Sebastián Piñera, El candidato inversionista

Tiene una fortuna no totalmente cuantificada pero que se estima se ubica entre los mil 200 y los dos mil millones de dólares. Ha sido senador, presidente de un partido, varias veces precandidato y en dos ocasiones ha postulado a La Moneda. Es dueño de un canal de TV y controla casi el 30 por ciento de LAN. Hoy, está dispuesto a dejarlo casi todo, para ser Presidente de la República. Extracto del capítulo El candidato inversionista del libro Los Magnates de la Prensa de la periodista María Olivia Mönckeberg.

(Extracto del libro Los Magnates de la Prensa de María Olivia Mönckeberg)

“‘La locomotora’ fue el apodo con que se le conoció en la campaña senatorial de 1989, cuando Sebastián Piñera Echenique decidió dedicar una parte de su ajetreada vida a la política. Corrió y alcanzó un sillón en la Cámara Alta, presidió su nuevo partido Renovación Nacional, pero tropezó en el camino.

Estuvo en el Congreso hasta que se aburrió y cuando el período llegó a su fin -en 1997- no volvió a postular. Quería llegar más alto pero no era su momento.

Desde fines de los noventa puso el pie en el acelerador de sus negocios, haciendo apuestas diversas y exitosas que le permitieron transformarse en uno de los hombres más ricos de Chile en corto tiempo.

Acumuló una fortuna estimada entre mil 500 y dos mil millones de dólares, pero el dueño de la Línea Aérea Nacional, LAN Chile y del Canal Chilevisión -entre otras pertenencias- tiene un horizonte en su vida que trasciende la conducción de sus empresas. Desde que en enero de 2006 Michelle Bachelet, la primera mujer que llegó a la Presidencia de Chile, lo derrotó en la segunda vuelta electoral, no ha descansado en su intento por alcanzar la meta que se ha impuesto: aterrizar en La Moneda.

Si logra triunfar en la larga y frenética carrera por cruzarse la banda presidencial sería el primer representante de la derecha electo en las urnas, desde que hace ya más de cincuenta años, Jorge Alessandri Rodríguez se impuso en septiembre de 1958, con un 31,6 por ciento de los votos, sobre el socialista Salvador Allende Gossens, quien obtuvo casi un 29 por ciento. En esa ocasión, Eduardo Frei Montalva, del recién fundado Partido Demócrata Cristiano, logró el 20,7 por ciento; Luis Bossay Leiva, del Partido Radical, remató con 15,5 por ciento. Y el ex sacerdote Antonio Zamorano Herrera, conocido como el ‘Cura de Catapilco’, movió la balanza a favor del candidato derechista al obtener un 3,3 por ciento del electorado.

‘Don Jorge’ -como le decían hasta los más cercanos- tenía marca y sello de Presidente otorgada por su padre Arturo Alessandri Palma. Y aunque había encabezado la Confederación de la Producción y del Comercio, y la Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones, era famoso por su austeridad. Ahorrativo y distante, fue uno de los adversarios más firmes de que la televisión llegara a Chile.

No deja de ser irónico que quien lo puede “suceder”, medio siglo después, sea un entusiasta de la TV, dueño de un canal y frecuente invitado a todo tipo de programas. Un magnate de nuevo cuño, a quien halaga el reconocimiento de sus admiradores por su multimillonaria fortuna consignada en los rankings mundiales.

El severo rostro de ‘el Paleta’ -como apodaron en su campaña a Alessandri-, retratado en simples afiches de papel que se colgaban en las casas y en las calles, contrasta con la sonrisa eterna y los esfuerzos por aparecer en las más diversas actividades de Sebastián Piñera.

Nunca se le habría ocurrido a Jorge Alessandri salir al paso de un desfile a saludar a los uniformados, ni menos asistir a un funeral “equivocado” con un despliegue de camarógrafos.

Son otros tiempos, es cierto.

El problema para Sebastián Piñera es que adquirir una empresa o hacer una operación en la Bolsa de Comercio no es lo mismo que conquistar el voto popular de un país donde la desigualdad social y económica es uno de los más agudos problemas. Y donde aún está viva en la memoria la dictadura en la que participaron activamente quienes hoy lo respaldan. Aunque muchos de ellos prefieran olvidarlo.

EN TANTAUCO

Un sombrero de ala ancha fue el atuendo característico del candidato presidencial en la temporada de verano 2009. Pantalones -cortos de preferencia- y diferentes estilos de casacas deportivas o chalecos sin manga formaron parte del look del inversionista que se desplaza pilotando su helicóptero a través de sus numerosas propiedades.

Para un encuentro de trabajo con sus colaboradores y amigos, integrantes del denominado grupo Tantauco, eligió precisamente el inmenso parque que él mismo bautizó con ese nombre. Hasta allá trasladó a sus invitados, recorrió con ellos las maravillas naturales que constituyen hoy uno de sus más preciados tesoros y los atendió a cuerpo de rey, en un estilo turismo aventura. Sebastián Piñera marcó así el comienzo formal de su segunda campaña presidencial en el año de las elecciones.

Aunque no estaban todos los que son, participaron en ese evento -y dejaron fotografías para la posteridad- algunos representantes de lo más granado de la derecha financiera chilena: empresarios como el presidente del Banco Santander, Mauricio Larraín, ex intendente de bancos en la crisis de los ochenta, y el presidente de Celfin Capital, Jorge Errázuriz, cuya empresa es una de las que eligió para administrar parte de sus cuantiosos bienes, a través del “fideicomiso privado” anunciado en abril.

Estuvo también en ese primer cónclave en la isla el abogado Jorge Carey y, entre los economistas, Juan Andrés Fontaine Talavera y el administrador de Econsult y del Fondo Halcón José Ramón Valente. Además, concurrieron otros antiguos amigos de Piñera como Ricardo Bachelet e Ignacio Guerrero, y personajes característicos de la Alianza por Chile como ‘la Regalona’ Carmen Ibáñez, y el almirante retirado y senador Jorge Arancibia, otrora adversario del candidato.

Los asistentes a este peculiar “retiro” tuvieron misa diaria celebrada por el capellán del Hogar de Cristo Agustín Moreira, y la animación nocturna de ‘el Negro’ Miguel Piñera, hermano del presidenciable, quien concurrió acompañado de su esposa la modelo Belén Hidalgo. Como representantes de la familia participaron también el hijo mayor del candidato, Sebastián Piñera Morel, y Cecilia, la hija médico.