Tipos de divorcio: ¿cuál es el más conveniente? Orientación legal en Santiago

Sea cual sea la situación, tomar decisiones informadas y oportunas es el primer paso para construir una nueva etapa con bases sólidas y en conformidad con la ley.

En la Región Metropolitana, cada vez más personas buscan información clara sobre cómo poner fin legalmente a su matrimonio. Sin embargo, no todos los divorcios se resuelven de la misma manera. En Chile existen tres tipos: el divorcio de mutuo acuerdo, el unilateral y el culposo. Cada uno responde a realidades distintas, y entender sus particularidades permite tomar decisiones más informadas y estratégicas.

1. Divorcio de mutuo acuerdo

Este tipo de divorcio es el más recomendado cuando ambas partes están dispuestas a terminar la relación de manera colaborativa. Para iniciar el proceso, los cónyuges deben acreditar un cese efectivo de la convivencia de al menos un año.

Esto significa que no basta con estar distanciados emocionalmente, sino que es necesario demostrar que han vivido separados durante ese tiempo.

¿Por qué es conveniente?

Porque es más rápido, económico y menos conflictivo. Al existir acuerdo, se pueden negociar y establecer de antemano aspectos sensibles, como el cuidado de los hijos, la pensión de alimentos o la compensación económica.

Además, evita procesos judiciales extensos que suelen afectar emocionalmente a todos los involucrados.

¿Cómo se realiza?

Ambas partes presentan una solicitud conjunta ante el tribunal, acompañada de un acuerdo completo que regule los efectos del divorcio. En estos casos, contar con la asesoría de un abogado de familia en Santiago facilita este trámite, ya que se requiere una redacción técnica adecuada que cumpla con los requisitos legales.

2. Divorcio unilateral (cuando no hay acuerdo)

Esta modalidad se utiliza cuando solo uno de los cónyuges desea divorciarse y el otro no colabora en el proceso. Para acceder a esta vía, se debe acreditar un cese de convivencia de al menos tres años, lo que lo convierte en un procedimiento más largo y, en muchos casos, emocionalmente más exigente.

¿Por qué elegirlo?

Porque ofrece una salida legal cuando la otra parte no está dispuesta a terminar la relación. Si bien puede implicar más trámites, permite avanzar hacia una nueva etapa sin depender del consentimiento del otro cónyuge.

¿Qué implica el proceso?

Uno de los cónyuges presenta una demanda de divorcio contra el otro y será el tribunal quien decida. En estos casos, es fundamental contar con un abogado en Santiago que represente adecuadamente los intereses de la parte demandante.

3. Divorcio culposo (casos de incumplimiento grave)

El divorcio culposo aplica cuando uno de los cónyuges ha cometido una falta grave a los deberes del matrimonio, como puede ser una infidelidad, maltrato o abandono. A diferencia de los otros tipos de divorcio, aquí no se exige un tiempo mínimo de separación.

¿Por qué es relevante?

Porque ofrece una vía de protección ante situaciones en que la vida en común se ha vuelto intolerable debido a la conducta del otro. Este tipo de divorcio permite al cónyuge afectado actuar de inmediato, sin esperar años para obtener una resolución legal.

¿Cómo se tramita?

La parte que solicita el divorcio debe probar ante el tribunal la existencia de la falta. Esto convierte al proceso en uno más complejo, ya que se deben presentar pruebas y evidencias suficientes para respaldar la demanda. De ahí que sea crucial contar con el respaldo de un abogado de divorcios con experiencia en litigios de este tipo.

¿Cuál es el tipo de divorcio más adecuado?

La elección dependerá siempre de las circunstancias personales de cada caso:

  • Si hay acuerdo y diálogo entre los cónyuges, el divorcio de mutuo acuerdo es el camino más conveniente.
  • Si no hay acuerdo, pero uno de los cónyuges desea avanzar, el divorcio unilateral permite continuar, aunque con mayor exigencia temporal.
  • Si ha existido una falta grave, como violencia o infidelidad comprobable, el divorcio culposo es la vía más adecuada, sin necesidad de esperar.

En cualquier caso, los efectos legales del divorcio como la compensación económica o la liquidación de bienes serán los mismos, salvo que las partes acuerden algo distinto en un proceso de mutuo acuerdo.

La importancia de la orientación legal

Más allá del tipo de divorcio, contar con asesoría jurídica especializada garantiza que los derechos de ambas partes (y de los hijos, si los hay) estén resguardados.

En este sentido, un estudio de abogados como Abogaley puede guiar cada etapa del proceso y evitar errores formales que puedan retrasar o complicar la causa.

En definitiva, el divorcio no se reduce a una decisión emocional, sino que también es legal. Por lo mismo, elegir el tipo correcto y contar con apoyo profesional puede marcar la diferencia entre un proceso ágil o uno lleno de dificultades.

Sea cual sea la situación, tomar decisiones informadas y oportunas es el primer paso para construir una nueva etapa con bases sólidas y en conformidad con la ley.

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El Periodista