Justicia deberá investigar muerte del general Bonilla en 1975

El hijo del uniformado, Eduardo Bonilla, solicitará se reabra el caso del supuesto accidente ocurrido hace 44 años.

El hijo del general Óscar Bonilla, uniformado quien murió en un accidente de helicóptero en marzo de 1975, solicitará a la justicia chilena que investigue las causas del hecho y determine si hubo o no participación de terceros en la caída que dejó siete fallecidos.

El ex diplomático Eduardo Bonilla no descarta que tras la muerte de su padre esté la mano del director de la DINA, ya fallecido, Manuel Contreras, a quien el general criticó e incluso mandó a detener cuando se enteró que practicaba torturas en el regimiento de Tejas Verdes, antes de la creación del organismo represivo.

Bonilla, quien se desempeñó como ministro del Interior tras el golpe y luego, a partir de mayo de 1974 como titular de Defensa, era considerado uno de los artífices del 11 de septiembre, pero más liberal que Pinochet e incluso cercano a la DC.

En el accidente, además del uniformado, murió uno de los pilotos, el copiloto y cuatro civiles, María Ortuzar, Mario Rodríguez Ortuzar y Angélica Rodriguez, estos últimos menores de edad. Solo se salvó uno de los ocupantes.

Las investigaciones de la época determinaron que el accidente se produjo por la «imprudencia» del piloto, pero diversos testigos señalaron que la nave que traía a Bonilla de vuelta a Santiago, tras un breve reposo en Curicó, presentó extraños ruidos y explosiones antes de desplomarse, cuatro minutos después de su partida del fundo Santa Lucía en Romeral.

Bonilla, quien se acaba de jubilar de su trabajo en la cancillería, será representado por el abogado Luis Hermosilla.

«Hay personas que dicen que fue un accidente; otros tienen grandes dudas y hay quienes están seguros de que fue un atentado. Yo quiero la verdad», señaló Eduardo Bonilla a la prensa cuando anunció su iniciativa judicial.

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