Francisco Ortega: La paso muy bien escribiendo novela histórica

Montserrat Martorell entrevistó al periodista y escritor, autor de Logia, Francisco Ortega, con el que hablaron sobre su último libro “El cáliz secreto”, sus pasiones y las vivencias en el canal Beagle. Adelanta que está trabajando en una biografía comic de Augusto Pinochet.

Por Montserrat Martorell

Cuenta que este año le ha tocado vivir días intensos, no solo por la publicación de su libro El Cáliz secreto, también porque comenzó a escribir guiones y a desarrollar más trabajo de oficina.

“Fue un cambio bien freak” señala y agrega porque “cuando uno escribe, está mucho tiempo solo y yo soy bien solo para escribir, necesito que no me molesté nadie. Con suerte dejo que el gato entre al escritorio”. Dice que se dio cuenta, al volver al mundo, que estuvo los últimos dos años de su vida con muy poco contacto humano y que el regreso “fue todo un desafío”.

Francisco Ortega, oriundo de Victoria (1974), que estudió periodismo en la Universidad de La Frontera y se ha desempeñado como editor y guionista, también ha escrito varios libros, entre ello Logia, Mocha Dick: La leyenda de la ballena blanca y Andinia. Además Dioses chilenos, obra que se adelantó a El cáliz secreto, por accidente, pero uno de verdad. “En septiembre del 2017, me tocó ir a la última escuela del mundo, en Puerto Williams, más al sur, a hablar sobre Mocha Dick, para cerrar la actividad de ‘Diálogo en Movimiento del Consejo de la Cultura’ y ocurrió una tragedia”, cuenta. Recuerda que abordaron el barco Arcángel, una lancha de la armada, diseñada para transportar a 10 personas y que subieron 16. “Fue como una serie de malas decisiones que se tomaron”.

Ese día, la capitanía de puerto, había informado que las condiciones eran malas para la navegación, porque se estaban produciendo trenes de olas y la embarcación tenía que transitar por el canal Beagle.
“Una persona del grupo, que tenía que estar sí o sí en Puerto Williams, pidió que fuéramos, bajo su responsabilidad. Las señoras fueron sentadas, el resto de los más jóvenes de pie, yo iba adelante como agarrado de la ventana, al lado mío iba el sargento de lancha. Y claro, de repente yo veo una pared de agua, igual que la película de George Clooney, La Tormenta Perfecta…

¿Tú dijiste “aquí nos morimos”?
Yo pensé que nos íbamos a dar vuelta, de verdad.

¿Pero pensaste “me voy a morir acá”?
Sí, yo pensé que me iba morir, sobre todo cuando la lancha acelera y pasa por debajo de la ola, como un submarino y después la presión la saca y la hace saltar por la parte trasera de la ola y cae a un vacío de 5 o 6 metros; es como golpear con piedras. Todos los que íbamos de pie volamos. Y yo, como iba adelante, me caí hacia el casco de la embarcación y las dos niñas que se agarraron de mí -una señora y una chica más joven-, cayeron sobre mi pierna y me la dieron vuelta, quebrándomela en tres partes.

Menos mal no fue la espalda…
Por suerte. Cuando pasó, yo pensé. “Oh, aquí cagué”. Pero no, después la recuperación fue bastante rápida y como no pude hacer todos los viajes para terminar El Cáliz Secreto, que tenía otro nombre, lo postergué. Ya en cama, estuve tres meses en recuperación, le digo a la editora de Planeta, “¿sabes qué? tiremos el libro para un año más, para poder terminarlo bien. Es una novela bien grande. El Cáliz Secreto, son 2 novelas en una, pero tengo esta idea: hacer el libro de mitología chilena para todo público”. Y ella me dice “sí, como el libro de Neil Gaiman (Mitos nórdicos), que nosotros tenemos los derechos en español”. “Mmm, qué lata”, pensé, porque era como hacer lo mismo. Y ahí le doy otra vuelta a “Dioses chilenos” y le digo: “y si hacemos el libro desde una perspectiva de los mitos a través de la no ficción”. Y ella me dice “¿pero cómo? ¿Mitos con no ficción?”. Sí, le dije, periodismo mitológico”, como lo que hacía Oreste Plath, en el fondo ir, hablar con gente que vio o dice haber visto a El Caleuche o dice haber encontrado la ciudad de… y contar su historia y a través de ella el mito. Además lo tenía harto armado. Yo en el fondo agarro todo lo que hice para Mocha Dick, que hice mucha investigación de los mitos mapuche en terreno, por lo que tenía muchas carpetas.

Y aquí está el arte de narrar, de encontrar historias, de tu parte, pero también me imagino que esta la pasión por la historia, porque de otra forma no se explica que te dediques a escribir este tipo de cosas.
Más que la pasión por la historia, es la pasión por contar. Yo tenía un problema con la historia de Chile en el colegio. Encontraba que la historia del mundo era mucho más entretenida que la nuestra. Porque, claro, te la enseñaban para la Prueba de Aptitud Académica. Eran fechas y hechos. Pero cuando te enseñan que la historia de todo el proceso de Independencia entre 1810 y 1823, está llena de traiciones y de gente que se mata por la espalda, que parece un capítulo de Game Of Thrones, te das cuenta de que la historia de Chile es muy entretenida. Es super apasionante y en esta investigación y sobre todo el trabajo que he hecho como para Chilevisión, que hice el “Adiós al Séptimo de Línea”, me encuentro con historias muy interesantes, como por ejemplo que el personaje central es la primera espía mujer en la historia de la literatura.

Y que de alguna manera tiene un público cautivo.
Tiene un público cautivo, porque en Chile se lee mucha novela histórica. Yo sentía que había una deuda pendiente con una versión chilena de ese tipo de literatura.

¿Te interesa seguir saldado esa deuda?
Yo la paso muy bien escribiendo novelas históricas. El Cáliz Secreto, su primera parte es una novela histórica, donde cuento la vida de Gustave Verniory, un belga que llega en 1881 contratado por Balmaceda para construir los puentes de la Araucanía; la segunda parte es un thriller, que es contemporáneo, que es un personaje femenino, que está narrado en primera persona. Lo que más me costó de esa novela es hacer la voz de mujer…

Que por lo que leí te asesoraste con mujeres, feministas, amigas…
Mi mejor amiga se declara como femibolchevique, es parte de las Organizaciones del 8M y me revisó todo.

Dicen que es tu novela más política.
Es la novela más política. En la novela es muy importante la Dictadura de Pinochet. Creo que es la primera, no sé si es una saga. A mí la figura de Pinochet me interesa mucho. De hecho estoy trabajando con Félix Vega en una biografía en cómic, novela gráfica. El libro se llama “Augusto Pinochet, una novela de terror”, porque es lejos lo más duro que yo he hecho en ficción y no ficción, que es tratar de meterme a la cabeza de Augusto Pinochet.

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Esta publicación contó con el auspició y apoyo del Fondo de Medios de Comunicación Social del MSGG 2019

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