EEUU reformará programas de espionaje telefónico y digital

obamaBarack Obama reiteró que su Gobierno no tiene por objetivo «espiar» a los ciudadanos y afirmó que va a «trabajar con el Congreso» para lograr «reformas adecuadas» a la Sección 215 de la denominada Ley Patriótica.

Por INFOnews

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció hoy reformas a los polémicos programas de espionaje telefónico y digital de los Estados Unidos, que según dijo servirán para hacer más transparente y eficaz el monumental plan de espionaje masivo que reveló el «topo» Edward Snowden, y ayudarán a que se respeten los derechos civiles.

Obama negó que Snowden, a quien Rusia concedió asilo temporario, fuera un «patriota», y agregó que la aceptación rusa de ese pedido, es una razón más para «recalibrar» la relación de Washington con Moscú, pero admitió que el modo en que Snowden hizo sus revelaciones aceleró la búsqueda de soluciones.

«No es suficiente», dijo Obama, que los programas de espionaje «tengan mi confianza», y subrayó: «también el pueblo estadounidense debe confiar en ellos», para reiterar luego que su Gobierno no tiene por objetivo «espiar» a los ciudadanos.

El presidente de Estados Unidos aseguró que se darán pasos concretos que garanticen la mayor «transparencia» de los cuestionados programas, y se comprometió a encargarse activamente de su cumplimiento apenas regrese de las vacaciones.

Obama aclaró que va a «trabajar con el Congreso» para lograr «reformas adecuadas» a la Sección 215 (que autorizó la colecta de datos de llamadas telefónicas) del Patriot Act, ley que se adoptó tras el ataque a las torres gemelas de Nueva York el 11 de setiembre de 2001 y que muchos grupos de derechos civiles critican.

Obama también hará aumentar la confiabilidad de los tribunales encargados de autorizar las operaciones, tomará medidas para que las agencias sean más transparentes y protejan mejor los derechos civiles, y un grupo de expertos investigará los métodos y tecnologías usados para presentarle informes a él.

El anuncio se produce en medio de una creciente indignación entre los propios legisladores estadounidenses, así como entre los países aliados, por la masiva recolección de datos de llamadas telefónicas estadounidenses y de emails a nivel internacional.

Pese a admitir que las revelaciones de Snowden generaron «una respuesta mucho más rápida y apasionada que si simplemente yo hubiera creado la comisión de revisión», Obama consideró que el modo en que el «topo» filtró la información hace inaceptable que se lo considere un «patriota».

«No, no creo que el señor Snowden», ciudadano estadounidense en el exilio a quien su gobierno dejó sin pasaporte, «sea un patriota», afirmó categóricamente; señaló que existen otros «canales» para que exprese su «inquietud de conciencia» sobre el funcionamiento de los sistemas de espionaje estadounidenses.

Obama instó luego a Snowden a retornar a su país para presentarse ante un tribunal: «Los hechos son que Snowden fue acusado de tres delitos. Si ciertamente cree que lo que hizo estaba bien, entonces, como cualquier otro ciudadano estadounidense, puede venir aquí, y presentarse ante un tribunal con su abogado».

En cambio, describió, Snowden dio a conocer al planeta entero las dimensiones del sistema de espionaje centrado en la NSA como «filtraciones» que salieron «como un goteo» y, en algunos casos, «de manera oblicua».

La relación con Rusia, país que esta semana aceptó un pedido de asilo temporario de Snowden y frustró así la cacería mundial desatada por Washington apenas el «topo» se mostró en Hong Kong, también tuvo su lugar, después de que Obama cancelara una reunión prevista con el presidente ruso, Vladimir Putin.

Para Obama, EEUU debe ahora «recalibrar» su relación con Rusia y el caso Snowden no es más que otra muestra de ello. La decisión de Rusia de conceder asilo a Snowden, dijo, no es más que «el último episodio de una serie de diferencias crecientes que hemos visto surgir en los últimos meses».

La tensión entre Estados Unidos y Rusia viene en aumento desde que ambos países asumieron posturas opuestas en el Consejo de Seguridad sobre el intento de los opositores al gobierno sirio de Bashar al Assad de derrocarlo por las armas, que ya costó más de 100 mil vidas y provocó millones de refugiados, según la ONU.

Por ello, continuó, «probablemente sea apropiado que hagamos una pausa, reevaluemos qué es lo que está haciendo Rusia, cuáles son nuestros principales intereses y calibremos la relación, para que hagamos cosas que son buenas para Estados Unidos y, esperemos, también para Rusia».

Obama, de todos modos, mantiene sus planes de participar en la Cumbre del G20 en Rusia el mismo mes en que iba a tener su encuentro privado, ahora anulado, con Putin.

«Allí donde pueda, vamos a seguir trabajando con ellos, y donde tengamos diferencias se lo haremos saber de forma clara», aseveró Obama, quien acusó a Putin otra vez de comportarse «en consonancia con algunos viejos estereotipos de la guerra fría». Es la misma imputación que hicieron a Washington en Rusia esta semana.

Obama aclaró también que no cancelará la participación de su país en los Juegos Olímpicos de invierno que se celebrarán en Sochi (Rusia) en 2014, como se lo reclamaron miembros del Congreso por las leyes antihomosexuales en Rusia, pese a que, dijo «nadie está más ofendido que yo por algunas» de ellas.

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