OpenAI entra en “código rojo” y retrasa proyectos para potenciar ChatGPT frente al avance de Google

OpenAI ha declarado una situación de “código rojo” ante el creciente avance de sus principales competidores, especialmente Google, y reorganizará su hoja de ruta para enfocarse casi exclusivamente en mejorar ChatGPT. La decisión, comunicada por el CEO Sam Altman a los empleados, busca reforzar la calidad, velocidad y personalización del asistente antes de continuar con otros proyectos de la compañía.

La medida llega en un escenario de fuerte competencia en el sector de la inteligencia artificial, donde Google ha presentado recientemente su modelo Gemini 3, con capacidades de razonamiento avanzado, y la herramienta de generación de imágenes Nano Banana Pro, ambos con gran recepción entre los usuarios. Según datos de octubre, el asistente Gemini ya suma 650 millones de usuarios activos.

De acuerdo con lo revelado por The Wall Street Journal y The Information, Altman sostuvo que OpenAI debe mejorar de forma urgente la experiencia de uso de ChatGPT: más funciones de personalización, respuestas más rápidas y fiables, y una cobertura más amplia de preguntas. El objetivo es evitar que asistentes como Gemini o Claude AI, de Anthropic, ganen terreno en tareas cotidianas donde ChatGPT aún domina.

Como parte de este giro estratégico, OpenAI postergará iniciativas como la introducción de publicidad en la plataforma, los agentes de IA aplicados a salud y compras, y el asistente personal Pulse, que prometía actualizaciones diarias basadas en intereses del usuario. Todos estos proyectos quedarán en pausa mientras los recursos se redirigen al fortalecimiento del chatbot.

El ajuste coincide con el tercer aniversario de ChatGPT, que actualmente supera los 800 millones de usuarios mensuales y se utiliza no solo como buscador, sino también como herramienta de trabajo, asesor personal y hasta confidente digital.

Altman adelantó además que OpenAI lanzará un nuevo modelo de razonamiento la próxima semana, que —según aseguró— superará al Gemini 3 de Google, incrementando aún más la presión competitiva en un mercado que no deja de acelerarse.