
Petro justifica bombardeo en Guaviare que dejó seis menores muertos: “No había otro método para defender a los soldados”
El presidente colombiano defendió la operación militar contra disidencias de las FARC, pese a que la Defensoría confirmó que las víctimas eran “niños soldado”. Petro alegó que la acción evitó una emboscada contra tropas y responsabilizó a las estructuras de alias Iván Mordisco por el reclutamiento forzado.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, defendió este sábado el bombardeo militar realizado esta semana en el departamento de Guaviare, en el que murieron seis menores de edad posteriormente identificados por la Defensoría del Pueblo como víctimas de reclutamiento forzado por parte de las disidencias de las FARC.
“No es un crimen de guerra, porque si no se hace, 150 hombres bien armados hubieran podido matar a 20 soldados que se encontraban al frente”, afirmó el mandatario en su cuenta de X, donde sostuvo que la operación respondía a una situación de “fuerza mayor”.
La Defensoría del Pueblo confirmó en un comunicado “el fallecimiento de seis niños, niñas y adolescentes víctimas de reclutamiento forzado, así como la recuperación de cuatro cuerpos aún sin identificar”, calificando lo ocurrido como “un hecho profundamente lamentable”. El organismo recordó que el Derecho Internacional Humanitario establece límites estrictos en medio de las hostilidades y subrayó que la presencia de menores en campamentos armados “no habilita la posibilidad de un ataque”.
No obstante, atribuyó la responsabilidad principal a los grupos armados que reclutan a menores, en este caso a las estructuras comandadas por alias Iván Mordisco.
Petro, por su parte, acusó a estas disidencias del desenlace fatal y apuntó al expresidente Iván Duque por permitir —según dijo— el fortalecimiento de estas estructuras tras “hacer trizas la paz”. El mandatario recordó que durante su administración ha ordenado 12 bombardeos “con el máximo de inteligencia para evitar la muerte de menores”, enfocados en neutralizar a mandos del narcotráfico. “Mi ofrecimiento de paz buscaba antes que nada liberar menores de la guerra. Por diferentes motivos hemos liberado 2.411 niños”, afirmó.
Sin embargo, explicó que en esta ocasión la operación se desarrolló “en las selvas del Guaviare, muy lejos de cualquier sitio poblado y con escasa inteligencia”, lo que lo llevó —según sostuvo— a priorizar la protección de las tropas: “En la selva no teníamos otro método para defender la vida de los soldados y tomé personalmente la decisión”.
El hecho ha reavivado el debate en Colombia sobre los límites de las operaciones militares y la persistencia del reclutamiento forzado de menores en zonas de presencia armada.
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