Italia no descarta nuevas restricciones a países europeos para evitar la importación de casos

Mientras crece la presión de los gobernadores de todo el país para que se realicen más controles en los aeropuertos y aumenten las medidas para frenar la importación de nuevos casos de coronavirus, el Gobierno italiano anunció hoy que no descarta "volver a tomar medidas restrictivas" al ingreso de personas desde países de riesgo, incluidos los de la Unión Europea. (Télam)

«Estamos siguiendo muy de cerca la evolución de la situación epidemiológica en el resto de Europa y el mundo, y estamos decididos a defender a nuestro país de nuevas oleadas originadas por casos de importación», planteó en entrevista con Télam el secretario general del Ministerio de Salud italiano, Giuseppe Ruocco.

«Si se verifican condiciones objetivas parangonables a las que ya nos llevaron a adoptar medidas restrictivas, incluso para países de la Unión Europea, las volveremos a tomar», planteó Ruocco.

La declaración de Ruocco se da en un marco en el que, en las últimas horas, han aumentado los contagios en jóvenes y personas que volvían a Italia de vacaciones en países mediterráneos como Malta, Grecia y España, y luego de que en las últimas semanas el Gobierno de Giuseppe Conte haya incluido a Serbia, Kosovo y Montenegro en la lista de «países en riesgo» para los que impone el cierre de fronteras.

La región de Emilia-Romaña, en el norte italiano, anunció que será obligatorio el test de coronavirus a todas las personas que lleguen desde España, Grecia y Malta.

La sureña Apulia, en tanto, dispondrá la cuarentena obligatoria de 14 días a las personas que lleguen de esos tres países mediterráneos, considerados los principales focos para el turismo italiano, según planteó hoy el gobernador Michele Emiliano en redes sociales.

Ruocco explicó que de todos modos el Gobierno italiano se apoya «en la coordinación entre los países de la Unión y en el intercambio continuo y transparente de información para evitar, en la medida de lo posible, medidas que no se basen en datos ciertos y homogéneos».

«Ciertamente los casos importados pueden constituir el origen de focos importantes, desde el momento en el que países desde los que tenemos un flujo de entrada o de regreso están en condiciones epidemiológicas peores que las nuestras y que la temporada de verano, así como los desplazamientos de verano, favorece los contagios fuera de Italia», aseveró Ruocco.

En términos generales, a casi seis meses del primer fallecimiento en Italia, registrado el 21 de febrero, Ruocco consideró que en el país «la situación epidemiológica está ciertamente en una fase de remisión respecto a la gran ola de primavera».

«De todos modos son numerosos los focos, constituidos la mayoría por pequeños grupos de casos, que demuestran que la presencia del virus es autóctona y de importación y por lo tanto el índice que indica la replicación viral, el famoso R0, está en torno a 1 en muchas partes del país», agregó el funcionario.

Sobre otro de los puntos de preocupación oficial y en base a la cantidad de contagios de jóvenes y a una edad promedio de los nuevos casos que bajó de 43 a 38 años en solo un mes, la línea del Gobierno seguirá siendo la de pedir prudencia y cumplimiento de las normas vigentes.

«Los jóvenes, ellos sufrieron de modo particular la cuarentena y ahora, con el verano y la reducción de las alarmas, tienden a manifestar comportamientos no siempre adecuados. Por una serie de motivos, incluso relativos al comportamiento, el porcentaje de infectados de menos de 50 años así como de los más jóvenes aumentó significativamente en las últimas semanas», explicó.

«Incluso si los jóvenes tienden a manifestar síntomas menos graves en la mayor parte de los casos, o incluso su infección se da de forma asintomática, eso no merma su capacidad, una vez infectados, de transmitir el virus a personas con más riesgo de desarrollar formas severas de la enfermedad», sostuvo, en un marco en el que de las más de 35.000 víctimas de Italia, ninguna tenía entre 10 y 19 años, según las cifras oficiales.

«También por esto continuamos pidiéndoles comportamientos responsables y el uso de las tres reglas fundamentales: mascarillas, lavado de manos y distanciamiento físico, evitando aglomeraciones», analizó.

De cara a los temores regionales por posibles rebrotes masivos, Ruocco planteó que «nadie puede decir con certeza si, y en qué medida, puede haber una segunda ola».

«Personalmente, pienso que, por la mayor capacidad de diagnóstico y de aislamiento de los casos y de los contactos, y por la organización de los servicios territoriales y hospitalarios perfeccionados en los últimos meses, no esperamos una crisis grave como la primera, sino más que nada eventuales focos en áreas puntuales», planteó.

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