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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, elevó este domingo su ofensiva contra figuras del entretenimiento al exigir a la cadena NBC el despido inmediato del presentador y comediante Seth Meyers, luego de que este dedicara parte de su programa a hacer bromas sobre los presuntos vínculos entre el mandatario y el fallecido empresario Jeffrey Epstein.
“Meyers sufre de un caso incurable de síndrome de trastorno de Trump”, escribió el presidente en su cuenta de Truth Social, tras criticar que el conductor de Late Night ironizara en su programa del viernes sobre la negativa de Trump a responder preguntas de la prensa tras la publicación de una nueva tanda de correos electrónicos que lo situarían junto a una de las víctimas de Epstein.
“Dejando a un lado todo lo demás, Meyers no tiene talento y la NBC debería despedirlo inmediatamente”, agregó el mandatario en un nuevo ataque contra una personalidad televisiva que recurre al humor político.
No es la primera vez que la Casa Blanca apunta contra un comediante. En septiembre, ABC suspendió temporalmente el programa de Jimmy Kimmel luego de presiones del presidente de la Comisión Federal de Telecomunicaciones, Brendan Carr, en represalia por las bromas del humorista sobre el asesinato del comentarista ultraconservador Charlie Kirk.
El cruce entre Trump y Meyers revive la tensión entre la administración republicana y los programas nocturnos de sátira política, un género que ha acompañado y parodiado a múltiples presidencias, pero que hoy vuelve a ser blanco directo del mandatario.
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