Brasil: el dueño de la discoteca intentó suicidarse

El dueño de la discoteca brasileña Kiss, que se incendió causando 235 muertes el domingo por la madrugada, intentó suicidarse en el cuarto de hospital en el que se recupera tras haber sobrevivido a la tragedia de la ciudad de Santa María, estado sureño de Rio Grande do Sul, informó hoy la policía.

Por INFOnews

El comisario Marcelo Arigony, jefe de la investigación, afirmó que el detenido empresario dueño de Kiss, Elissandro Spohr, alias Kiko, quiso quitarse la vida con una manguera de la ducha en el cuarto del hospital de la ciudad de Cruz Alta, vecina a Santa María, donde se recupera de la intoxicación sufrida el domingo.

«Ahora está bien luego de la tentativa de suicidio. Fue esposado a la cama de su habitación», dijo el comisario Arigony.

Además de Spohr, está detenido su socio Mauro Hoffmann y dos miembros de la banda Gurizada Fandangueira, acusados de haber lanzado una bengala al techo de goma espuma que causó la peor tragedia de incendio de los últimos cincuenta años en Brasil.

Los empresarios están detenidos temporalmente hasta el viernes para determinar su responsabilidad en el incendio.

«Pedimos una prisión temporal por 30 días y apenas conseguimos cinco, vamos a renovar este pedido, no es culpa de nadie, sino de la ley que exige requisitos muy específicos para detener a alguien», explicó el comisario.

La Policía Civil, dijo el comisario, está dispuesta a «cortar en su propia carne» para investigar y encontrar a los responsables por no haber fiscalizado las medidas de seguridad, tanto a nivel municipal como en el Cuerpo de Bomberos, que depende de la gobernación de Rio Grande do Sul.

Desde agosto que tenía el permiso vencido de seguridad de los bomberos para funcionar la discoteca Kiss, que fue escenario de una serie de irregularidades.

La disco no tenía salidas de emergencia, carecía de la habilitación sobre cuestiones de seguridad, tenía más personas en su interior que lo permitido y la banda que tocaba usó pirotecnia en un lugar cerrado revestido con productos inflamables.

El alcalde de la Santa María, Cézar Schirmer, culpó a los bomberos -que dependen del gobierno estatal y no del municipal-de no haber renovado la habilitación. «Los permisos municipales estaban en regla según una fiscalización de abril de 2012», dijo. Al diario O Globo, rechazó deficiencias, como lo indica la policía, en una fiscalización.

«Entonces cada brasileño-respondió- tendría que tener un fiscal para tener control absoluto. Si existen irregularidades, tomaremos las medidas que deban ser tomadas».

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