Tres años de firma mensual para conscripto que asesinó a joven en 1974

corteLa Tercera Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago dictó sentencia de 3 años y un día de presidio, con el beneficio de libertad vigilada, contra Guillermo Hombitzer Fernández por la muerte de José Laurel Almonacid, ocurrida en el 12 de mayo de 1974.

La Tercera Sala del tribunal de alzada -integrada por los ministros Juan Manuel Muñoz Pardo, Miguel Vázquez Plaza y Amanda Valdovinos Jeldes- dictaron sentencia de 3 años y un día de presidio, con el beneficio de libertad vigilada, contra Guillermo Hombitzer Fernández, por su responsabilidad, en calidad de autor, en el homicidio de José Laurel Almonacid, ocurrido el 12 de mayo de 1974.

Almonacid tenía 19 años, no militaba y se desempeñaba como ayudante eléctrico. Hombitzer era soldado conscripto de la Fuerza Aérea en 1974.

En fallo, la sala aumentó la pena de 541 días que había aplicado -en primera instancia- el ministro en visita Mario Carroza Espinoza.

José Alberto Laurel Almonacid murió ese día a las 12:15 horas, en avenida España con Salvador Sanfuentes, por herida de bala cráneo encefálica con salida de proyectil, según acredita el Certificado de Defunción.

Datos de la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación

De acuerdo con testigos presenciales que se encontraban junto a José Laurel, éste fue herido en la cabeza por un disparo efectuado desde dos metros de distancia por un sujeto vestido de civil, en un sitio eriazo ubicado en avenida España. Momentos antes, el desconocido los había recriminado debido a que ellos jugaban a tirarse piedras en el lugar y molestaban a los transeúntes, lo que había suscitado una discusión.

Carabineros de la Octava Comisaría, que concurrieron al lugar para el procedimiento de rigor, no detuvieron al autor de los disparos que aún se encontraba allí. De acuerdo con lo declarado por los acompañantes de José Laurel, se trataba de un miembro de las Fuerzas Armadas que vestía de civil.

Los testigos presenciales señalaron que fueron presionados a declarar que el disparo había sido accidental, en una Fiscalía Militar donde fueron citados a declarar.

Los familiares, a pesar de sus intentos, nunca pudieron verificar si realmente se habían investigado los hechos, ni conocer los resultados de esa investigación y la individualización del presuntamente implicado en los hechos.

Años después, cuando el caso fue reabierto y considerado dentro de las violaciones a los DDHH, se supo que el Instituto Médico Legal señala remitió el Protocolo de Autopsia de José Laurel a la Segunda Fiscalía Militar de Santiago. Pero, al ser solicitados por la Justicia, el Segundo Juzgado Militar de Santiago informó que los procesos instruidos por Tribunales de tiempo de guerra habían sido destruidos por el fuego en un atentado.

El Consejo Superior de la Corporación Nacional de Reparación y Reconciliación, considerando en especial la circunstancia de que la investigación correspondió a un Tribunal Militar, lo que hace presumir la intervención en los hechos de personas de ese fuero, llegó a la convicción de que “José Alberto Laurel Almonacid falleció a consecuencia de un acto de abuso de poder por parte de un agente del Estado que actuó motivado por causas particulares y a quien las autoridades otorgaron impunidad de forma que respecto de él no se pudiera perseguir o verificar su responsabilidad en un hecho grave como lo es la privación de la vida de una persona. Por tal razón, lo declaró víctima de violación de derechos humanos.

2 Comentarios
  1. Fabián Bustamante Olguín dice

    La destrucción que llevó a cabo la dictadura militar es tan grande que pasarán años para que exista reconciliación en serio en este país.

  2. hernan dice

    Herida espantosa que aún supura y hiede.
    Este joven conscripto, asesino de un joven desarmado, en cierto modo fue víctima de las circunstancias. ¿Merecería como algunos aducen, una pensión reparatoria? A mi juicio, sería una aberración sobre una aberración. ¿Podemos juzgarlo? ¿Podemos juzgar a aquellos que víctimas de terribles torturas terminaron siendo confidentes, traidores, llevaron a la muerte a sus camaradas? ¿Podemos juzgar al oficial que obedeciendo órdenes, disparó un balazo en la cabeza de un niño de 14 años en Pisagua, sin duda con el corazón apretado de dolor?
    El que esté libre de pecado que lance la primera piedra.
    Miserere nobis.

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