Londres empantana la negociación por el Brexit con un proyecto para revisar parte del acuerdo

Las conversaciones entre el Reino Unido y la Unión Europea se reanudaron hoy con el pesimismo de llegar a un acuerdo debido a la preocupación de que Londres esté dispuesto a presentar una ley que "viola el derecho internacional", según admitió el propio Gobierno, al modificar disposiciones pactadas para la salida del país del bloque el 31 de enero próximo. (Télam)

El primer ministro, Boris Johnson, impulsa un proyecto sobre el mercado interno que afectaría las normas aduaneras y comerciales posteriores al Brexit en Irlanda del Norte, lo que anula lo negociado previamente con Bruselas para la históricamente convulsionada frontera con la República de Irlanda.

El ministro británico para Irlanda del Norte, Brandon Lewis, reconoció que la normativa «violará el derecho internacional» si es aprobada, aunque justificó la medida al señalar que sería «muy específica, razonable y limitada».

En ese sentido alegó que existen «precedentes» para el Reino Unido y otros países que necesiten considerar sus obligaciones internacionales a medida que cambian las circunstancias.

Pero este proyecto resurgió los temores a que colapsen las negociaciones por el Brexit que justo hoy reanudaron el representante de la UE, Michael Barnier, y el de Londres, David Frost.

El Partido Laborista criticó al Gobierno por su intención de modificar el acuerdo del Brexit para Irlanda del Norte y dijo que los ciudadanos británicos y los socios internacionales del país «no podrán confiar» si se incumplen las obligaciones.

Al respecto, la responsable de este partido opositor para Irlanda del Norte, Louise Haigh, describió la afirmación de Lewis como «absolutamente asombrosa» y advirtió que » perjudicaría gravemente» la autoridad del Reino Unido en la esfera internacional.

Haigh acusó además al primer ministro de «utilizar una vez más a Irlanda del Norte para sus fines políticos».

Al comentar sobre el acuerdo alcanzado en octubre pasado para evitar una frontera dura con Irlanda del Norte, Haigh dijo que el protocolo no fue impuesto al primer ministro, que fue él quien lo renegoció personalmente, hizo campaña y legisló al respecto y luego lo ratificó en un tratado internacional.

“Se trata de confianza. ¿Cómo puede la gente de Irlanda del Norte confiar en este Gobierno con el cuidadoso progreso logrado en las últimas dos décadas cuando les dicen que el protocolo es necesario para protegerlo y luego sugieren que lo eliminan?», apuntó la ministra en la sombra.

La ex primera ministra, Theresa May, cuyo mandato se debilitó debido a las oposiciones a su acuerdo propuesto para Irlanda del Norte el año pasado, advirtió también sobre las graves consecuencias si avanza el proyecto de ley.

«¿Cómo puede el Gobierno asegurar a los futuros socios internacionales que se puede confiar en que el Reino Unido cumplirá con las obligaciones legales de los acuerdos que firma?», cuestionó

Según la prensa británica, entre ellas el diario The Guardian y el Financial Times, por este tema renunció hoy un alto funcionario del Reino Unido.

El jefe del departamento legal, Jonathan Jones, dejó el cargo en desacuerdo a la intención de Johnson de anular partes del Acuerdo de Salida de la UE, indicaron los medios de comunicación.

Jones es el sexto alto funcionario que dimite este año entre las crecientes tensiones entre el líder británico y algunos representantes de su mismo Partido Conservador.

La ausencia de barreras físicas entre la República Irlanda, que sigue siendo parte de la UE, e Irlanda del Norte, una de las cuatro naciones que conforma Reino Unido, fue una de las bases del acuerdo de paz que puso fin a años de violencia independentista.

Estas barreras dejaron de ser necesarias cuando ambos territorios pasaron a ser parte de la zona aduanera de la Unión Europea, pero con Reino Unido fuera del bloque, esas tendrían que volver a levantarse, aunque tanto Londres como Bruselas se comprometieron a que eso no ocurra.

Pero a medida que se acerca la fecha límite del período de transición, el Gobierno británico parece endurecer cada vez más su posición ante la UE y se prepara para una salida sin acuerdo

Ayer, Johnson fijó como fecha límite el 15 de octubre para llegar a un acuerdo comercial con la UE y advirtió que de lo contrario, el Reino Unido seguirá adelante sin un marco que regule las relaciones económicas con el bloque.

El premier británico insistirá esta semana con que si Londres y Bruselas no llegan a un acuerdo en octubre, el Reino Unido estará listo para «seguir adelante».

El Reino Unido abandonó la UE el 31 de enero, pero ambos pactaron un periodo de transición hasta fin de año, durante el cual Londres sigue cumpliendo con las normas del bloque pero sin tener voz en sus decisiones, para darse tiempo de alcanzar un acuerdo que regule el comercio entre ambos.

Las dos partes pretenden llegar a un acuerdo sobre el comercio y las relaciones futuras antes de la cumbre de líderes de la UE el 15 de octubre, de forma que el acuerdo pueda estar listo para cuando expire el período de transición del Brexit, el 31 de diciembre.

Si no hay un acuerdo comercial para el 1 de enero de 2021, el Reino Unido saldrá de la transición sin ese pacto y bajo las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

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