Música y Política de un ex Prisionero

¿Te pasó lo mismo entonces que a Jorge Arrate, que se desencantó de la Concertación?

Creo que a demasiada gente le pasó igual, o sino Marco Enríquez no tendría tanto arrastre. Son muchos los desencantados, y otro tanto vota por la Concertación por temor a que salga la Derecha. También pienso que si saliera Piñera, sería pésimo para el país, pero tampoco la Concertación cumple sus compromisos… Cuando los políticos se vuelven funcionales al sistema, y están en el poder, se olvidan de todos los compromisos que adquirieron. Me parece que la gente debería informarse más para poder dar un voto consciente y no inconsciente, como generalmente sucede.

Tu amiga de universidad, Soledad Donoso, te prestó algunos libros sobre comunismo… ¿Qué descubriste ahí?

Los leí y me parecieron interesantes, pero no soy comunista y tampoco vocero de ellos. Tengo simpatía por gente de muchos pensamientos. Cuando tú lees un libro, después te haces una idea muy extraña de la sociedad…. Finalmente ves que mucha gente de la Izquierda es parte del Gobierno, hay gente comprometida y poco comprometida en todos los sectores. En mi situación, soy de Izquierda, no porque tenga familiares que me lo hayan inculcado, o existan Detenidos Desaparecidos en mi familia, sino porque simplemente tengo sentido común, y me gustaría que la sociedad fuera más equilibrada. Hay que entregar una base para el desarrollo, el emprendimiento personal no basta. Necesitamos un Estado que se preocupe de sus ciudadanos, y no como ocurre en Chile, que muchas veces no nos tratan como ciudadanos, sino más bien como consumidores…

Tú te has definido como un “Cristiano de Izquierda”… finalmente ¿Cómo te convencieron, más que un partido, tus propios amigos, para dar el paso y ser candidato a diputado de la IC y el Juntos Podemos por el distrito 18?

Este es un camino, si alguien lee mi libro, sabrá que siempre he tenido una relación con la Iglesia, tengo un gran amigo que es sacerdote. Soy muy respetuoso de todas las creencias, no creo que los cristianos tengan la única verdad. Es una buena coincidencia que la Izquierda Cristiana me haya propuesto ser su candidato, porque seguramente vieron que tenía que ver con los principios que ellos mueven. Soy de Izquierda porque tengo sentido común, y el programa de la Izquierda tiene mucho de eso, me interpreta mucho su pensamiento que dice que “El desarrollo es para todos y no sólo para algunos privilegiados”. Además tengo respeto por las personas, no como los políticos que van en tiempos de campaña a hacerse el amigo y después desaparecen. Y lo otro, soy cristiano, he participado mucho de la Iglesia, y aunque no soy de misa dominical, siento que la palabra de Dios es una palabra de Izquierda, no es privativa para el Opus Dei o para pechoños, sino que es una palabra viva, y que se tiene que hacer visible por medio de las acciones. No basta con decir “yo creo en Dios”, hay que jugársela por los demás, o si no, no vale nada.

¿Desde un partido pequeño, se duplica el desafío por llegar a ser diputado?

Este es un partido que estuvo a punto de desaparecer, justamente por este injusto sistema binominal, que es excluyente, que hace que la gente se torne apática y no participe. De hecho, no tenía idea que un músico podía participar en política, pensaba que era un club para un grupo ABC1, gente poderosa, de dinero… pensaba que era parte de la vida de los privilegiados del sistema. Pero a Fernando Ubiergo le ofrecieron ser diputado y fue una revelación. Para nosotros los artistas esto es muy interesante, porque no podemos decir que seamos parte de los privilegiados del sistema, más bien siempre estamos esperando que caiga alguna migaja para recogerla… Aunque Fernando declinó la invitación, yo comencé a masticar la idea, a conversar con amigos políticos, y finalmente, siendo independiente, de hecho, no de pensamiento, me decidí a participar y con mi actitud espero provocar en la gente un entusiasmo, no sólo por mi candidatura. Es pensar que no sólo los políticos tienen la culpa de todo, que es la gente la que los elige finalmente.

En tu rol de músico te tocaba la responsabilidad de presentar tu arte frente al público… Ahora al presentarte ante la gente como político, ¿Es una responsabilidad similar?

Es similar, nunca me tomé a chiste Los Prisioneros y el compromiso social que teníamos, era en serio, por algo el público nos acompañó en la vuelta al Estadio Nacional. La gente no sólo fue porque querían escuchar las canciones, sino porque creían en el mensaje del grupo. No hay mucha diferencia, antes daba entrevistas sobre música y ahora hablo de política y música entre medio. Antes reclamaba porque la música chilena no sonaba en las radios o hice una canción que se llama “rico el país”, que habla sobre lo que siento que es Chile, un país que supuestamente es moderno, pero que en realidad no tiene “ningún brillo”.

El distrito 18 incluye Cerro Navia, comuna que ya conoces porque estuviste trabajando ahí en las Escuelas de Rock, cuando Cristina Girardi era alcaldesa. Ella ahora va como candidata a diputada ¿Cómo es tu relación con ella? ¿De fraterna competencia?

Ella va por la Concertación y yo por el Juntos Podemos, estamos en la misma lista, dentro del pacto contra la exclusión. Tenemos una buena relación, aunque no nos conocemos mucho. En teoría soy competidor de ella, pero si a los dos nos va bien podemos doblar, y ese es el punto, que no salga la Derecha, que es nefasta y autoritaria. Respecto a Girardi, que le vaya bien…

Hace unos meses hiciste pública tu adhesión a la candidatura de Marco Enríquez –Ominami, y finalmente optaste por la IC y Juntos Podemos. ¿Consideras que fue un revés para él? ¿Cuál es tu opinión de su candidatura?

Alguna vez se señaló que me había peleado con él. Una vez nos juntamos y no fue ni siquiera para darle mi apoyo, simplemente nos juntamos a conversar. A mí me entusiasmó su candidatura porque consideré interesante su crítica a la Concertación. Al tiempo después, recibí la invitación de la Izquierda Cristiana. En ese momento no conocía el programa de Arrate, que fue realizado en base a consultas por todo Chile, a un sin número de organizaciones sociales. El programa de Arrate es mucho más justo, más equilibrado y luminoso que el de los otros candidatos, que con matices, son prácticamente lo mismo. Al conocer el programa de Arrate, me fui identificando con su propuesta, que va mucho más allá que la de Marco, que tiene algunos aciertos. Pero la de Arrate ha sido una campaña invisivilizada, y de algún modo ninguneada por los medios, por el hecho de representar a la Izquierda. Y hablamos de una Izquierda que no es la de la caricatura, del pasamontañas, la barricada y la molotov. Sino que una Izquierda pensante, con compromiso real con la gente más sencilla de Chile, y a mí eso me identifica y entusiasma, porque eso fue lo que comenzamos a hablar en la época de Los Prisioneros.

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