Cuarto día de combates entre Armenia y Azerbaiyán 

Cruentos combates entre fuerzas de Armenia y Azerbaiyán en torno a la región separatista de Nagorno Karabaj continuaron hoy por cuarto día, sin que ninguno de los dos acepte abrir un diálogo pese a la tregua demandada por el máximo órgano de la ONU y una oferta concreta de Rusia, en la mayor escalada en años de este conflicto de décadas y que ya se cobró más de cien vidas.(Télam)

Solo el Ministerio de Defensa de la región separatista de Nagorno Karabaj informó hoy que los muertos ya superan los 100, lo que supone una veintena más desde el informe anterior, según la agencia de noticias rusa Sputnik, mientras las autoridades azerbaiyanas habían denunciado al menos 14 civiles fallecidos desde que comenzaron las hostilidades actuales, el domingo pasado, en el enclave separatista y en territorio de Armenia y Azerbaiyán.

Stepanakert, capital de la república separatista no reconocida, quedó esta noche sumida en la oscuridad y no se escucharon en la ciudad los ruidos de los combates en el frente, que está solo a unos kilómetros, informó la agencia de noticias AFP. Según las autoridades locales, la ciudad sufrió, sin embargo, bombardeos el domingo.

Hoy, el Ministerio de Defensa de Azerbaiyán aseguró que fuerzas armenias bombardearon la ciudad de Tartar, dentro de la parte no disputada de su territorio, donde dañaron «infraestructura civil» y causaron heridos.

Unas horas después, tras visitar a heridos en un hospital, el presidente Ilkham Aliyev dejó en claro que no están pensando en un diálogo o una tregua por ahora.

Exigió que Armenia «abandone incondicional, completa e inmediatamente» la región separatista de Nagorno Karabaj.

«Si el Gobierno de Armenia cumple con eso, los combates se detendrán, no se derramará más sangre, habrá paz. Azerbaiyán está restaurando su integridad territorial y tenemos todo el derecho a hacerlo», aseguró el mandatario, citado por la agencia de noticias rusa Tass.

Por su parte, Armenia también rechazó un diálogo, como había pedido ayer de manera unánime el Consejo de Seguridad de la ONU.

«No es apropiado hablar de una cumbre Armenia-Azerbaiyán-Rusia, en un momento en que hay intensos combates (..) para que haya negociaciones es necesario una atmósfera y condiciones adecuadas», dijo el primer ministro armenio, Nikol Pashinian a la prensa rusa, según la agencia de noticias Interfax.

Pese a las negativas de ambas partes, el canciller ruso, Sergei Lavrov, volvió a llamar a un diálogo y «confirmó la disponibilidad de Moscú para organizar los contactos necesarios, incluida la celebración de un encuentro de los jefes de diplomacia de Azerbaiyán, Armenia y Rusia», según un comunicado de su ministerio, citado por la agencia de noticias AFP.

Sin embargo, los combates continuaron escalando.

El Ejército de Armenia denunció hoy que fuerzas azerbaiyanas bombardearon posiciones del Ejército separatista de Nagorno Karabaj en el norte del enclave.

Aseguró que en los bombardeos intervinieron cazas F-16 de Turquía, y la Cancillería armenia exigió «una retirada inmediata de las fuerzas armadas turcas, incluyendo la Fuerza Aérea, de la zona de conflicto», informó la cadena BBC.

Sin embargo, Turquía, que apoya a Azerbaiyán en la disputa y es enemigo histórico de Armenia, ha negado que suministre armas al Ejército azerbaiyano, y el Gobierno de ese país dijo que no tiene aviones F-16.

Nagorno Karabaj queda dentro de Azerbaiyán, pero está bajo control de separatistas de lengua y raíces armenias apoyados por el Gobierno de Armenia desde 1994, cuando la región se separó de Azerbaiyán luego de una guerra de tres años.

Unas 30.000 personas murieron en ese conflicto, tras la disolución de la Unión Soviética.

La región montañosa tiene unos 4.400 kilómetros cuadrados, más o menos la quinta parte de la superficie de Tucumán, y está a 50 kilómetros de la frontera de Armenia.

El conflicto escaló ayer cuando Armenia afirmó que un caza turco F-16 había derribado uno de sus aviones de combate SU-25 dentro del espacio aéreo armenio y que su piloto había muerto.

Turquía y Azerbaiyán negaron la acusación.

Un asesor del presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, dijo hoy a periodistas por videoconferencia que en realidad el incidente involucró a dos aviones SU-25 armenios que perdieron el rumbo y se estrellaron contra una montaña.

El asesor Hikmet Hajiyev acusó a Armenia de cubrir el hecho, mientras que el canciller turco, Mevlut Cavusoglu, dijo que si Azerbaiyán pide ayuda, Turquía se la dará, según la agencia de noticias estatal Anadolu.

Con el pasar de los días, los combates y las denuncias cruzadas, crece el temor no solo de una nueva guerra abierta entre Azerbaiyán y Armenia, sino también una que arrastre de alguna manera a sus aliados internacionales, principalmente Rusia y Turquía.

En esa escalada, la Cancillería rusa denunció hoy que hay combatientes de grupos armados que pelean en Siria y Libia -dos guerras en los que participan Rusia y Turquía- luchando en «la zona de conflicto en Nagorno Karabaj».

«Combatientes de los grupos armados ilegales, especialmente de Siria y Libia, están siendo desplegados en la zona de conflicto en Nagorno Karabaj para participar en los combates», aseguró el ministerio en su comunicado.

En este contexto cada vez más complicado, la Organización por la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) intenta reactivar su misión de observación en la disputada región y varios líderes europeos buscan mediar en el conflicto.

El presidente francés, Emmanuel Macron, en conferencia de prensa en Riga, Letonia, pidió hoy conversaciones entre Francia, Rusia y Estados Unidos para mediar en el conflicto.

Esos tres países integran el llamado Grupo de Minsk, formado en 1992 por la OSCE para resolver la disputa o mediar en ella.

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