
UNICEF alerta “emergencia silenciosa” en Sudán: más de 15 millones de niños necesitan ayuda urgente
La agencia advierte que la financiación humanitaria es “dramáticamente insuficiente” para responder a una de las peores crisis del mundo, marcada por hambruna, desplazamientos masivos, enfermedades y un sistema sanitario al borde del colapso.
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) advirtió este miércoles que Sudán vive una “emergencia silenciosa” que ya afecta a 30,4 millones de personas, entre ellas más de 15 millones de niños que necesitan ayuda humanitaria urgente. El país está sumido en una devastadora guerra entre el Ejército y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) desde abril de 2023.
“Se trata de una emergencia silenciosa para la opinión pública, pero ensordecedora para los niños y niñas que la viven cada día”, alertó la responsable de Programas Internacionales de UNICEF España, Blanca Carazo. “Millones de ellos han tenido que huir, han dejado de ir a la escuela y no saben si podrán comer o recibir atención médica. No podemos permitir que una crisis de esta magnitud siga pasando desapercibida”, añadió.
UNICEF detalló que el número de personas que requieren asistencia inmediata aumentó un 23% respecto a 2024. Esta cifra incluye a 9,6 millones de desplazados internos, 4,2 millones de refugiados en países vecinos y 2,2 millones de retornados que carecen de servicios básicos y seguridad.
El recrudecimiento de los combates en Darfur Norte y Kordofán desde fines de octubre —incluida la toma de la ciudad de El Fasher por parte de las RSF— ha provocado el desplazamiento de más de 147.000 personas. Solo desde el 26 de octubre, más de 100.000 habitantes han huido de la capital provincial.
La hambruna ya se ha confirmado en Al Fasher y Kadugli, mientras otras 20 zonas podrían enfrentar el mismo escenario en las próximas semanas. A ello se suma la propagación de enfermedades como el cólera, que dejó casi 2.400 casos y unos 90 fallecidos en octubre, y el dengue, con más de 16.500 contagios en ese mismo periodo.
El sistema de salud sudanés se encuentra prácticamente colapsado, con hospitales destruidos o atacados, y el acceso humanitario continúa gravemente restringido, lo que dificulta la llegada de suministros esenciales y personal médico.
Aunque UNICEF y sus socios han ampliado sus operaciones, la agencia advierte que la financiación disponible está “muy por debajo” de lo necesario. Su llamamiento para 2025 —casi 870 millones de euros— solo está cubierto en un 48%, dejando un déficit cercano a los 450 millones.
En el corto plazo, la organización enfrenta una brecha de unos diez millones de euros para sostener la respuesta en Darfur Norte y Kordofán durante los próximos tres meses. Sin esos recursos, advirtió, la continuidad de los servicios esenciales para millones de niños y su propia supervivencia queda “en serio riesgo”.
La guerra en Sudán estalló tras el quiebre del proceso para integrar a las RSF en el Ejército, lo que hizo descarrilar la transición iniciada tras la caída del régimen de Omar Hasán al Bashir en 2019. La intervención de actores externos, la destrucción de infraestructura crítica y la propagación de enfermedades han convertido al país en una de las mayores crisis humanitarias del planeta, con millones de desplazados y una población cada vez más vulnerable ante el hambre y la violencia.
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