Errazuriz declara ante Fiscalía por presunto encubrimiento de abuso sexual

El cardenal Francisco Javier Errázuriz declaró ayer durante 6 horas ante la Fiscalía como acusado de presunto encubrimiento de casos sexuales cometidos por sacerdotes.

«El cardenal Francisco Javier Errázuriz llegó hasta la Fiscalía Centro Norte para prestar declaración en calidad de imputado por encubrimiento de casos de abuso sexual al interior de la Iglesia Católica», informó el portal BioBio Chile.

El miércoles, la justicia chilena condenó a la Iglesia Católica a pagar una indemnización de 100 millones de pesos a cada una de las tres víctimas de abusos sexuales cometidos por el sacerdote Fernando Karadima.

Errázuriz, de 85 años, fue interrogado en relación a 11 casos, incluyendo el referido a Karadima.

El cardenal no realizó comentarios a la prensa; sin embargo, su abogado Juan Domingo Acosta sostuvo que Errázuriz no encubrió a ningún sacerdote, una afirmación refutada por los denunciantes.

«No sé qué esperar del cardenal Errázuriz, él es un mentiroso, se ha pasado la vida mintiendo y encubriendo, no solo el caso Karadima. Tiene un prontuario digno de récord. Qué bueno que también enfrente a la justicia, pero espero tan poco de él porque es tan miserable que no sé qué esperar», dijo uno de los denunciantes del caso Karadima, Juan Carlos Cruz, informó Cooperativa.

El fiscal Emiliano Arias, por su parte, dijo que la resolución sobre el caso de Karadima implica un insumo importante para la indagatoria de abusos en la Iglesia.

«Ese fallo da cuenta de cierto estándar de culpabilidad en cuanto habla de la negligencia e incumplimiento de ciertas obligaciones en un solo caso y ahora nosotros tenemos la posibilidad como Fiscalía de analizar no sólo un solo caso, sino que todos los casos que fueron sometidos a conocimiento del Arzobispado de Santiago», dijo el fiscal.

Karadima ejerció como sacerdote entre 1980 y 2006, y fue figura muy influyente en la elite conservadora chilena.

En 2011, tras una investigación canónica del Vaticano, fue declarado culpable de abusos sexuales contra menores y condenado a una vida de «penitencia y oración»; actualmente reside en una casa de reposo de la Iglesia.

Sin embargo, el sacerdote nunca fue condenado por la justicia ordinaria debido a que todos sus crímenes habían prescripto cuando comenzaron a investigarse. (Sputnik)

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