se encuentra estancado en el Congreso desde abril por falta de acuerdo entre los partidos.

Las cifras oficiales difundidas por el Gobierno de Río de Janeiro elevan a 121 las víctimas fatales, aunque vecinos de las zonas afectadas denuncian que el número podría ser aún mayor y han expuesto decenas de cuerpos encontrados tras el operativo, considerado el más mortífero en la historia del estado.

Organizaciones de derechos humanos y voces políticas opositoras han cuestionado el uso desproporcionado de la fuerza y exigido una investigación independiente sobre las circunstancias de las muertes, mientras el país vuelve a debatir los límites de la acción policial en favelas dominadas por organizaciones criminales.

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El Periodista