Anatel justifica fórmula de “TV Digital pagada” para canales abiertos

El gremio realizó una exposición en la que expresó su total apoyo a una TV Digital financiada tanto por la publicidad como por las subscripciones de clientes, como hoy lo hace, por ejemplo, la televisión por cable. Además, se expuso que los actuales concesionarios no se oponen al ingreso de nuevos actores al mercado televisivo.

La Asociación Nacional de Televisión (Anatel), en una exposición presentada por su presidente, Bernardo Donoso, dio a conocer su postura frente a la Ley de Televisión Digital que actualmente se tramita en el Senado. En la ocasión, que contó con las intervenciones de Jaime Sancho, gerente técnico de TVN, Mario Conca, gerente general de Chilevisión, y Ángela Vivanco, profesora de Derecho Constitucional de la Universidad Católica, se hizo un análisis de los aspectos técnicos de este avance, así como de los cambios que sufrirá la industria televisiva como consecuencia.

Uno de los mayores debates en torno a esta ley, que adoptó para Chile la norma japonesa ISDB-T, surgió luego de que la Cámara de Diputados aprobara que los canales abiertos puedan tener señales pagadas –considerando que la digitalización permite la transmisión de 4 señales dentro de los 6 MHz que tiene cada canal, y donde actualmente se emite una-. La postura de Anatel es clara a favor de de esta fórmula de “TV Digital pagada”, ya que abre nuevas posibilidades de financiamiento para los canales, añadiendo a la publicidad las suscripciones de clientes. Se planteó que en Chile se debe buscar un “modelo de negocio” televisivo que se adecue a las necesidades de la sociedad y también a las del mercado.

En términos de cifras, se mostró que la TV por cable tiene casi el doble de los ingresos que la TV abierta (836 contra 480 MMU$), pero sucede exactamente al revés en términos de audiencia, siendo los más sintonizados los canales nacionales abiertos. Esto se explicaría por el método de financiamiento, ya que la TV por cable (así como la por satélite y Banda Ancha IP) se financia con publicidad y suscripciones a la vez. De esta manera, se depende menos de la publicidad y, por ende, se puede elevar la calidad de los contenidos, hipotéticamente. Recordemos que uno de los requisitos que añadió la Cámara a la ley es que se aumente la cantidad de horas de programación culturales en los futuros canales digitales.

A favor de la Televisión Digital Terrestre (TDT), se enumeraron algunos de sus beneficios, como mayor calidad de imagen y la posibilidad de transmitir en alta definición (HD), más canales de televisión (donde antes existía una señal, luego habrán 4), mayor conectividad (o interactividad entre los canales y los usuarios), y nuevos servicios, entre ellos una guía de canales y la opción del control parental.

También se propuso que la TDT puede entregar TV pagada pero de bajo costo a los sectores más vulnerables, a través de la implementación de paquetes especiales y baratos. Estos paquetes, en otros países, incluyen tanto señales abiertas como pagadas.

Actores del cambio: Los actuales concesionarios

Los canales de televisión abierta, que usan un espacio del espectro radioeléctrico a modo de “concesión”, serán los encargados de llevar a cabo este cambio tecnológico. Muchas veces se critica que ellos usen este espacio, que es un bien “de todos los chilenos”, según se alega. Frente a esto, Conca advirtió que los canales de TV pagada también ocupan una concesión –y aún mayor- de dicho bien y, en cambio, a ellos no se les exige lo que a la TV abierta. Por otro lado, se revisó la experiencia de distintos países en el negocio televisivo, y se destacó el caso de Inglaterra –donde se paga un importante impuesto para financiar la cadena nacional, BBC- y el de Estados Unidos –donde existe una enorme penetración de la TV por cable-.

En su exposición, Jaime Sancho quitó legitimidad a las afirmaciones de que el espectro es escaso, y señaló que más bien la incógnita es cómo generar suficiente contenido nacional para cubrir las horas de televisión adicionales que habrá (en total unas 270 mil por año), y si existirá suficiente demanda de parte de las audiencias (lo que cobra aún más relevancia si es financiada sólo por publicidad).

Por último, Vivanco se refirió específicamente al tema de los concesionarios, diciendo que debe haber una “arquitectura abierta” para poder aceptar a nuevos canales pequeños (por ejemplo, de universidades u otros grupos sociales). “Anatel no se opone en absoluto al ingreso” de nuevos actores en el mundo televisivo, dijo, y añadió que “existen actualmente normas sobre libre competencia y tarificación” que evitaría que estos nuevos canales se vieran enfrentados a barreras por parte de otros canales o de los dueños de la red de transmisión. Asimismo, defendió el rol de los concesionarios evitando “el monopolio del estado” en la televisión y en la protección de la libertad de expresión.

(C.A.R.)

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