No al Lobby en la Secom

No es prudente el paso express de Gonzalo Cordero desde Azerta a la Secom. Estaríamos en presencia de una ‘puerta giratoria’ sintomática del tiempo que vivimos.

Por Renato Garín González*

Circulan los nombres para el gabinete del segundo gobierno de Sebastián Piñera. Cada cual tiene sus candidatos, sus preferidos, los que la prensa promueve para cada posición estratégica del gabinete. Sin embargo, hay casilleros clave del tablero de La Moneda que pasan más desapercibidos. La oficina más importante en dicha categoría es la Secom, Secretaría de Comunicaciones, dependiente de Segegob.

Para la Secom, el único nombre que ronda en la prensa es el del abogado Gonzalo Cordero Mendoza. Cordero es uno de los hombres más lúcidos de la UDI, siendo cercano a Guzmán y pionero en la introducción del marketing y la mercadotecnia en las campañas electorales. Durante la última década, Cordero ha ocupado importantes posiciones en el mundo académico y cultural, siendo su asiento más relevante la empresa de lobby Azerta. En este “emprendimiento”, Cordero era socio de Cristina Bitar, uno de los nombres más recurrentes en el escándalo de boletas de Penta y SQM.

Hace menos de seis meses, Cordero vendió sus acciones de Azerta, equivalentes al 15% de la propiedad. La propia Bitar se las compró. Desde entonces, Cordero figura como un curioso asesor del comando del candidato Piñera. Si bien ha sido degradado y luego ha vuelto a aparecer, Cordero es una figura consular del plan comunicacional de Piñera. Al venir del mundo del lobby, domina los aspectos comunicacionales de la política actual, al venir de la UDI desde 1990, tiene un acceso privilegiado a Andrés Chadwick, al venir desde el entorno de Marcela Cubillos, tiene una amistad latente con Andrés Allamand. Por ende, no es una sorpresa que Cordero sea el principal candidato para la Secom.

Con todo, no es prudente el paso express de Cordero desde Azerta a la Secom. Estaríamos en presencia de una “puerta giratoria” sintomática del tiempo que vivimos. En menos de 8 meses, Cordero habría pasado de Azerta a la principal oficina de comunicaciones del poder Ejecutivo. La política y los negocios se han mezclado a tal nivel que Cordero parece el candidato natural para tal tarea, para la gestión de crisis comunicacional, el pauteo de los medios, la presión mediática sobre algunos líderes, y así por delante. La sociedad civil y los dirigentes políticos debemos ser claros: No al Lobby en la Secom.

*Diputado (e) Distrito XIV RD y Frente Amplio

 

 

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