Libro sobre Liceo de Niñas de La Serena es una gema patrimonial

Leer el libro “Apuntes de tres siglos: Liceo de Niñas Gabriela Mistral de La Serena” (Nueva Mirada Ediciones 2025), es internarse en la cálida fronda de los días vividos, valorados y atesorados por tantos estudiantes de la época, aquella época en que la educación era un valioso peldaño para surgir y mirar hacia otros horizontes.

Por Susana Pacheco Tirado*

Orieta Collao y Gabriel Canihuante, ambos periodistas con acabado desempeño en las letras regionales, ponen hoy a disposición de la memoria patrimonial de La Serena el libro “Apuntes de tres siglos. Liceo de Niñas Gabriela Mistral de La Serena”, su última investigación referida a la educación pública, centrada en el día a día de la historia del Liceo de Niñas de la capital regional.

Los autores han tomado la ruta de la investigación en base a importante material bibliográfico, acrecentado por entrevistas en profundidad realizada a ex alumnas, ex profesoras y profesores, quienes desde sus propias vivencias han fortalecido el contenido, permitiendo conocer diversos episodios de la memoria de este importante centro educacional serenense.

Orieta y Gabriel disponen la entrega de datos en base a tres sólidos pilares: histórico, educacional y cultural.

En lo referido al pilar histórico, la obra nos lleva a un recorrido por la vida del Estado en materia de historia educacional, haciendo mérito en el año 1860 cuando en Chile aparece el concepto de Estado Docente, cuyo principio implica que el Estado no sólo financia y organiza la Educación, sino que también se encarga de la formación de los docentes y define contenidos para niños y niñas conforme a lo que se espera de la educación y el desempeño futuro de los educandos.

Y para seguir fortaleciéndose, aparece la figura de Miguel Luis Amunátegui; gracias a su gestión el año 1877 surge el Decreto Amunátegui, el cual hará posible que la mujer chilena pueda seguir estudios universitarios. Como consecuencia, nacen los Liceos Fiscales para mujeres. La creación de los Liceos fiscales fue decisiva en la expansión de la educación femenina chilena.

Entonces, el año 1905, nace el Liceo de Niñas de La Serena. De esta manera, queda establecida la ciudad con la nominación de importante “centro educacional de la provincia de Coquimbo”. Las jóvenes de ciudades aledañas a La Serena, tales como Ovalle, Combarbalá, Illapel, Vicuña, pusieron sus ojos en el Liceo para continuar estudios y hacer realidad sus sueños de ser profesionales y conseguir un paso a lo que se llamó la “movilidad social”.

Los autores lo dejan muy establecido y valorado en las diversas entrevistas realizadas tanto a profesionales como a las exalumnas que un día llegaron al Liceo para hacer una vida de internado para estudiar y crecer lejos de la calidez del hogar.

“…a partir de los trece años me fui a vivir sola y también a estudiar en ese tremendo edificio, que es maravilloso: Teníamos de todo, las canchas, el gimnasio, sala de química con todos sus materiales, enfermería y la biblioteca, una sala de música para el coro, era como se ve en las películas antiguas. Tener todo eso, fue muy bueno, y además teníamos el Teatro. Era un centro educacional que tenía espacios habilitados para todo eso” (Claudia Miño Gallardo, p 151).

Aquí queda de manifiesto que el Teatro perteneció y pertenece al Liceo de Niñas, como resultado del Plan Serena. Era de exclusiva responsabilidad de la Dirección del Liceo. No es un Teatro Municipal, como hoy se le denomina; porque la Municipalidad no tiene Teatro.

Desde el punto de vista cultural, la vida del Liceo de Niñas de La Serena, se destaca por el enorme aporte hacia la comunidad, en áreas tan bellas como la literatura y la música, y como la comunidad respondía a cada proyecto que el Liceo les ofrecía.

Es posible comprobar, a través de las entrevistas, el persistente recuerdo a la maestra de música, la señora Lidia Urrutia de Canut de Bon, quien, con su trabajo, enalteció a esta ciudad patrimonial. Maestra estudiosa, sencilla, trabajadora, amable, humilde con tantas condiciones y todas las puso a disposición de sus alumnas, del Liceo y de la comunidad serenense.

Orieta y Gabriel recogen el recuerdo en que la evocan haciendo arreglos, transcribiendo partituras de piano a código Carillón. Lidia Urrutia, era la encargada de enviar cálidos mensajes sonoros a la ciudad desde el cerro “Santa Lucía”, donde se ubica el Regimiento Infantería “Arica”, hoy N° 21 “Coquimbo”.

Recuerdo que, para el aniversario de la Escuela Normal de La Serena, el carillón nos saludaba a las ocho de la mañana con la interpretación de nuestro himno “Loor a la Escuela Normal de La Serena” que se derramaba por toda la ciudad y que nosotras lo recibíamos como el más bello presente y nos emocionaba hasta hacerlo inolvidable.

La profesora Lidia Urrutia, con su prestigio de insigne maestra, convocaba a todos los colegios de enseñanza media: Liceo de Hombres, Escuela de Minas, Escuela Agrícola, Escuela Técnica, Escuela Normal a reunirse en los patios del Liceo y junto a la banda del Regimiento “Arica” ensayábamos los himnos a interpretar en el acto cívico de la Plaza, en 21 de mayo o 18 septiembre, bajo su dirección. Ella tenía el don de aunar voces y voluntades.

Leer el libro “Apuntes de tres siglos: Liceo de Niñas Gabriela Mistral de La Serena” (Nueva Mirada Ediciones 2025), es internarse en la cálida fronda de los días vividos, valorados y atesorados por tantos estudiantes de la época, aquella época en que la educación era un valioso peldaño para surgir y mirar hacia otros horizontes.

El libro es una gema patrimonial. Es un valioso traspase de historia educacional a las nuevas generaciones. Es un dejar ver lo que fuimos. ¡Felicitaciones! Mil gracias a los escritores Orieta y Gabriel por contribuir a resguardar el patrimonio histórico y educacional de la ciudad de La Serena y de la región de Coquimbo de Gabriela Mistral.

*Profesora Normalista, Profesora de Educación Musical, Licenciada en Educación Pontificia Universidad Católica de Chile, Escritora- Investigadora-Cronista.

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El Periodista