Takaichi rechaza retractarse y defiende postura de Japón ante una posible crisis en Taiwán

La primera ministra japonesa insiste en que su Gobierno actuará según las circunstancias para proteger la seguridad nacional, pese a las demandas de China y a las represalias ya aplicadas por Pekín.

La primera ministra de Japón, Sanae Takaichi, descartó este viernes retractarse de sus recientes declaraciones sobre Taiwán, tal como ha exigido China, reafirmando que su Gobierno actuará “según las circunstancias” ante cualquier amenaza a la seguridad nacional.

La nueva tensión diplomática entre ambos países comenzó cuando Takaichi dejó abierta la posibilidad de desplegar tropas japonesas si China atacaba Taiwán, lo que Pekín calificó inmediatamente como una injerencia en sus asuntos internos.

Antes de viajar a la cumbre del G-20 en Sudáfrica, la líder japonesa reiteró ante la prensa que “ante posibles situaciones que amenacen la existencia de Japón, se llevará a cabo una exhaustiva evaluación basada en la información disponible y las circunstancias específicas”.
“Yo misma he reiterado esta postura en repetidas ocasiones. La posición del Gobierno se mantiene constante”, insistió, en el que constituye su primer gran desafío diplomático desde que asumió el cargo el mes pasado.

Aun así, Takaichi aseguró mantener la voluntad de mejorar la relación bilateral con China, recordando la reunión que sostuvo con el presidente Xi Jinping en octubre, en los márgenes de la cumbre de APEC en Gyeongju, Corea del Sur.
“El presidente Xi y yo reafirmamos avanzar hacia el beneficio mutuo de nuestras relaciones y crear una asociación constructiva y estable. No ha habido ningún cambio en esta postura”, dijo, según la agencia Bloomberg.

Sin embargo, las palabras de la mandataria sobre un eventual despliegue militar —en el marco del derecho japonés a la legítima defensa colectiva— provocaron que Pekín endureciera su discurso y exigiera una rectificación, advirtiendo de posibles represalias.

En los últimos días, los esfuerzos diplomáticos no han tenido efecto, y China ya implementó algunas medidas: desaconsejó a sus ciudadanos viajar a Japón, suspendió importaciones de mariscos y paralizó la entrada de nuevas películas japonesas en su mercado.

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El Periodista