Hace 23 años

«Los chilenos y chilenas demandamos una nueva Constitución que, emanada de una Asamblea Constituyente, genere instituciones de la sociedad fundadas en los principios de la igualdad, autonomía y solidaridad; comprometida con los derechos humanos y que establezca un régimen democrático descentralizado, representativo y participativo; con iniciativa popular de ley e instancias plebiscitarias.»

Escribe Pedro Felipe Ramírez, MAIZ*

Hace 23 años, después de largas luchas de resistencia y movilización, el pueblo chileno derrotó a la dictadura. Hoy, cuando la derecha que le dio sustento a Pinochet vuelve a gobernar, vastos movimientos ciudadanos levantan demandas históricas y nuevas reivindicaciones, para rechazar las dos principales herencias dictatoriales que la Concertación no tuvo la decisión de cambiar: un sistema económico que genera enormes desigualdades y frustraciones y un modelo político seudo democrático.

Los chilenos y chilenas demandamos una nueva Constitución que, emanada de una Asamblea Constituyente, genere instituciones de la sociedad fundadas en los principios de la igualdad, autonomía y solidaridad; comprometida con los derechos humanos y que establezca un régimen democrático descentralizado, representativo y participativo; con iniciativa popular de ley e instancias plebiscitarias.

Una Constitución que consagre un Estado multicultural y plurinacional; que reconozca, respete y proteja los derechos de los pueblos, etnias y culturas, el aporte de la población migrante y refugiada y los derechos políticos de quienes viven en el exterior.

Una institucionalidad que establezca el derecho de las personas a la autodeterminación de sus proyectos de vida y de sus cuerpos, que erradique la discriminación por orientación sexual e identidad de género y reconozca y proteja las distintas formas de construir familia.

Demandamos una economía solidaria, que garantice la justa distribución de bienes y riquezas; con un sistema tributario que haga que quienes tienen más paguen más; que resuelva el profundo desequilibrio de poder en las actuales relaciones de trabajo estableciendo un efectivo derecho a la huelga, la sindicalización y la negociación colectiva; que los sistemas de pensiones y de salud no sean negocios al arbitrio del mercado, sino que se transformen en instituciones fundadas en la solidaridad y la equitativa protección de todos los sectores de la sociedad.

Un sistema económico que, bajo orientación estatal y control ciudadano, re-nacionalice nuestras riquezas básicas, termine con los monopolios y la especulación financiera, garantice el acceso equitativo a los recursos de nuestro territorio, de forma armoniosa y respetuosa con la naturaleza, diversificando el patrón productivo y salvaguardando el medio ambiente.

Las chilenas y chilenos demandamos que la educación sea un derecho y no un bien de consumo manejado por el lucro y el mercado, de modo que exista una educación pública, gratuita, laica, no sexista y de calidad, promotora de una mayor integración social y formadora de ciudadanas y ciudadanos libres. Para lograr las transformaciones institucionales que estas demandas exigen, junto a las movilizaciones sociales, se requiere levantar con decisión una gran fuerza política que las acoja en un nuevo proyecto de sociedad para Chile. Construir esta fuerza es el imperativo de hoy. En ello la izquierda tiene un rol fundamental que cumplir, que sólo será posible si es capaz de generar un sincero proceso de unidad, libre de descalificaciones, personalismos y pretensiones hegemónicas para dar juntos las batallas en todos los escenarios.

*Movimiento Amplio de Izquierda.

2 Comentarios
  1. Gonzalo Chavez dice

    Nueva Constitución, nuevo sistema electoral y de partidos, Reforma Tributaria, Educacional y laboral, renacionalización del cobre y el litio, son los objetivos prográmaticos mínimos para quien quiera dirigir Chile a partir del 2014.
    Es una plataforma que parece generar creciente consenso, es de esperar que los sectarismos, las maquinas y los impúdicos intereses partidistas y personales, no sean un obstaculo para llevar adelante uno de los momentos épicos más impórtantes del siglo: el tránsito de una Dictadura institucional a una Democracia moderna, social, con un Estado responsable de sus ciudadanos y sus recursos, realmente representativa de la diversidades que conforman el Chile del siglo XXI.

    Más que nunca se exige responsabilidad a todos aquellos que, regular o circunstancialmente, tienen hoy la representatividad de movimientos, organizaciones, partidos y agrupaciones. Alentar lo que une y rechazar a los divisionistas y agoreros. Esta clarito quien es el adversario y cuáles son las consecuencias de su mantención en el poder.

  2. HIGINIO dice

    Pedro Felipe se equivoca. Me explico:
    1.- El Pueblo chileno no ha derrotado a la Dictadura ya que los acuerdos a espaldas para un cambio de imagen negociado ha perpetuado la dictadura que se sacó el uniforme para vestirse de empresario.
    2.- La Constitución prometió ser cambiada por la Concertación haciendo exactamente lo contrario y perpetuandola hasta hoy día.
    3.- Su apreciación es cosmetica ya que solo se refiere a modificaciones de la Constitución pero no va al fondo del asunto y que no es otra cosa que la sustitución del sistema capitalista por una sociadad socialista, libre, popular, democrática y chilena. Es por eso que el denominado MAIZ no prende ni entibia a nadie. Está lleno de los traumas de la dictadura y no se atreve a luchar con todas las formas posibles.

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