Felices Fiestas

SilvaEstimada y Estimado, estamos en la última semana del año y Usted al igual que yo a esta altura tiene ganas de gritar socorro. Se nos viene el año nuevo y hay que pasarla bien, hay que divertirse, comprar ropa interior amarilla, salir con la maleta, comer lentejas.

Por Matías Silva Alliende, abogado

Pasamos la Navidad, hicimos los regalitos a los sobrinos o nietos cuyo nombre puede ser que no se acuerde, pero es una manera de hacerles sentir que somos parte todos de una misma familia y que nos queremos mucho, que somos inseparables y compatibles en caso de necesitar una donación de sangre.

Para el próximo martes en la noche, hay que preparar comida para un regimiento, o bien comer esa deliciosa cena que nuestra querida madre, suegra, consuegra, cuñada o concuñada ha preparado, y que Usted seguramente pensará que pudo ser mejor.

Pero perdóneme que le agüe la fiesta, le voy a agregar un peso más, este momento es también para parar un poco la máquina y reflexionar. “Se termina el año y todavía no salí con la compañera de oficina. Ya es diciembre, y no bajé los 20 kilos que me propuse para este año. Este 2013 tampoco obtuve el aumento de sueldo que vengo esperando desde el 2010. Este año jugué tres campeonatos y en los tres salí segundo.”

Cada una de estas reflexiones es válida y más de uno se la ha planteado en esta época del año. Cada loco con su tema decía Serrat, y cada uno con su propósito, su esquema y su vida. Por mi parte quiero una sociedad chilena pluralista, expresiva, en que cada ciudadano se sienta cómodo, feliz y realizado.

Me gustaría que en el 2014 pudiéramos dar algunos pasos en democratizar la sociedad, hacerla más cercana a la sociedad que se debe defender, que sea un espejo de las mejoras, de la inclusión, de la posibilidad de progreso, por durísima que sea a veces. Esa parece ser la cosa. Cambiar la imagen de una sociedad que castiga a una que protege no es tarea fácil.

¿Cómo logramos lo anterior? Con alegría y ante todo respeto por el ser humano. Seamos críticos consumidores de las ideas que se nos ofrecen, para poder dejar de lado a los que prometen magia. Hay que hablar, si no le gusta lo que escucha, pero preste atención a lo que dice, no descalifique. También hay que escuchar, aflojemos con las computadoras, teléfonos y demás dispositivos cuando estamos con los demás.

Ser más humanos sería una buena medida. Esto que suena una frase trillada, no lo es. Una de las características de nuestra especie es poder privilegiar el futuro resistiendo, en las ocasiones debidas, la recompensa inmediata. Las buenas decisiones, en la mayoría de los casos dependen de esto para que a una sociedad le vaya mejor.

Tengamos la voluntad de transmitirles a nuestros hijos la capacidad de convivir en paz. Estimada y Estimado, sea Usted una inspiración para los demás, un activador de creatividad en un mundo donde las respuestas se agotan y se nos pide recrear las acciones con una mirada hacia una buena vida en sociedad. Plantee y plantéese preguntas.

Es importante mirar, dispongámonos a tener una mente abierta y sensible, que se involucre con pasión en todo lo que nos toca vivir como país, sin perder la ecuanimidad, la sensatez y la coherencia.

Haga actividad física, baile, camine, corra, en una sociedad pegada al computador, necesitamos aumentar y promover la implementación de políticas públicas que favorezcan la actividad física. Por mi parte prometo subirme a la bicicleta que el año pasado me regaló la Negra-mi señora- y que hoy día cumple la función de colgador de ropa.

Pero por sobre todo, no sea pesimista, haga como yo, sea un optimista escéptico. Tenemos que creer que si el presente no va a ser mejor, en una de esas el futuro si. Deje esa maldita frase de que todo tiempo pasado fue mejor. Seamos capaces de diferenciar la realidad, que puede ser mala o no tanto, o quizás con sus matices buenos pero no tantos, de esa ficción supuestamente basada en datos reales que nos intentan vender muy barata y que finalmente resulta cara, porque de realidad no tiene mucha.

Finalmente sonría más, ese es el mejor regalo que les podemos dar a nuestros padres, hijos, parejas, vecinos, en fin a todos, y porque no, a nosotros mismos. Regálese Usted una sonrisa, o mejor, regálese una carcajada, o si quiere cáguese de la risa, quizás le sirva para enfrentar de mejor manera el próximo diciembre. Un abrazo y felices fiestas.

Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.