Rodrigo Paz conforma gabinete tecnócrata y excluye por primera vez a pueblos indígenas

El nuevo presidente de Bolivia apostó por un equipo de 14 ministerios integrado por aliados y técnicos, sin representación indígena, defendiendo la “meritocracia” frente al reparto sectorial que caracterizó a los gobiernos del MAS.

El presidente de Bolivia, Rodrigo Paz, recibió este sábado la banda presidencial y, un día después, presentó a su nuevo gabinete, compuesto por 14 ministerios y marcado por la ausencia de representantes indígenas por primera vez en dos décadas. La decisión del mandatario ha generado críticas desde diversos sectores sociales y políticos.

Paz justificó la medida apelando a la necesidad de instaurar una “meritocracia” en el Estado. “¿Bolivia está mejor?”, se preguntó durante el acto, anticipando las críticas. “Es momento de darle a la eficiencia y a la transformación del Estado para servir al pueblo”, señaló, subrayando que “la puerta está abierta a todos los que quieran servir a la patria”.

El nuevo gabinete rompe con casi 20 años de dominio del Movimiento al Socialismo (MAS) y las dinámicas de reparto sectorial impulsadas por Evo Morales y Luis Arce. Además, Paz redujo de 17 a 14 las carteras ministeriales y restituyó el Palacio Quemado como sede de gobierno, desplazando la Casa Grande del Pueblo, en un gesto cargado de simbolismo.

Otra de sus primeras decisiones fue retirar la bandera wiphala de la fachada del Palacio Quemado, lo que desató fuertes críticas del movimiento indígena. “Quitarla del Palacio es una ofensa para el movimiento indígena originario campesino y un intento de borrar la memoria colectiva. De un Estado de inclusión pasamos a uno de exclusión”, denunció el expresidente Morales.

Entre los principales nombres del nuevo gabinete destacan José Luis Lupo, ministro de la Presidencia, encargado de reestructurar el aparato estatal y modernizar la gestión pública; Gabriel Espinoza, exdirector del Banco Central, como titular de Economía; y Fernando Aramayo, con experiencia en Naciones Unidas, al frente de Relaciones Exteriores.

Paz advirtió a sus ministros que el país enfrenta una profunda crisis económica y social, y les exigió “dedicación total, 24 horas al día, siete días a la semana”. Aunque en campaña prometió eliminar el Ministerio de Justicia, finalmente designó allí a Freddy Vidovic, abogado del vicepresidente Edmand Lara.

El giro tecnocrático de Rodrigo Paz marca un cambio de rumbo en la política boliviana y abre un nuevo ciclo en el que la eficiencia pretende sustituir a la representatividad como eje de gobierno.

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El Periodista