Piñera y América Latina: al final, el barrio no era tan malo

Si todo hacía prever que Sebastián Piñera y su gobierno se mostrarían cercanos a Colombia y México, fríos con Brasil y Perú, enfrentados a Venezuela y distantes de Argentina, Paraguay, Ecuador, Bolivia y Uruguay, el 2010 mostró que la cosa no iba por allí. Los gestos de La Moneda, incluso, sorprendieron hasta a los más pesimistas.

 Sebastián Piñera sorprendió a todos cuando en la despedida de Luiz Inacio Lula da Silva en la cumbre del Mercosur, hizo una comparación entre el presidente de Brasil y Pelé, diciéndole “Fica Lula, Fica (quédate)”.

Tal deseo, expresado ante una decena de mandatarios, no reflejó algo nuevo ni un cambio sino la forma en que se ha desenvuelto el chileno desde que asumió la jefatura de Estado y puso en la cancillería a una persona que le permitiría a él dirigir las RRII sin mayores contrapesos.

“A su estilo, el presidente Piñera quiere también ser él mismo canciller o ministro de energía”, dice el sociólogo Jaime Ensignia, experto en temas de política internacional y director del Proyecto Socio político de la Fundación Friedrich Ebert en Chile.

Por eso desechó a otros, como Andrés Allamand o Teodoro Ribera, que no actuarían con el pragmatismo que, a su juicio, requería la situación para no aislar a Chile de su barrio, aquel que tanto criticaron los hoy oficialistas cuando la Concertación estaba en el gobierno.

Piñera, en todo lo que ello significa, quería mantener la acción desplegada desde el edificio Carrera en los años anteriores. Y eso fue lo que hizo cuando asumió y ratificó en su reunión del 23 de diciembre con los presidentes de partido en La Moneda donde habló derechamente de “continuidad”. Situación que había refrendado en los hechos al asumir, apoyando a José Miguel Insulza en la reelección de la OEA y a Juan Gabriel Valdés en Haití.

Enfrentado a Perú por la demanda de éste en La Haya y a Bolivia por la cada vez más popular necesidad de que Chile se abra a negociar con los altiplánicos una salida al mar, la nueva política debía construir lazos y no aumentar las brechas. Por eso, las relaciones internacionales, apenas alcanzaron un 5 por ciento del total de mensaje presidencial del 21 de mayo. No parecía que había algo nuevo por decir.

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1 comentario
  1. Gabriel Bornes dice

    Chile siempre ha tenido esa actitud etnocentrista y seguidora de Europa, que ha hecho que se aleje de Latinoamerica.
    Como chileno me da pena ese «arribismo» que viene desde los tiempos de la emancipación americana, y que ha servido para que otras naciones pueda utilizar esa tan conocida frase que nos tiene como estamos.
    «Divide y vencerás».

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