Asaltos a la democracia

mauricio-weibelUna banda criminal común probablemente hubiera descartado robar en el aeropuerto y los alrededores de La Moneda, por sus complicaciones operativas. Estos hombres, en cambio, optaron justamente por ese desafío, poniendo el tema de la seguridad en el centro de la discusión política.

Por Mauricio Weibel, periodista

Los robos a camiones de valores a metros de La Moneda y desde el interior del aeropuerto constituyen un abierto asalto y desafío a la democracia.

Quienes ejecutaron estas operaciones mostraron capacidad para burlar controles de seguridad en dos de las áreas más vigiladas del país, en centros simbólicos de poder político y económico en cualquier país.

Actuaron sin dejar rastros ni heridos, llevándose miles de millones de pesos, para fines que desconocemos.

Su fortaleza y profesionalismo operativo es tal que nada hubiera impedido que secuestraran a una autoridad de gobierno, un empresario o cualquier otro ciudadano.

De hecho, ¿cómo escapó la banda que asaltó el camión blindado que estaba a metros de La Moneda en un área de alta congestión vehicular?

Es un golpe grave para el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, responsable de la seguridad interna, quien fungía de vicepresidente al momento del asalto.

En ese marco, no deja de ser irónico que las fuerzas especiales de Carabineros estuvieron desplegadas reprimiendo una legítima protesta de trabajadores bancarios frente al Ministerio del Trabajo, cuando este robo era ejecutado literalmente a sus espaldas.

Lo más llamativo de estos asaltos no es su pulcritud operativa, si no su abierta provocación política.

Una banda criminal común probablemente hubiera descartado robar en el aeropuerto y los alrededores de La Moneda, por sus complicaciones operativas. Estos hombres, en cambio, optaron justamente por ese desafío, poniendo el tema de la seguridad en el centro de la discusión política.

Y quizá, como reafirmando que su preocupación no sólo es el dinero, en su huida abandonaron 200 millones de pesos en una maestranza de Conchalí, hasta donde llegaron con el camión blindado secuestrado en el centro cívico.

Todo esto constituye un reto descarado a la seguridad y a sus reponsables políticos y policiales.

Claramente, estos “ladrones” conocen el detalle de la seguridad que rodea a La Moneda y a las empresas de valores. También las formas de actuar de las policías y los equipos de seguridad. Inquietantemente, sus fines no parecen ser el simple robo.

Ojalá estemos todos equivocados.

2 Comentarios
  1. Carlos Rios dice

    Discrepo con la ultima frase. digo: «Ojala sea así»… Prefiero una mente ideológica y política con un objetivo en ese sentido a un grupo de energúmenos delincuentes con esas capacidades de burlar a quien se les antoje. La delincuencia común es un sintoma de una enfermedad llamada desigualdad, no le echen la culpa a jueces o policías o cárceles… OJO

  2. WASHINGTON HERRERA dice

    Es inquietante lo que tu plantea, este tipo de asalto no es planificado por seudo delincuentes, la osadía de actuar frente al país deja esa interrogante como lo manifiesta en el Art. El aeropuerto y cerca de la Moneda, en donde debería haber súper vigilancia en las 24 hrs del día, por su importancia que ello representa, indudable que deja de pensar que esto no es aislado, los responsable de la seguridad en el país deberán activar al máximo los controles policiales y contrarrestar el accionar de esta actividad delincuencial, que llama la atención por su envergadura en los recursos obtenidos. Hasta ahora como tu lo indica, no estamos en presencia, cual es la finalidad de estos recursos mal obtenidos,no creo que sean los nuevos «Robin Hood» porque no se a sabido de entregas milagrosas en las poblaciones, pero tampoco de movimiento de fondo en el sistema financiero que llame la atención.
    Sera como tu lo plantea, dejar en ridículo al ministerio del interior por su trabajo e ahí la duda.

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