La renovación que se viene: ¿Viene?

en la moneda 1Los movimientos sociales esperan que sus voces sean escuchadas e incorporadas en las plataformas de gobierno y la de los partidos que, aún, no saben cómo “frenar” o “asimilar” esas demandas con vistas a las elecciones de noviembre.

Por equipo EP

“Esta es la marcha de los enfermos que han sido apoyados por una cantidad increíble de personas ‘sanas’ y aquí se abre una cosa en concreto, porque siempre se habla de reformar la salud y es un problema tan complejo que nadie aborda nada. Propongo que abordemos primero el tema de los medicamentos, después otros abordarán otros temas”.

La declaración anterior corresponde a un nuevo líder social, pero no uno tradicional, sino a alguien que saltó de las pantallas de TV, más aún, del mundo de la llamada farándula, para convocar a miles de personas a marchar en Santiago y otras ciudades del país, con el objetivo de hacer escuchar una demanda: “la creación de un Fondo Nacional de Medicamentos para que el Estado colabore en los tratamientos de enfermedades complejas y raras con la compra de las medicinas”.

Mientras, en las cúpulas partidarias de la Concertación se discutía -a esas mismas horas- qué hacer con el impasse creado por no haber arribado un acuerdo entre los 7 partidos y no inscribir primarias parlamentarias en el Servel.

Ambos hechos, sin duda, mostraron en mayo lo cruzada que está la vida nacional, donde las organizaciones sociales, no sólo las tradicionales, esperan que sus voces sean escuchadas, e incorporadas en las plataformas de gobierno y la de los partidos que, aún, no saben cómo “frenar” o “asimilar” esas demandas con vistas a las elecciones de noviembre.

Una forma, la tradicional hasta ahora en la política nacional, sería ofrecerle al convocante a la marcha de los enfermos, el periodista Ricarte Soto, por ejemplo, un cupo en alguna lista parlamentaria.

La otra, incorporar la demanda, parece todavía muy lejana. Quizá esa es la forma en que se entiende la renovación en la política chilena y la manera de escuchar a las organizaciones sociales. Cooptándolas. Pero hoy quieren más. Incluso Asamblea Constituyente.

En estos meses, antes y después de las primarias presidenciales, las organizaciones sociales harán llegar sus demandas a los respectivos comandos, algunas incluso en forma colectiva, como las entidades reunidas en torno a la primera Cumbre Social que trabajan un borrador desde que 17 de ellas (Anef, Patagonia sin represas, Movimiento por una Asamblea Constituyente) se encontraron en la Usach en septiembre de 2012 para unificar “un proyecto ciudadano y presionar a las autoridades a cumplirlo”.

“A diferencia de huelgas esporádicas y sectoriales anteriores, o también contrariamente con las primeras protestas estudiantiles de inicios de esta década, las actuales manifestaciones tienden a derivar desde lo gremial o sectorial para confluir en lo político. Los diversos movimientos sociales y sindicales coinciden hoy en un plan político cuyo núcleo es cada vez más compartido. La renovación del discurso político está impulsada desde la base”, señala el periodista Paul Walder.

Todo esto, sin embargo, se enmarca de una sostenida desafección de los ciudadanos con los partidos políticos. Según la última Encuesta Nacional de la Universidad Diego Portales aquellos que no se sienten identificados con estas colectividades alcanzan un 72,6% de los encuestados. En tanto, un 65% no se identifica con ninguna coalición política. A esto se suma una confianza en los partidos que sólo alcanza un 5,2%, cifra levemente superior a la observada en 2012.

¿Sólo nuevos rostros?

“Hoy los chilenos están pidiendo con mucha fuerza rostros nuevos”, dice el líder y fundación de Evolución Política, Felipe Kast, ex ministro de Piñera, quien decidió crear su referente político y participar en las primarias de RN con 7 candidatos. Pero la renovación no necesariamente es cambio de rostros o que una generación ceda su cupo a la otra.

Quizá sí en la derecha, donde los intereses sectoriales de la mayoría de sus votantes, están claramente representados por alguna de las dos tiendas que dominan el sector y que llevan a Pablo Longueira y Andrés Allamand como abanderados.

Pero no así en la Concertación, donde la candidatura de Michelle Bachelet -que deberá enfrentar en primarias a Andrés Velasco, el DC Claudio Orrego y al radical José Antonio Gómez-, debe recomponer el vínculo con el mundo social. Y para ello, según el columnista de El Dínamo y abogado, Matías Silva, debe “en primer lugar reconocer que renunció por mucho tiempo a la defensa de la participación ciudadana”.

“No basta con nuevas caras y nuevos estilos, se requieren cambios en la esfera política y en la organización política y, más concretamente, en la necesidad de actualizar las ideas y principios que sustentan el proyecto concertacionista”, señala Silva.

En términos similares, la directora ejecutiva de Chile 21, María de los Ángeles Fernández, se expresa desde su columna en El Mostrador: “Si asumimos que la política, una actividad tan antigua como los tiempos, puede renovarse, no basta con cambiar los actores ya muy vistos por otros con cara de debutantes y con menos arrugas. Siendo sinceros,  si bien es una posibilidad que los liderazgos jóvenes sintonicen mejor con los cambios que vive el país,  no deja de ser cierto que varios de ellos han llegado al lugar que ocupan haciendo uso de las mismas prácticas que les cuestionan a los más veteranos”.

“No se trata solamente de analizar lo sucedido con sus partidos políticos tradicionales sino de ampliar la mirada, incorporando fuerzas políticas que acogen demandas asociadas tradicionalmente al mundo de centro-izquierda. Se necesita entonces de una coalición que desborde los partidos asociados a la Concertación para así de alguna manera recuperar los colores de nuestro arcoíris”, responde Silva.

Eso muy bien lo sabe Marco Enríquez-Ominami, candidato presidencial en 2009, quien durante los últimos cuatro años ha potenciado su rostro, con la creación de un partido y una fundación, desde donde recorre el país y construye una plataforma política que recoja las demandas del mundo social.

El debate, entonces, no es tanto cómo incorporar a Giorgio Jackson en las lista parlamentaria, que pareciera ser el tema en algunas mesas de discusión opositoras, sino la manera de que sus ideas, las que sustenta el movimiento Revolución Democrática, integren la propuesta presidencial de la hoy llamada Nueva Mayoría.

“Vamos a luchar con todas nuestras fuerzas para romper las barreras que un grupo de dirigentes partidarios ponen a la participación ciudadana y a la profundización de nuestra democracia. El 2011 salimos a la calle para crear el país que soñamos, hoy como Revolución Democrática invitamos a todos quienes crean en la necesidad de cambiar Chile a sumarse a la construcción de un nuevo camino que refleje verdaderamente una nueva mayoría”, dijo el ex presidente de la FEUC luego de que la Concertación no inscribiera primarias parlamentarias.

Según Miguel Crispi, coordinador general de Revolución Democrática, “el fracaso de cumplir las promesas de más democracia y participación que se hicieron a la ciudadanía demuestra que no existe la voluntad real para hacer los esfuerzos que suponen crear una nueva mayoría para hacer los cambios que Chile necesita”.

Respecto a esto, el economista y candidato presidencial humanista, Marcel Claude, señala que los nuevos movimientos sociales se equivocan. Esta, según él, es una “segunda nueva oportunidad” para que los líderes sociales corran por fuera de los bloques partidarios. “Competir en sus listas implica ser en algún momento serviles a sus decisiones”, sentenció.

De renovación, poco y nada entonces. Y la denuncia de los seguidores de Jackson son categóricas: “Sus partidos no han sido capaces de construir un proceso amplio e inclusivo, competitivo y de cara a la ciudadanía que fuera el comienzo del anhelo que compartimos de una nueva mayoría política y social. Han primado las lógicas de la negociación de cupos y no la competencia vía primarias, ha persistido el principio de ‘el que tiene, mantiene’ y no la voluntad de renovar rostros, discursos y prácticas políticas”.

“Renovar la política parece ser la consigna del momento. Si bien tiene mucho de moda, para la Concertación es un asunto de necesidad ya que sus partidos enfrentan el desafío de recuperar la credibilidad perdida en ciertos sectores de la población”, dice Silva.

¿Y cómo se hace? Mejorando la representación, dice la directora de Chile 21. “Para ello, resulta ineludible actualizar los contenidos y las apelaciones que se les formulan a los ciudadanos. Ello supone desarrollar instrumentos eficientes de identificación de demandas y de diagnóstico de aspiraciones de un electorado cada vez más veleidoso y diverso. También debe avanzarse  en prácticas de rendición de cuentas, así como de inclusividad”.

Por eso, ante el inmovilismo que ha generado el sistema electoral binominal y cansados de ver que muchas de sus demandas no son recogidas en cada uno de los gobiernos que han detentado el cargo desde 1990, las organizaciones sociales rompieron las vallas y se expresaron en las calles.

Desde la CUT, que exige una reforma tributaria, el término de las AFPs y una nueva institucionalidad laboral, hasta los deudores hipotecarios, los estudiantes y las minorías sexuales, todos quieren que se los escuche. “Somos herederos de una transición pactada que ha llegado a su fin. ¡Hoy se abre para nuestra patria un nuevo ciclo, caracterizado por la urgencia de cambios sustantivos que nos permitan avanzar hacia una democracia plena y un Chile más justo e igualitario!”, dijo Bárbara Figueroa en el acto central del Día de los Trabajadores.

Para la dirigenta, primera mujer en presidir la CUT, el nuevo momento tiene como herramientas “la conmoción y agitación social” y que, junto a ellas en las calles, “se avanza en propuestas y demandas cada vez más precisas por parte de los actores sociales”.

“Tras décadas de temor a la ingobernabilidad o la vuelta a la dictadura, producto de la negativa de las autoridades de hacer verdad y justicia plena, hoy se clausura una etapa de miedos que inaugura el tiempo de la expresión social y los cambios. ¡En nuestro caso, decretamos que este es el tiempo de los trabajadores!”, señaló Figueroa.

Hoy, sin embargo, para los partidos pareciera ser tiempo de nombres. Imponerlos provoca un rechazo inmediato en la ciudadanía y eso lo percibió la Concertación o Nueva Mayoría cuando quiso birlarle a la gente la posibilidad de votar en primarias por el candidato de su distrito.

Luego vendrá la pelea por incorporar los contenidos y esa será ardua. Pero ya se instaló. El cambio de rostros no alcanza.

4 Comentarios
  1. hernan dice

    ¿De qué transición hablan?
    ¿Transición de qué a qué?
    Lo que hubo fue no transición, sino la natural maduración de un régimen que se institucionalizó, que se hizo respetable, ‘democrático’, sin cambiar un ápice en su esencia.
    La Concertraición profundizó el modelo, desnacionalizó el cobre, entregó el agua, el mar, la electricidad, las comunicaciones, corriendo por todo el mundo, ofreciendo Chile al capital internacional.
    A los mapuche, a los estudiantes, les respondió con policía militarizada, con leyes de excepción.
    Hizo bien su trabajo y cobró bien por él.
    ¿Transición a qué?
    ¿Quieren tomarnos el pelo?

  2. VICTOR RODRIGUEZ O. dice

    LOS “EXPERTOS” de larga “experiencia” (como dice León Gieco).
    Doña Michelle Bachelet se hará acompañar y asesorar por muchos de los mismos que protocolizaron la venta de Chile a grandes trasnacionales y grupos privados concentrados.
    Todos “EXPERTOS” de larga “experiencia” (como dice León Gieco) con una muy interesada conversión al neoliberalismo rampante formando filas en el mismo ejército de ladrones y predadores que una vez dijeron combatir como enemigos, pero –he aquí lo más doloroso y principal- traicionando abierta y desembozadamente los asuntos que la mayoría de la sociedad civil chilena aprobó en cuanto a programa de gobierno de la Bachelet cuando FUE presidenta y estos piratas sus a$esores.
    ¿Qué ‘instrucciones’ trae desde Estados Unidos, o más precisamente desde el departamento de Estado, luego de tantos años de ‘capacitación’ en ese país, la encargada de ONU-Mujer?
    Debe quedar claro que la Concertación O “Nueva Mayoría” se transformó, en menos de lo que canta un gallo, en bloque centroderechista, siguiendo las aguas surcadas por los “Chicago Boys” y cuadrándose en posición firme ante las instrucciones emanadas desde Washington y el FMI, lo que viene a significar haberse convertido en ‘ayudista’ bien pagado del empresariado transnacional y bolichero, dispuesta a agotar los recursos de su propio país sin que este reciba estipendio digno ni tecnología adicional que faculte su independencia y soberanía.
    Poca duda cabe a estas alturas de los acontecimientos que la derecha ofrece incrementar las políticas de clasismo y desigualdades para continuar beneficiando intereses de pocas familias y deteriorando el patrimonio nacional en procura de lo mismo; pero también es cierto que la candidatura de la centroderechista NUEVA MAYORIA apuntan a mantener el actual sistema, ya que no es otra cosa la que ofrece un personaje como Michelle Bachelet, cuya trayectoria políticas señalan que lo mencionado en estas líneas ni siquiera posee un mínimo margen de error.
    Está MUY claro cuál es la realidad a enfrentar en la elección parlamentaria y presidencial el año 2013. Usted, seguramente, estará horquillado para votar por uno de los dos bloques del duopolio, vale decir, por uno de esos socios que han estragado el país. ¿Alianza, Nueva Mayoría, en blanco, anulará? Decídalo usted, pero reconozca que ya está al tanto de lo que cada una de esas coaliciones significa, pues su sufragio se basará en oportuna información como la presente, lo cual redunda en la frase de siempre: “usted es el responsable del tipo y calidad de gobierno que tendrá Chile”.
    Piense en la alternativa de votar por MARCEL CLAUDE, piense, razone, analice.

  3. hernan dice

    La Sra Bachelet, alumna destacada de una Academia Militar USA, y su Nueva M., continuarán la política de fortalecer posiciones estratégicas cercando a China, una base en Con Con, extraterritorialidad a ALMA. El próximo paso será una base en Rapa Nui, como la entregada por González Videla. Entonces a los compañeros de ruta les premiarán con una PLR y vacaciones en Pisagua.
    El eterno retorno.

  4. Miguel Sanfurgo L dice

    En este país, mientras No hablemos de un sueldo
    que alcance para el mes, hay Senadores que me
    dijeron que Yo estaba ajeno a la realidad que
    en un hogar no solo trabaja el padre , la madre
    y el hijo mayor,y Yo pregunte quien cuida el
    hogar o los hermanos menores o algún enfermo
    ellos no tienen nana,y menos como pagar y al
    día de hoy No escucho ningún candidato que se
    pronuncie al respecto con afecto

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