Medios, más medios y otros medios

victoriaEscribe Victoria Uranga / Directora Cátedra UNESCO-UDP «Medios de comunicación y participación ciudadana»

Una democracia sólida necesita que los medios de comunicación sean espacios pluralistas. También que fomenten debate en el que todos y todas puedan expresar sus visiones de mundo y, lo esencial, que informen a las personas para que tomen decisiones en libertad.

Un buen manejo de la economía durante la crisis, el sello social como transversal y una Presidenta con altísimos niveles de aprobación ciudadana no fueron suficientes. Por poco más de tres por ciento, la Concertación debe decir adiós a La Moneda. Después de medio siglo, Chile tendrá desde marzo, al primer mandatario elegido de la centro derecha.

Este cambio será en muchas dimensiones. También repercutirá en los medios de comunicación, uno de los pocos actores sociales que nunca pidió perdón por su responsabilidad en la violación a los derechos humanos durante la dictadura. Si coincidimos que en la capacidad de distribución de significado reside el poder, los medios son naturalmente espacios privilegiados. Por lo tanto, serán lugares de especial disputa ahora que una nueva oposición se construye.

La tarea es difícil. Aunque inflemos el pecho por ser los nuevos socios de la OCDE, el indicador de “prensa libre” en Chile sigue siendo débil. Muy débil. Sólo si consideramos la percepción de la gente, la mitad de la población no sabe o no responde a esta pregunta de si en Chile hay prensa independiente y diarios como El Mercurio y La Tercera bordean el 20 por ciento entre quienes le atribuyen esa cualidad.

Una democracia sólida necesita que los medios de comunicación sean espacios pluralistas (en sí mismos y/o al evaluarlos en conjunto como sistema medial). También que fomenten debate en el que todos y todas puedan expresar sus visiones de mundo y, lo esencial, que informen a las personas para que tomen decisiones en libertad.

Este desafío no fue resuelto durante el tiempo que la Concertación gobernó y ahora la tarea será aún mayor ya que sabemos que existe una alta concentración mediática en manos de la derecha. Los diarios son los que mejor reflejan esta situación y los recientes anuncios de que La Nación será reformulada, sólo refuerza un escenario homogéneo de construcción mediática.

En este contexto, hay señales que tienen una importancia distinta en este nuevo escenario. Entre ellos, los medios que potencian sus pautas con aportes ciudadanos y los cotidianos debates que se generan en la red a través de herramientas como twitter y que visibilizan voces diversas en temas comunes. También las otras prensas que hablan de otros temas y que suelen ser invisibles para la mayoría, como los resultados del Primer Concurso de Comunicación Popular “saca la voz, ponla en movimiento”. Ahí se ven luces interesantes en los trabajos ganadores de la Radio Los Placeres, Konciencia y la revista La Cuneta de la Población La Legua.

Dos días antes del balotaje se concretó otra señal. Organizaciones sociales diversas hicieron una declaración pública para evidenciar una posición crítica ante el contenido del “Proyecto de ley sobre Servicios de radiodifusión comunitaria y ciudadana”, recién aprobado por el Senado. El llamado a la Presidenta es para derogar el artículo que penaliza a las radios comunitarias que transmiten sin licencia y que se cumplan los estándares internacionales de libertad de expresión en esta materia.

Al parecer, otra vez (nunca ha dejado de estar presente) toma fuerza la pregunta por el pluralismo en los medios de comunicación y la democratización de las comunicaciones. Sólo que ahora, tal vez nuevas voces se incorporen al coro.

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