Edgar Merino, representante de jugadoras: “Me siento más útil en el fútbol femenino”

Luego de algunos años en segundo plano, el fútbol femenino chileno tomó nuevos aires al clasificar al Mundial a disputarse el próximo año en Francia. Conversamos con el representante más importante del balompié femenino y que en el viejo continente creen que se convertirá en uno de los más trascendente de este deporte.

Por Andrés Ampuero

Edgar Merino se vio enfrentado a un cumplido que se convirtió a la vez en un momento incómodo, provenía del Presidente de un club femenino europeo. Ocurrió cuando participaba de un seminario en Madrid y fue presentado como el Jorge Mendes del fútbol femenino. Mendes es uno de los representantes portugueses más importante del mundo y sus principales representados dan cuenta de ello, Cristiano Ronaldo y Mourinho. Edgar se enfrentó a una situación que lo sorprendió, pero que luego entendió. Había logrado algo inédito en España, la arquera chilena Christiane Endler que militaba en el Valencia español fue traspasada por un monto en dinero al PSG de Francia, convirtiéndose en la primera transacción con plata en el fútbol femenino español. Edgar sintió, de alguna manera, que comenzaba a cumplir sus sueños de niño en el fútbol, aunque no como lo tenía planeado.

Desde pequeño intentó probar suerte y convertirse en arquero de fútbol profesional. A los 12 años se integró al centro de perfeccionamiento en Colo Colo, luego deambuló por las inferiores de Audax, Cobreloa y Antofagasta, hasta que llegó el momento de decidir entre seguir luchando por su sueño o dedicarse a los estudios superiores. Luego de mucho meditarlo optó por dar la PSU y quedó en Periodismo en la Universidad Católica. Se integró rápidamente al equipo de la Universidad, pensando en dejar atrás sus aspiraciones en el profesionalismo. Hasta que un llamado lo tomó por sorpresa, lo vieron jugar y lo invitaron a integrarse a Ferroviarios de la tercera división. “No estaba muy convencido, lo dudé, ya estaba en la Universidad pero insistieron”. El club le dio la opción de entrenar algunos días a la semana para no abandonar sus estudios y se integró al equipo. Sin embargo, luego de un tiempo fue imposible compatibilizar estudios y fútbol. “La UC no da facilidades como otras universidades para realizar una actividad deportiva profesional paralela a los estudios, así que tuve que abandonar”.

Luego de titularse, tomó la decisión de seguir por una apuesta personal. Se traslado a España a cursar un “Master International in Sport Management” en el Instituto Johan Cruyff y una especialización en “Gestor y Director de Entidades Deportivas” en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. La experiencia le sirvió para generar una red de contactos para su siguiente paso, armar una empresa de asesoría deportiva. Su primer cliente fue Mauricio Isla, trabajaba su imagen y su posicionamiento a nivel de medios de comunicación y lo mismo realizó posteriormente con la Crespa Rodríguez. Con la boxeadora logró la atención de la opinión pública en medio del título mundial alcanzado y hasta la Presidenta Bachelet la recibió en Palacio.

Edgar es ambicioso, le gusta soñar alto y su búsqueda de lo que realmente quería dedicarse la alcanzó luego de su experiencia en Europa. Ya en nuestro país se acerca a la jugadora Christiane Endler y deciden trabajar juntos. Aprovecha sus contactos y le consigue ofertas para jugar en Europa y la instala en el Valencia Club Femenino. Ahí se da cuenta que se abre una oportunidad. “Lo advertí cuando vivía en Barcelona, pude conseguirle algunas ofertas a Christiane y si lo pude hacer con ella, puedo con otras jugadoras”, concluyó.

Así fue como se inició en la representación, un camino difícil, ya que en Chile no existe un desarrollo del fútbol femenino. El ex Presidente de la ANFP Harold Mayne-Nicholls lo impulsó y todo lo alcanzado fue congelado por Sergio Jadue. Hoy el seleccionado no figura de manera destacada en el ranking FIFA. “La liga chilena no es muy competitiva, se producen goleadas desproporcionadas y eso hace complicado que se fijen en las jugadoras chilenas”.

Este año se hizo en Chile la Copa América y hubo un nuevo relanzamiento. Son 10 las seleccionadas que en la actualidad juegan en el extranjero y la mayoría de ellas las representa Edgar Merino. De seguro con la clasificación al Mundial del próximo año en Francia crecerá esa cantidad. “Hay mucho por hacer, nunca pensé que iba a terminar en el fútbol femenino, pero me siento más útil acá que en el masculino”.

Las diferencias por el momento con el fútbol masculino son abismantes, sobre todo desde el punto de vista económico, por eso las historias que están detrás de cada una de ellas ayudan a entender los sacrificios que han realizado por alcanzar sus metas.

Es el caso de Francisca “Pancha” Lara, ella antes de consagrarse futbolísticamente trabajaba en el aeropuerto con horarios duros para una deportista, entraba a las 4 de la mañana y salía a las 14 horas. Luego de esa extenuante jornada se iba a entrenar, hoy Pancha juega en el Sporting Huelva de España. “Lo que más valoro en las historias de las niñas son las ganas de salir adelante y quiero ayudar a cambiar vidas y realidades”, concluye ilusionado Edgar Merino.

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