OEA: El segundo tiempo de Insulza

Sesión Ordinaria del Consejo Permanente de la OEA“En el amplio quehacer humano, existen labores de todo tipo. Las hay simples y complejas, como también gratificantes y frustrantes. En el ámbito internacional, y en especial en política multilateral, estas características se conjugan al unísono. Teniendo esto en claro, José Miguel Insulza ha vuelto a asumir la desafiante tarea de liderar la Organización de Estados Americanos (OEA), en un continente marcado por las diferencias políticas y económicas, pero consciente de la importancia del diálogo y el consenso entre los estados”

Escribe Rakesh Goklani / Magíster en Ciencias Políticas

El miércoles 24 de marzo, tras ser reelecto como secretario general de la OEA, el ex canciller chileno reasume el mandato bajo un nuevo escenario político. Si bien el respaldo unánime de los 33 países integrantes activos debiese darle una cierta seguridad inicial para su período 2010-2015, los recientes cambios de gobierno en el continente y las lecciones aprendidas en el pasado período, probablemente imprimirán un sello distinto a su nuevo secretariado.

LECCIONES DEL PASADO

Su primer período (2005-2010) tuvo de todo. Mientras Chile aún era gobernado por la Concertación de partidos por la democracia, coalición a la que Insulza pertenecía y la que le garantizaba contención y apoyo moral, el secretario general sintió la suficiente libertad para llevar a cabo, o al menos, dejar crecer ciertas iniciativas políticas que bajo el actual contexto político serían bastante improbables. Ejemplo de ello fue su apoyo dado al intento de reinclusión de Cuba como miembro activo de la organización, siguiendo la iniciativa propuesta por Manuel Zelaya (cuando todavía era presidente de Honduras), y de los amigos del régimen castrista, los gobiernos de Venezuela, Ecuador, Bolivia. Este proyecto no prosperó, tras la invocación por parte de Estados Unidos y otros gobiernos, de cláusulas de derechos humanos y democracia, fundamentales para la OEA, y claramente no cumplidos en la isla. Si bien el episodio fue protagonizado por miembros de la asamblea general, las críticas no dejaron escapar a Insulza, pues se consideró que siendo el secretario general, no debió haber promovido la reinclusión cubana sabiendo que aquel país no cumplía con las condiciones más básicas de admisión.

Manuel Zelaya, artífice principal del intento de reinclusión cubana, habría de arrastrar nuevamente a Insulza a una situación incómoda. La crisis constitucional hondureña del 2009, que provocó la remoción y exilio de Zelaya, obligó a la OEA a intervenir en pos del orden democrático, viéndose a una secretaria general firme y resuelta en su condena al golpe de estado hondureño. Actitud correcta en su intención, pero inefectiva en su resultado, pues sin las bases jurídicas para aplicar sanciones drásticas y mas radicales, el gobierno de facto hondureño simplemente no hizo caso de las advertencias, haciendo ver a la OEA como un perro que ladra, pero no muerde.

EL YING Y EL YANG DEL PANZER

Tal como se auguraba, el año del tigre, 365 días de revolución y transformación, ha comenzado con remezones de todo tipo. La política parece no escapar a ello. Si de cambios hablamos, el primero que afectará al secretario general de la OEA, es la situación en casa. Mientras por un lado el recién asumido gobierno del presidente Piñera ha generado un cambio radical en el escenario local, por otro, parece haber optado, al menos en un comienzo, por mantener el statu quo en relaciones internacionales. Muestra de ello son las prioridades manifestadas por el canciller Moreno, la mantención de la posición chilena en La Haya, la decisión de aumentar los embajadores de carrera en el exterior, y el haber manifestado su apoyo a José Miguel Insulza para un segundo período en la OEA.

Si bien este apoyo no puede considerarse gratuito, al estar ligado al compromiso por parte de Insulza de no referirse a la política interna de Chile, esta es una condición aceptable para quien realmente considera que no sería correcto ni de buen gusto criticar al gobierno que lo apoya. Insulza es un hombre de honor. Sabe que en política, como en la vida, las deudas se pagan. Así lo demostró en su anterior período, cuando habiendo sido elegido como secretario general, en gran parte gracias al apoyo de Hugo Chávez y la aceptación de los Estados Unidos, trató de saldar su deuda política con ambos. Lo logró solo en parte, al evitar tomar acción frente a situaciones en que el presidente venezolano violaba continuamente ciertas libertades fundamentales en su país. Una actitud que claramente significó quedar a mano con el presidente Chávez, pero que acrecentó la deuda política con Estados Unidos, país que considera inadmisibles los abusos constitucionales del venezolano, y que espera una actitud distinta de la OEA en este segundo período de Insulza

Alejándonos un poco del juego político mayor, y enfocándonos en los objetivos concretos de esta etapa, José Miguel Insulza, según ha dicho, se enfocará principalmente en ciertas áreas. En seguridad se planea tomar acción en los temas de narcotráfico, crimen y desastres naturales. En lo referente a desarrollo, se seguirá el programa dictado por la Cumbre de las Américas, poniendo especial énfasis en la reducción de la pobreza, la protección social, el comercio y el medioambiente. Sobre democracia y derechos humanos, pilares centrales de la labor de la OEA, la idea es seguir velando por el respeto a la Carta Democrática Interamericana y a lo establecido en la Convención Interamericana.

Frente a estos ambiciosos objetivos, debiese hacerse clara la complejidad de la tarea, la cual no debe ser minimizada por críticas a situaciones puntuales, que muchas veces hacen olvidar el trabajo constante y relevante, en defensa y promoción de la democracia y los derechos humanos. Un trabajo difícil, que muchas veces concentra las criticas en la organización, cuando en el fondo esta es solo el reflejo de la voluntad de sus miembros. En este contexto se enmarca el liderazgo del Secretario General, quien debe tener la inteligencia, capacidad y experiencia para lograr el consenso. Características que en José Miguel Insulza, siguen encontrando al mejor hombre para el cargo.

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