Trabajadores a honorarios del Estado = ¿Funcionarios invisibles?

JD S 2En lugar de asumir que, dadas las nuevas políticas que enarbolaron los gobiernos de transición democrática, se requería incrementar el número de trabajadores en el Estado, de manera franca y transparente frente a la ciudadanía, se continuó ladinamente con la línea directriz del neoliberalismo.

Por Juan Domingo Silva, periodista

Desde el Gobierno de Pinochet se instaló la idea de reducir la planta de funcionarios en el sector público. El objetivo fue enanizar el rol del Estado en la gestión política, económica y social mientras se fomentaba el incremento del sector privado en todos los campos del quehacer nacional. Y la consecuencia fue resolver la falta de “mano de obra” funcionaria con el “enganche” de trabajadores a honorarios. Esto es, trabajadores con empleos inestables, sin ningún paraguas previsional, que deben boletear mensualmente y que cumplen funciones permanentes. O sea, “funcionarios” invisibles.

Esta cuestión no fue encarada ni resuelta por las sucesivas administraciones concertacionistas. Al contrario. Se continuó con la política de reducir la cantidad de trabajadores de planta, supliéndoles con trabajadores a contrata y a honorarios.

En lugar de asumir que, dadas las nuevas políticas que enarbolaron los gobiernos de transición democrática, se requería incrementar el número de trabajadores en el Estado, de manera franca y transparente frente a la ciudadanía, se continuó ladinamente con la línea directriz del neoliberalismo. En esa figura de “no ser ni chicha ni limoná”. Hacer como que se respetaba la importancia de las nuevas líneas político-económicas, y al mismo tiempo hacer como que se achicaba el aparato funcionario del Estado.

Se crearon nuevos organismos para abordar los nuevos temas: Sernam, Conace, Conasida, Sename, Injuv, fueron algunos de ellos. Y obviamente, ello trajo consigo la creación de nuevas estructuras funcionarias, pero paradojalmente estas fueron ocupadas de manera que prácticamente no había funcionarios de planta. Los cargos fueron llenados con personal contratado vía proyectos -incluso algunos internacionales, con recursos de por aquí y por allá-, el cual debía, en su mayoría, emitir boletas para ser remunerado. Paralelamente, mediante este recurso se resolvió la falta de funcionarios en el resto de la estructura del Estado para conseguir que “funcionara” cumpliendo con las obligaciones que cada institución tenía.Y esto se ha llevado adelante tanto en el aparato estatal centralizado como en los gobiernos regionales y locales.

Un paréntesis significó la decisión del Presidente Ricardo Lagos, el año 2000, de pasar a contrata a muchos de los trabajadores a honorarios. Sin embargo, con el tiempo este procedimiento igual se extendió e incrementó, al punto que un porcentaje significativo de los servidores públicos ha llegado a tener como relación laboral la fórmula a honorarios quienes, junto con los contrata, superan por lejos a quienes trabajan en la planta funcionaria.Y la característica de estos empleados es que se integran a labores permanentes, con sujeción horaria y dependencia. Es decir, en las mismas condiciones que los funcionarios de planta y a contrata.

Durante el primer Gobierno de Miche Bachelet, los trabajadores a honorarios dieron los primeros pasos para buscar una salida a esta situación. Después de un proceso de comisiones que elaboró un petitorio a CONACE Nacional, los equipos Previene de la Región Metropolitana, constituyeron el primer “Sindicato de Trabajadores Independientes prestadores de servicios al Estado, Municipios y otros”, el 1º de septiembre del 2006. El 8 de julio de 2008 se creó el Sindicato Independiente de Trabajadores Consultores de Fosis Región de Valparaíso.

A comienzos del gobierno de Sebastián Piñera, se hizo un intento por ampliar la organización de los trabajadores a honorarios a nuevas instituciones, con el apoyo del dirigente de la Confederación de trabajadores del cobre, Cristián Cuevas. Pero la convocatoria fue mínima y, salvo algunos carteles y lienzos presentes en la celebración del 1 de mayo de 2010, no pasó nada. Y la mano del gobierno se hizo sentir con miles de despidos.

Sin embargo, el terremoto de 2010 y la necesidad de continuar con las políticas sociales llevaron al aumento del número de trabajadores en los servicios públicos, vía contrata pero mayoritariamente a honorarios.

El ocaso del gobierno de Sebastián Piñera trajo consigo la percepción entre trabajadores a honorarios del Estado que era hora de decir “basta, no más de lo mismo”. Se formaron sindicatos de trabajadores a honorarios en varios municipios, como Puerto Saavedra, Nueva Imperial y Pitrufquén, en la IX Región; Arica, en la XV Región; Maipú y Peñalolén, en Santiago. El impulso a una organización transversal generada por trabajadores de diversas instituciones, bajo el nombre de Asociación de Trabajadores a Honorarios del Estado, Athono. Y la creación, en el sector Vivienda, de la Asociación Gremial de Trabajadores a Honorarios del Minvu Valparaíso y del Sindicato de Trabajadores Independientes del sector Vivienda de la Región Metropolitana, que agrupa a más de 300 empleados del Serviu Metropolitano, del MINVU y la Seremi de Vivienda y Urbanismo.

Parece que esta vez sí este importante sector de trabajadores se hará oír. Las expectativas apuntan a una orgánica nacional que agrupe y movilice a los “funcionarios” no reconocidos, que viven condiciones que el propio Estado sanciona en el sector privado por su inseguridad, inestabilidad y precariedad. Y que el actual Gobierno seguramente ayudará a resolver.

 

2 Comentarios
  1. Carla dice

    Espero que se mejore la situación ya que para mayor inestabilidad el próximo año será obligatorio que los trabajadores invisibles se paguen sus cotizaciones, un descaro pensando q existen honorarios que llevan años trabajando con el peor empleador de Chile, a ese q nadie supervisa «el Estado».

  2. SERGIO ALEGRIA dice

    CUANDO DICEN: «FUNCIONARIOS INVISIBLES», PENSE QUE HABIAN EMPEZADO A DESTAPAR LA OLLA CON RESPECTO A SUELDOS QUE SE PAGAN A PERSONAS QUE NO TRABAJAN EFECTIVAMENTE EN ALGUNA MUNICIPALIDAD, A PROFESORES QUE RECIBAN SUELDOS Y NO HAGAN CLASES,…, ETC.

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