Cosas que no entiendo ni comprendo

marta-blancoTodos quieren hacer solos el país. Con sus ideas. Y hacer cascadas, cosa muy poco adecuada en territorio donde está prohibido construir represas pero se puede vender el agua.

Escribe Marta Blanco

Un puente al revés, mal ensamblado. ¡Guay del primero que lo cruce! Veo en mi imaginación un brazo hacia arriba y el otro metido en el Cau Cau y el auto deslizándose directo al río. Si yo condujera, iría vestida de buzo submarino, con tanques de oxígeno y, en vez de zapatos de plomo, buenas gualetas para patalear.

Una palabra muy utilizada: judicializar. Parece que no basta con ser demócratas, tener parlamento, leyes, votar, a veces ir a plebiscito, irse de los partidos o inventar unos con nombres muy estrafalarios como Evopoli. Todos quieren hacer solos el país. Con sus ideas. Y hacer cascadas, cosa muy poco adecuada en territorio donde está prohibido construir represas pero se puede vender el agua. Yo quisiera comprar agua, ser dueña de mi agua. Pero no encuentro quien me la venda. Es más difícil que comprar marihuana y está más cara que el filete.

Deberían judicializar los picnics, los asados y las colillas. Si los chilenos son tan ignorantes o descuidados como para incendiar el país por los cuatro costados a puro festín, hay que pasar parte por fuego, cobrar entrada a los parques y no celebrar tanto los días de descanso que terminan en tragedias griegas con muertos, heridos, incendios, ahogados y los pobres animalitos del bosque chamuscados o asados.

También se podría judicializar las marchas. Arrear a los encapuchados, agarrarlos con lazo y sacarles el gorro, identificarlos y mandarlos donde los jueces, que parece que ahora le hacen a todo. Ojala que no se boten en huelga, y las matronas y los tapiceros y los floristas y los poetas y las peluqueras. Los drogadictos sería una buena idea, una huelga larga, eso sí. Pidiendo, naturalmente, su derecho constitucional para andar más volados que volantín solo en días de trabajo.

No creo mucho en esto de los asados provocando la quema de diez mil hectáreas. Chile es el país de los excusados. Todos se excusan o encuentras excusas y a pesar de ello en este país no hay muchos excusados, a veces llamados WC.

No entiendo la cantidad de loros argentinos que han llegado a Santiago. ¡Y la bulla que meten con sus chillidos! ¡Y lo que comen! La única fruta decente no exportada son los nísperos, y me pelaron el árbol en tres días.

No entiendo la libertad para que las familias manden a sus hijos al colegio que quieran. Aquí no se entra a un colegio por la gana. Se entra, si es católico, por obra y gracia del Espíritu Santo, las bondades del cardenal, el certificado de matrimonio religioso, además de otros papeles que certifiquen la prosapia, el buen bolsillo y el barrio. A los municipalizados –los que quedan– no hay caso, el cupo es bajo y además no han pensado que si un habitante de La Granja quisiera entrar al Grange o a la Alianza Francesa, tendría que poner carpa en la vereda. Desde allá a Vitacura no se llega ni en helicóptero. Esos padres no tienen un minuto libre para emprender el cruce de la ciudad con niño al hombro. Esto es irreal. Son trabajadores que ocupan sus días en viajar horas en la movilización colectiva y las demás, ¡a cumplir sus obligaciones! Los colegios deben estar en los barrios. Cerca de las casas. Así se planifica una ciudad. Además, los colegios se dividen por razas, costumbres, lenguas. Los hay alemanes, franceses, ingleses, árabes, protestantes, metodistas, islámicos, anglicanos, Montessori, mormones.

No entiendo el canal de Panamá. Ni el del Darién. Tanto lío y la naturaleza lo hizo sin alharaca ni bochinche. Ahí están el Cabo de Buena Esperanza y el Mar de Drake para mostrarnos como se traspasa el agua de un océano a otro sin desequilibrar el planeta

Y no entiendo por qué permiten las leyes del buen vivir y la protección al “usuario” que los aviones nos lleven en económico –que es carísimo– con las rodillas en la pera, sentados en unos incómodos sillones de sacrificio, donde el trasero queda molido por tres días y las piernas se hinchan como columnas griegas. Es un abuso que enriquece a muchos, supongo.

Tampoco entiendo por qué se forran de tal manera todas las cosas vendibles. Dicen que el papel es caro, que no lo malgasten, y hay cajas para la leche, bolsas de plástico, papel de aluminio, bolsas y bolsas y cajas y cajas. Algo no funciona.

En fin, no entiendo el mundo de la compra por la compra ni los zapatos Letizia ni el cigarrillo electrónico ni la lucha perdida contra la delincuencia.

Algo huele muy mal. Pero no en Dinamarca.

 

1 comentario
  1. WASHINGTON HERRERA dice

    Vaya, Vaya, me sorprende su comentario en los tiempos que estamos viviendo, el mundo esta al revés hace mucho tiempo, cada día que vivimos las noticias nos indican que avanzamos o retrocedemos según el medio que nos informe.
    Dña. Marta el paradigma en que estamos viviendo esta en su apogeo, muy pronto se estabilizara y encontraremos todo normal lo que UD. indica en forma de clamor en el desierto, no tiene respuesta de la gran mayoría.
    Sigamos disfrutando las bondades del Modelo, las catedrales no son religiosas, sino que económica y por lo tanto los domingos son para ir al MALL.
    Respecto al agua, eso si que se pasaron, un bien básico para toda la humanidad, que permite dar la vida y es un derecho de todos los seres humanos por vivir en este planeta, pero como dijo el Flaco, llegaron los… y compraron todo en nuestro país porque al parecer estábamos en liquidación y hoy estamos pagando por todo. Referente a las Centrales que se hacen o no se hacen, es un cuento por nunca acabar, me pregunto, cual es el sentido común y el bien común en este dilema país, los recursos hidroeléctricos en este país son escasos y están en las reservas del sur, que hacer es la pregunta, hacer plantas termonucleares y nos pase lo de Rusia, Japón, otros, yo creo que no, la solución deberá ser mirando el futuro para nuestro país y utilizando los medios apropiados mirando las necesidades de nuestro país.
    Los incendios, si los españoles cuando llegaron por estos lados, divisaron grandes fogatas en los cerros que circundan a Valparaíso, en el sur para domesticar la selva nativa, los pioneros quemaron el bosque nativo, en el norte el bosque se lo tragaron lo hornos de fundición y hoy la falta de cuidado y previsión han dejado en el paisaje devastación, para ello hay que educar, educar a todos, TVN, tiene la palabra.
    La Educación, hoy estamos viviendo un proceso sociológico de nuestra población, el sistema esta indicando para donde se debe tener que ir, la oferta y la demanda le esta diciendo a la Familia que deben estudiar y donde tener la respuesta acertada, sino mirar en todas las comunas del país, los avisos comerciales de las ofertas de la educación.
    Muy bueno su Art,espero que toque conciencia en nuestro compatriotas en cuidar lo que tenemos.

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