Indultos a militares enfermos: Más que un tema “complejo”

militaresGran parte del 2009 y también el 21 de mayo de pasado, el general ® Manuel Contreras Sepúlveda, otrora director de la Dina, el organismo represivo que suma más muertes, desaparecidos y condenas en Chile, los pasó en el nuevo Hospital Militar de La Reina, internado por sus problemas de salud.

Por El Periodista

El deceso en Punta Peuco de Héctor Vallejos, suboficial de Ejército condenado por el secuestro y homicidio del argentino Bernardo Lederman y la mexicana María del Rosario Avalos, hecho ocurrido en 1973, reavivó la solicitud de los militares en retiro agrupados en Chile mi Patria, que encabeza el general ® Rafael Villarroel, para que el gobierno indulte a los uniformados con “problemas de salud”.

Vallejos, quien padecía un cáncer vesicular terminal y tenía 71 años, pero debía purgar una condena a 5 años y un día por el doble crimen, estaba detenido desde agosto de 2009 y había solicitado un indulto por “razones humanitarias” al gobierno de la Concertación.

El mismo, sin embargo, fue rechazado el 3 de marzo pasado por el entonces ministro de Justicia, Carlos Maldonado.

“La Concertación trata muy mal a los militares, así que estamos esperando con mucha esperanza una nueva manera de ver las cosas, una solución que esperamos se dé en el Bicentenario”, manifestó Villarroel.

Debido a la edad de los procesados y condenados por violaciones a los DDHH, la mayoría de ellos padece alguna enfermedad y, de abrirse una puerta, serían muchos los que gozarían del beneficio. El mismísimo general ®, Manuel Contreras, que padece un cáncer hace más de 15 años, ha pasado últimamente más tiempo en el Hospital Militar de La Reina que en el penal Cordillera de Peñalolén. El año pasado, una golpe en la cabeza, tras una caída, lo mantuvo casi 4 meses en el flamante nosocomio. Este 21 de mayo, según nuestras fuentes, también se encontraba allí y recibió visitas en todo momento y muchas más de las que se permiten en las cárceles controladas por Gendarmería.

De ahí que, frente a la petición de Villarroel, el ministro de Justicia, Felipe Bulnes, salió rápidamente al paso y dijo que se trataba de un tema complejo. “Por supuesto que cada vez que se presente una solicitud de indulto tratándose de una persona que está experimentando razones humanitarias es un tema muy difícil de resolver, es un tema complejo”, afirmó el colaborador de Piñera.

Pocos días antes de la muerte de Vallejos, uniformados organizados en torno a la Corporación 11 de septiembre, entregaron una carta en La Moneda en la que solicitan al Presidente que “solucione” el problema de más de un centenar de militares presos.

Por su parte, la vicepresidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD), Mireya García, dijo que los militares condenados por violaciones a los derechos humanos “no se pueden aprovechar de sus condiciones de salud o de edad para pedir indultos”. “Así son los ciclos de la vida: la vida y la muerte son parte de nuestra existencia, y esto de ninguna manera implica que por ejemplo en los casos de violadores a los derechos humanos tengan que quedar libres porque tuvieron alguna enfermedad que finalmente les significó su deceso”, dijo García a Cooperativa.

La posibilidad de un indulto “bicentenario” que beneficie a violadores de los DDHH, sin embargo, fue prácticamente descartada por el ministro Bulnes porque, según el titular de Justicia, se trataría de una iniciativa de la Iglesia Católica y no está en el programa de Sebastián Piñera. La misma sería presentada en septiembre próximo y, según Bulnes, será analizada con “ponderación y prudencia”.

Durante la campaña presidencial, en noviembre pasado, el entonces candidato Sebastián Piñera se reunió con 700 militares en retiro y, si bien la cita fue reservada, luego surgieron versiones de que el actual Presidente habría asumido algunos compromisos con los uniformados, entre ellos revisar el tema de la prescripción de las causas, apurarlas y hasta reinterpretar la ley de amnistía de 1978.

Su programa de Gobierno, sin embargo, señaló que se abogaría por “verdad y la justicia”, pero “al mismo tiempo se avanzará en forma consensuada hacia una auténtica reconciliación”, aunque no explica cómo se hará. Eso está por verse y el mensaje del 21 de mayo, al respecto, no ayudó en su esclarecimiento.

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