Deuda al Magisterio

fco-chahuanEscribe Francisco Chahuán

La víspera y postrimerías del Día del Profesor recién pasado trajeron consigo escasos motivos de festejo para el Magisterio. A la negativa de los municipios de cancelar el Bono de Subvención Adicional Especial (SAE), se sumó el desconocimiento, de parte del Gobierno, de la llamada Deuda Histórica. Lo más curioso de este capítulo es que los mismos Ministros que hace un año plantearon la creación de la Comisión Especial para abordar el tema en la Cámara de Diputados, en estos días negaron que exista la deuda y fueron incluso más allá, al firmar que “eso es lo que ha dicho el gobierno siempre”.

Como miembro de la instancia legislativa que trabajó hasta evacuar un informe –aprobado unánimemente por sus integrantes y en Sala– la situación ha sido sorpresiva, por decir lo menos. Sin embargo, no era necesario haberse dedicado 9 meses a la tarea de identificar afectados, fijar montos y proponer fórmulas de solución para asombrarse por este imprevisto giro. En definitiva, la duda para cualquiera es: ¿por qué los titulares de Hacienda y Educación instaron a la Cámara Baja a formar una Comisión si nunca hubo deuda y, por ende, no existía objeto de estudio?

Cuesta entender que se haya resuelto aquello sólo con el fin de destrabar la discusión presupuestaria del año pasado. Lo cierto es que la circulación de una minuta con ideas fuerza para defender la postura oficialista evidenció cuánto los complica. Y no es para menos, considerando que el pago de la Deuda Histórica a los Profesores y Asistentes de la Educación era uno de los elementos fundantes de la Concertación de Partidos por la Democracia. Pese a que desde 1990 en adelante empezaron las evasivas, la Presidenta Bachelet no tuvo más remedio que asumir la responsabilidad de enfrentarlo, lo que hizo en el marco de la creación de la ya mencionada Comisión.

La deuda histórica se originó con la transferencia de los colegios a los municipios en 1981, cuando a Profesores y Asistentes de la Educación no les fueron reconocidos reajustes especiales del sueldo base, entregados poco antes a los empleados públicos. Esto generó un gran perjuicio a sus remuneraciones, que generó un reclamo del Magisterio ante la OIT, que fue acogido. De hecho, la Conferencia Internacional del Trabajo de este año abordó el tema e instó al gobierno a reparar la situación. Lo increíble es que la misma administración que hoy dice que nunca ha reconocido la deuda replicó que la Comisión Especial de la Cámara estaba a cargo de resolver.

Durante 9 meses 13 diputados integramos dicha instancia, logrando una propuesta de solución negociada, acotada y financiada para más de 80 mil profesores afectados. La fórmula fue un sistema de bonos compensatorio y post laboral y el pago de menos del 10% de los 11 mil 700 millones de dólares que se deben, asumiendo que la cifra es inabarcable. El acuerdo era que, terminado el plazo de análisis, el Gobierno enviaría un proyecto de ley para concretar lo pactado.

Hoy queda claro que la Ministra Jiménez no lee lo que firma y eso no lo queremos dejar pasar. Estamos evaluando aprobar mil pesos para el presupuesto de la cartera de la que ella es titular y la posibilidad cierta de interpelarla. Ella no le debe una explicación a los profesores y asistentes de la Educación, sino a todo el país.

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