“¿Dónde está Elisa?»: La inocencia de la juventud

¿Por qué se producen estos cambios?

Una forma de transmisión cultural es a través de las instituciones: la familia, el colegio, la religión. Una novedad de estos últimos treinta años y que se ha transformado en una nueva institución, son los medios de comunicación. Estos han llegado a ser una fuente importante de trasmisión de valores y conductas, que tienen gran poder sobre las personas y que han tomado más fuerza que las instituciones tradicionales. La televisión, el cine, internet entregan más contenido y con mayor rapidez que un padre, un profesor o un cura.

Si consideramos a los medios de comunicación como una fuente de transmisión cultural habría que revisar lo que están enseñando y cómo están encausando aquellas energías constituyentes del ser humano.

En las generaciones anteriores también existían fuerzas sexuales y agresivas, pero la cultura las conducía de otra manera. Si antes la gente se espantaba o sonrojaba al ver una escena romántica o erótica, ahora se muestran las mil y una maneras de tener sexo. Antes había un secreto que descubrir, ahora solo hay que imitar.

Con la agresividad sucede lo mismo: antes se veían películas del lejano oeste donde se pegaba un golpe en la cara o se mataba al “malo”. Ahora es posible ver la diversidad de armas que existen, las numerosas maneras de matar y, además, terminar con la vida de otro se transforma en algo posible. No es solo al “malo” a quien se elimina, sino que a cualquiera que se atraviese y “moleste” en el camino.

Estos ejemplos van produciendo nuevos registros en los jóvenes que influyen en su manera de ser, de hecho hay investigaciones que sugieren que los niños que ven programas violentos tienen más probabilidades de mostrar un comportamiento agresivo. Al mismo tiempo, han surgido conflictos y patologías nuevas que aún no se sabe cómo enfrentar: drogas, trastornos alimenticios, cortes en el cuerpo. A la vez, surgen también nuevos temas de interés: la ecología, la globalización (y la amplitud mental que implica), la igualdad de género, la libertad y autenticidad.

“Estamos en un mundo extraño…” (cap. 78), dice el Comisario Rivas a Francisca cuando la va a visitar a la capilla por la muerte de su hija. Si bien muchas personas tienen esta sensación, aún no es posible predecir las consecuencias de estos cambios. Son los jóvenes como Elisa quienes, en el futuro, tendrán la palabra.

10 Comentarios
  1. Fernando dice

    Muy buen artículo que encontramos también el el blog de Ximena Arrau (http://www.psiconocimiento.cl/2009/09/03/¿donde-esta-elisa-la-inocencia-de-la-juventud/), donde nos muestra un excelente análisis de la novela que nos tiene a todos intrigados.

  2. Natalia Catalina dice

    Me llama la atención que en la mayoróa de los análisis que se hace sobre este tipo de programación se enfoque siempre a la influencia en los jóvenes. Es un hecho que el mayor impacto, a mi modo de ver, se produce dentro del rango etario anterior, el público infanto-juvenil, entre lo 10 y 14 años.
    Son estos los principales espectadores de este nuevo formato nocturno, y en ellos repercute de forma más «violenta» los mensajes implícitos.
    Me gustaría una oponión enfocada hace este sector, la juventud chilena, tal como se señala en el artículo, ya tiene discernimiento, ya tiene un criterio formado y es menos permeable a influencias.

  3. Mönica de Pablo dice

    Excelente reflexión, necesaria de compartir en familia con los hijos, acercar las generaciones , hoy se hace especialmente necesario.

    Hacer también la diferencia conciente entre la realidad y la ficción y que no son modelos a imitar.

  4. Ja Court dice

    Muy buen análisis, es una visión interesante tomada desde un ángulo que no había pensado.. Me gusto mucho

    Creo que hay muchos padres en la parada de ‘yo ya tuve tu edad’ y creen que se la saben por libro, cuando en realidad lo que viven los jóvenes de hoy no tiene mucho que ver con lo que vivieron ellos antes.. Y es por eso que los niños piensan que sus padres no entienden nada y no confían en ellos y prefieren preguntar sus dudas a los pares o investigar en internet.
    Es como un círculo vicioso..

    Entretenido reportaje!! Felicitaciones

    …Ja

  5. Miguel Morales dice

    Junto con felicitar a mi amiga Ximena Arrau por su oportuno comentario sobre la teleserie «Elisa», le pido me permita aclarar un par de puntos que pudieran llevar a confusión:
    – los índices de delincuencia juvenil se mantienen estables desde hace más de 15 años atrás. Las cifras de menores de edad detenidos por Carabineros se mantuvieron estables desde el año 1990 al 2005, como lo muestran cifras de la DIPROFAM, recogidas por Alejandro Tsukame en su estudio realizado desde SENAME. La cantidad de adolescentes detenidos aumentó desde el año 2007, puesto que se puso en marcha la Ley de Responsabilidad Penal Adolescente (LRPA).
    – Al respecto, indicar que la LRPA surge como una necesidad para otorgar derechos y garantías a los imputados menores de edad, no porque se reconozca que los adolescentes se han vuelto más violentos estos últimos años.
    Felicitaciones por el artículo.

  6. Mª Angélica Arrau dice

    Te felicito por el artículo, aunque soy el único espécimen raro que no veo la teleserie, tocas un punto muy interesante para todos los padres de adolecentes.
    Me gustó mucho.

  7. Bernarda Labarca dice

    Gracias Ximena por agudizar la mirada sobre las dosis de agresividad de esta TV, que alimenta el imaginario de la mayoría de nuestra población. No dejo de asombrarme de esta audiencia seguidora de la violencia de los noticieros centrales para luego engancharse, y sin pausa, a una teleserie que sube aún mas los desibeles de violencia, al dramatizar sobre las torcidas vidas de una «familia».

    Sospecho de esta tv pública…porque poner como tema principal el discurso del miedo? Elisa da miedo. El mismo miedo que siento cuando por casualidad me toca escuchar noticias en tv sobre guaguas maltratadas, pequeños delinquiendo, niñas violadas, etc. En esta televisiva y sangrienta realidad donde infancia,juventud y violencia van de la mano, vale la pena preguntarse sobre el sentido de estos contenidos.Elisa no es la única adolescente. Quiero pensar en otra pérdida de la inocencia, donde el torbellino de dudas que invade al adolescente es contenido por un entorno de afecto y comprensión.
    Donde existe la familia sin comillas que se junta a las 21 horas para compartir y cenar escuchando música y que se acuesta de la mano de un libro que abre las fronteras de su imaginación y de su existencia.

  8. Ximena Arrau Herud dice

    Estimados,

    Muchas gracias por sus comentarios sobre el artículo “¿Dónde está Elisa?: La inocencia de la Juventud”. Si bien el artículo tuvo su inspiración en la teleserie, no es necesario verla para opinar sobre el tema referido.

    En general, muchos de Uds. aludieron a la relación padres e hijos, especialmente a la ausencia de los primeros. Flavia Alvares tuvo la gran ocurrencia de llamar a la serie “Donde están los padres de Elisa”. De hecho, Francisca, la madre de Elisa, también lo manifiesta en algún momento de la serie.

    Si bien existe cierta complejidad en la relación padres-hijos en la actualidad, no hay que olvidar que en otras generaciones había menos vínculo real, especialmente del padre, en la educación de sus hijos. Muchas personas eran criadas por “la vida” y sobrevivieron como pudieron. Habían muchos hijos, lo que no siempre permitía dedicar atención a todos y, en general, no existía gran cuestionamiento sobre el nacimiento de éstos y sus consecuencias: “llegaban” y se hacía lo que se podía.

    Actualmente, por diversos factores, también existe esta brecha, sin embargo hay teorías, escritos y lugares (incluso en internet y en la tv) que muestran preocupación por la educación, están en boga los psicólogos y neurólogos infantiles, y los padres muestran cierta inquietud sobre el tema. Sin embargo, hay cambios importantes como el aumento de mujeres que trabajan, lo que implica una ausencia de madres en el hogar; el tiempo y las exigencias: se trabaja muchas horas para financiar cosas básicas (alimentación, salud, educación, vivienda). Es decir, se vive en una vorágine, donde los padres actuales se encuentran estresados y no es posible, como dice Bernarda, acostarse de la mano de un libro (o de la mano de los padres), sino que es más fácil, tanto para padres e hijos, encender la televisión: “es una vorágine en que nos insertamos todos” (F.Alvares).

    Si bien antiguamente tampoco había tanta presencia real de los padres, funcionaba con mayor fuerza la imagen interna que se tenía de éstos: “te voy a acusar con tu papá cuando llegue”. Un amigo, que vivió gran parte de su vida sin su padre, contaba que al hacerse preguntas en su adolescencia, se respondía imaginando lo que él creía que su padre le contestaría. Es decir, las figuras internas tenían presencia. Quizás es ahí donde han invadido los medios de comunicación, ya que la realidad virtual tiene tanta o más fuerza que estas imágenes.

    Ahora, ¿Cómo se instalan las imágenes internas, de tal manera que sean lo suficientemente fuertes como para “ganarle” a los medios de comunicación? ¿Cómo se puede ayudar a los jóvenes y así a la humanidad a mutar en forma constructiva, con alguna orientación, como plantea Flavia?

    Es importante mencionar que al cuestionar los medios de comunicación no se critica a éstos en sí, sino al uso que se hace. La tecnología ha hecho grandes aportes, permitiendo mayor rapidez y acceso a la información. De hecho, ahora mismo estamos comunicándonos a través de este medio. El problema es el uso que se les da: el poder que tienen en las personas y en los hogares permitiría hacer cambios profundos en la sociedad, pero se quedan en los temas básicos, en los “bajos instintos”, en la farándula mediocre, en el engaño y la traición, en el terror de la violencia, en la superficialidad de las relaciones, en la sexualidad exacerbada, en los “cinco minutos de fama”, en vez de mostrar, como dice Mónica de Pablo, otros aspectos que harían grandes aportes culturales como por ejemplo el trabajo social que hacen algunos jóvenes: “La televisión es un medio extraordinario que todavía no ha sido tomado en serio” (Monica de Pablo).

    Sería interesante investigar la relación que existe entre la “suavización” de la ley penal y de la ley parental. Al parecer, algo está sucediendo en esta generación. ¿Por qué los padres y las autoridades van perdiendo su poder? No es solo porque los jóvenes los desautoricen (como sucede en todas las generaciones) si no que son las mismas autoridades quienes se muestran inseguras y poco convencidas de lo que hacen. (Ver: http://www.psiconocimiento.cl/2009/06/04/la-adolescencia-un-nuevo-mundo/)

    ¿Será que efectivamente los jóvenes terminarán autorizándose por ellos mismos? Si es así, realmente estamos frente a un cambio de paradigma, ya que significaría que todos los conceptos y teorías sobre el funcionamiento de la cultura, la sociedad y la constitución de las personas no serían válidos. Efectivamente estaríamos presenciando el nacimiento de un nuevo mundo.

    Es importante aclarar que el análisis realizado incluye a todas las edades. Se menciona a la juventud actual porque es en este grupo donde se están observando las primeras consecuencias, aún cuando todavía no se tiene un conocimiento acabado de lo que sucede.

    Los niños que nacen en la actualidad vienen con el “disco duro” incorporado. La televisión, internet, los celulares son parte de su vida, así como lo ha sido la luz eléctrica para nosotros: nadie pregunta mucho sobre ésta hasta que se corta y todo se paraliza. Eso mismo sucederá con los niños que serán jóvenes en el futuro. Por eso es importante cuestionar la calidad y el impacto de los medios de comunicación, ya que esa será (y es) la información que manejarán.

    Me parece muy interesante que personas jóvenes, a las que hace referencia el texto, comenten. Es un gran aporte para la discusión. Lo que me gustaría saber es cuál es el “ángulo que no había pensado” (Ja Court).

    Es verdad que la generación actual es diferente a la de antes, sin embargo siempre los jóvenes se han informado y han confiado más en sus pares que en sus padres (solo hay una “d” que hace la diferencia). Es posible que exista cierto pudor y límites necesarios entre padres e hijos que impidan hablar sobre algunos temas, especialmente sobre sexualidad.

    Lo que se pone en cuestión son los otros medios de información. Es común que dos adolescentes vean una revista pornográfica, escondidos, se sorprendan y quizás hasta aprendan juntos, sin embargo exhibir por una pantalla toda esa información puede entregar mucho aprendizaje, pero nada de sorpresa. Es el misterio y el descubrimiento lo que está en cuestión.

    Los datos sobre aumento de la delicuencia fueron encontrados en http://www.risolidaria.tdata.cl/Portada/Dirseccion/Home_Infancia.asp?dir=Temas_de_Analisis_IF&id=2787. Más allá de los números, está claro que el tipo de delincuencia ha cambiado en estos últimos treinta años. Antes los ladrones andaban más asustados que los propios dueños, ahora los asaltos y robos son bastante crueles y agresivos, llegando a tener un carácter casi cinematográfico.

    Bien. Muchas gracias por sus respuestas, ya que ayudan a pensar, intercambiar ideas y dan movimiento a nuestras palabras.

    Ximena Arrau
    Psicóloga Clínica

  9. Ximena Arrau Herud dice

    PD al texto anterior: se hace referencia a algunos comentarios que se realizaron en el blog http://www.psiconocimiento.cl, donde también fue publicado el artículo.
    Ximena

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