Camilo Ballesteros, Presidente Feusach: "Los estudiantes queremos un Chile que critique y construya"

La Universidad de Santiago le ha otorgado masividad al movimiento estudiantil y además ha aportado con llamativas formas de protesta como la “besatón por la educación”. Camilo Ballesteros, presidente de su Federación de Estudiantes, nos explica qué diferencia a la Usach de otros planteles y cuál es su visión personal sobre las actuales manifestaciones.

Por Alex Araya L.

En los patios de la Universidad de Santiago de Chile, Usach, se encuentran reunidos decenas de estudiantes, preparando una nueva jornada de movilización en defensa de la educación pública. En un sector están los que pintan lienzos y, más allá, el grupo que practica los ritmos de la batucada.

Es, en este mismo ambiente, en el cual se han organizado manifestaciones tan llamativas como la besatón por la educación o el gran “iiiii”, en rechazo a las declaraciones del alcalde de Santiago, Pablo Zalaquett.

Muestras de creatividad que han dado la vuelta al mundo y significaron un importante impulso a las demandas de los jóvenes y sus familias.

La Usach, como otras universidades estatales, lleva cerca de tres meses realizando diversos tipos de protestas y paralizando sus actividades regulares, todo esto en defensa “de una educación de calidad y sin fines de lucro”.

Es en el sector más antiguo de la casa de estudios que dirige Juan Manuel Zolezzi, el de la ex Escuela de Artes y oficios, nos encontramos con Camilo Ballesteros, estudiante de Licenciatura en ciencias de la actividad física y hoy presidente de la Federación de Estudiantes de la Usach (Feusach)

Entre constantes llamadas a su celular para organizar alguna reunión, se hace un tiempo para el diálogo.

Algunos medios te han identificado como el articulador “tras bambalinas” del movimiento estudiantil ¿Crees jugar ese rol?

Creo que sí, a veces es cierto, me toca jugar ese rol importante, pero que va enfocado principalmente dada la importancia de la Universidad. Yo creo que nosotros fuimos una de las primeras en marchar y hoy día si no somos la que más sale, sigue siendo una de las más importantes. Somos una universidad que mueve una cantidad de gente impresionante, tenemos una historia en torno a lo que son las movilizaciones y el movimiento estudiantil.

Hoy día, si lo que yo diga o haga tiene cierto peso, va relacionado con eso, con la importancia que tiene la Universidad, independiente de lo que planteen ciertos periódicos en ciertos lugares.

¿Qué particularidades tiene la Usach que la diferencian de la Universidad de Chile o la Universidad Católica, por ejemplo?

Más allá de que no le agrade que lo diga públicamente, alguna vez me tocó conversar con Julio Sarmiento (ex presidente de la Fech) en un congreso de educación. Ahí uno de los expositores fue Pedro Narvarte, pro rector de la Usach y, luego de esa ponencia, Julio me dice “¿sabes qué? Esta es la verdadera universidad de Chile”.

Yo creo que hoy el rol que juega la Usach es generar movilidad social, movilidad social que no produce la Chile que finalmente es una universidad elitista, la Católica también. El rol que nosotros jugamos es el de la movilidad social.

Históricamente hemos sido la universidad que ha planteado programas de acceso complementario como fue en su momento la bonificación de los estudiantes que eran de menores recursos y después el propedéutico. Hoy nosotros jugamos un rol de movilidad social y no se genera simplemente porque ingresen estudiantes de bajos recursos, sino porque somos una universidad de calidad que genera investigación, docencia y extensión.

Hay otras universidades que también reciben estudiantes de bajos recursos pero nosotros, que recibimos prácticamente el 70 por ciento de estudiantes de los primeros tres quintiles, somos los que generamos realmente movilidad social. Yo creo que ese es el rol más importante que juega nuestra institución.

¿Cómo crees que se ve a la Usach desde fuera?

Creo que la Universidad de Santiago juega un rol muy relevante, primero porque fuimos los que sacamos más gente las primeras marchas y en el fondo, le pusimos masividad a esto.

En segundo lugar, creo que ha sido muy importante que este año no nos hayamos tomado la universidad, y no porque sea bueno o malo sino porque nosotros en un momento planteamos diferenciar entre conflicto interno y externo. Yo creo que fue bastante más responsable haber parado la universidad y no habérsela tomado.

Si nosotros vemos la Universidad de La Serena, donde la primera medida fue irse a toma,  en muchos espacios se está planteando que la van a tener que cerrar a fin de año porque no tiene caja, incluso este mes ya no pagó sus sueldos a los trabajadores. Si nosotros nos hubiéramos tomado la universidad al principio, estaríamos en las mismas condiciones que ellos. Eso habla bien del proceso estudiantil de la Usach, que ha sido responsable.

Otra cosa que no es menor es que hoy, por lo menos nosotros como federación no somos parte de la mesa ejecutiva de la Confech pero, sin embargo, creo que somos la tercera federación que fácilmente sale en todos los medios sin tener un rol protagónico en lo comunicacional. Dos o tres veces a la semana aparecemos en los medios, dando opinión, y cuando nosotros hemos mencionado distintos puntos de vista, aparece en los medios que esa es la opinión de la Universidad. Hemos marcado, hasta cierto punto, la vanguardia en muchos temas.

¿Tú has optado por mantenerte más distante de los medios de comunicación que los otros representantes de la Confech, o es como se han dado las cosas?

Es como se han dado las cosas. Porque por ejemplo hay otras universidades que tienen periodistas que se encargan de hacerlas aparecer en los medios. En el caso de nosotros, claramente no tenemos los recursos de la Fech ni la Feuc pero, aun sin eso, los periodistas han llegado solos a la Usach. Y no solamente a la federación, muchas veces han aparecido nuestros centros de estudiantes dando opinión, mostrando distintas actividades, por ejemplo, la besatón y el gran “iii” por la educación.  La Usach se ha caracterizado por muchas cosas y eso los medios lo toman. El tema no es si aparezco yo o no. Aparece la Universidad.

Mencionaste que la Usach no fue tomada, sin embargo, algunas carreras sí estuvieron en toma por un tiempo. Dentro de la universidad hay sectores que son más radicales y que plantean hacer los cambios de un modo más drástico. Esos sectores plantean que ustedes hacen lento el proceso ¿cuál es tu visión?

Claramente hay visiones distintas. Esas opiniones yo no las comparto.

Primero, creo que debemos ser consecuentes con nuestro objetivo y no con las formas. Hoy día debemos ser capaces de entender que nuestra meta es lograr una reforma estructural y, por ende, tomar el camino que nos lleve más rápido y con mayor eficiencia a ese proceso. Si nosotros nos hubiéramos tomado la universidad cuando algunas personas lo plantearon, estaríamos en la quiebra, en el suelo financieramente.

Yo creo que el tiempo ha mostrado que teníamos razón y no porque la federación lo haya planteado así, sino un grupo importante de carreras que optaron por eso. Es cosa de ver las votaciones; en el último ampliado sólo cuatro carreras votaron por la toma. La Universidad de Chile se tomó su casa central, pero no su universidad completa, porque entiende que hay otras consecuencias negativas que se dan.

Cuando uno plantea hacer cambios reales, tiene que ser un proceso a largo plazo, y hay que tener la suficiente fuerza para poder llevarlo a cabo. Si uno gasta toda la energía en el principio, después no tienes la posibilidad de terminar el proceso. Bajo esa lógica no comparto el tema, creo que habría sido irresponsable tomarnos la Universidad desde el principio y sería no entender el contexto de esta universidad que históricamente se la toman y que ahora se da que la mayoría de los estudiantes no se la quiere tomar.

Carabineros ha ingresado a este campus, incluso ha agredido a estudiantes ¿Cómo crees que ha actuado el rector ante estas situaciones?

Creo que hay que ser serio y objetivo. Hay que entender que acá carabineros puede ingresar cuando quiera, tienen la facultad legal para hacerlo. Bajo esa lógica, lo que el rector pueda hacer es limitado.

De todas formas yo creo que el rector se la pudo haber jugado un poco más. Él podría haber estado presente, haber intervenido, y no lo ha hecho. Creo que deberíamos salir a buscar ese tipo de cosas pero no llegar al absurdo que se da muchas veces en la Usach, que “porque lo dijo el rector, es malo”. Hace pocos días estábamos en una discusión y me decían “esto es malo porque lo hizo la Concertación”, o sea, lo peor que podría pasarnos a nosotros en el futuro es que la Concertación fuera a apoyar la educación gratuita, porque “dejaría de ser nuestra meta”.

Entonces aquí hay que apuntar a que el rector no deje que carabineros entre, que se la juegue, que esté ahí. Pero también entender cuáles son las capacidades que tiene cada uno por que si no es estar engañándonos.

¿Crees que sería una medida prudente, como lo ha dicho el rector de la Usach, el regreso a clases normales?

Es una discusión súper compleja porque tenemos la presión, para mí una presión real, del daño que le estamos haciendo a la Universidad.

Lo queramos o no, esto es una especie de quimioterapia, que obviamente afecta al cáncer, que es la enfermedad, pero también afecta al enfermo. Muchas veces la quimioterapia termina matando al paciente. Pienso que estamos en una situación similar.

Entonces, obviamente es complejo porque hoy existe esta convicción de continuar, de generar un cambio real, un cambio estructural que finalmente todos los chilenos necesitan, pero no vaya a pasar que de aquí a fin de año nos quedamos sin una universidad que defender.

MOVIMIENTO NACIONAL

¿Cómo has visto el actuar de Giorgio Jackson y Camila Vallejo al interior de la Confech?

Yo tengo bastante cercanía tanto con Giorgio como con Camila, son los dirigentes con los que me toca más interactuar y tenemos cierta relación de amistad, no sólo política.

Este es un proceso complicado, nadie está preparado para esto. Se han equivocado, como me he equivocado yo o el resto de los dirigentes. Pero en general comparto lo que son las formas de trabajo, yo creo que también la gente lo siente así. Tenemos que reconocer que hoy Giorgio y Camila son dos figuras públicas gravitantes no sólo en torno a la educación. La opinión que ellos generen tiene trascendencia en la sociedad. Un ejemplo que yo no diré si fue o no así, pero cuando Camilo Vallejo dijo que llegó un millón de personas a manifestarse al Parque O’Higgins, creo que a mucha gente le parece confiable, porque lo dice Camila Vallejo.

Creo que todos los dirigentes han aprendido con este proceso, nadie tenía la experiencia pero lo que se está haciendo es bastante bueno.

¿Y concuerdas con que ha habido intransigencia del gobierno?

Claramente. Muchas veces la gente dice “el gobierno les ha entregado propuestas, ustedes no lo escuchan”, pero si uno ve las propuestas que ha dado el gobierno y las compara, son muy similares unas de otras y, más aún, si uno compara la primera propuesta con la última, la primera habla de un fondo de revitalización para universidades del Estado y la última, de un fondo para universidades tradicionales, privadas. Entonces también hay retrocesos.

Muchas veces nosotros sentimos que nos están agarrando para el… tandeo. Este es un gobierno intransigente. Cuando nos dicen que en democracia sólo se discute en el parlamento, es una tontería.

Nuestra democracia tiene una serie de problemáticas. Para generar cambios estructurales, necesitas un quórum calificado y obviamente en un parlamento basado en el sistema binominal para elegir a sus representantes, tener un quórum calificado es imposible. Por eso sentimos que el gobierno nos está agarrando pa’l tandeo. No están demostrando una iniciativa real de poder solucionar este conflicto y lograr una reforma estructural que es lo que quiere la gran mayoría de los chilenos.

Siempre se nos acusa de que aquí hay sectores políticos influenciando, y en la movilización que nosotros tuvimos en el encuentro familiar del Parque O’Higgins, estaba lleno de banderas, pero banderas chilenas. Eso demuestra que hoy este tema es totalmente transversal. Da lo mismo la clase social o el sector político. Chile quiere un cambio y esperamos que se desarrolle pronto.

Muchas veces se acusa al Partido Comunista de encender los ánimos e iniciar las manifestaciones ¿Cómo manejas tu militancia en las Juventudes Comunistas y las críticas que algunos sectores te hacen por ello?

Siempre va a haber críticas, sobre todo en Chile, un país en el cual los partidos políticos tienen tan poco prestigio. A diferencia de lo que ocurre en Uruguay. Allá los partidos políticos cuentan con un respaldo impresionante.

Es bastante complejo militar, uno recibe muchas críticas, sin embargo yo creo que hoy día el tema se basa en cómo se representa lo que los estudiantes están sintiendo, eso se ha hecho con harto esfuerzo pero se ha ido logrando.

Esto también ha sido utilizado por el gobierno. Se ha tratado de polarizarnos diciendo, poco menos, que somos bolcheviques que estamos exigiendo que vuelvan los soviets, y claramente eso es falso. Nos tratan de polarizar y mostrar como extrema izquierda cuando hoy día no se trata de eso. Nosotros somos un grupo de jóvenes que tienen el sueño de tener un mejor país, un mejor sistema educativo, y eso no tiene que ver con que haya un partido político atrás o no.

¿El plebiscito nacional sobre la educación te parece una solución al conflicto estudiantil?

Yo creo que el plebiscito no es la solución, sino una herramienta que nosotros creemos que se puede implementar y que le da la opción a los estudiantes, y en general a la sociedad, de opinar sobre lo que ocurre. No tan solo en la educación, también en salud, vivienda, trabajo. Es una herramienta que se perdió con el golpe de Estado y hoy tenemos la oportunidad de recuperarla.

Recalco que el plebiscito es una herramienta, no es que nosotros nos vayamos a bajar una vez resuelto el plebiscito.

Creemos que quizás una de las cosas que nosotros vamos a poder entregar a la sociedad una vez que termine esto, es que existan estos espacios vinculantes donde la gente pueda opinar y se tomen decisiones. Sería una forma de profundizar la democracia que este movimiento deje como herencia.

¿Cuál es tu mensaje, como presidente de la Feusach a los estudiantes secundarios, universitarios y a la sociedad en general?

Hace pocos días estuve en Uruguay y conocí al ministro de salud, que es chileno. Él me decía que los chilenos perdimos la vergüenza. Esa es la invitación que hoy se puede hacer a los chilenos, que perdamos la vergüenza, nos manifestemos, nos cuestionemos las cosas y construyamos algo nuevo. Que nos la juguemos por cambiar Chile. El otro día nosotros quedamos muy contentos cuando estábamos en el Parque O’Higgins, porque es el Chile que esperábamos. Los estudiantes queremos un Chile que critique y construya. Un país que se comprometa a crear un Chile de todos y para todos.

1 comentario
  1. esteban dice

    la lucha siempre sera el unico camino para los cambios en la educacion chilena.

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