Nivia Palma, ministra de Bienes Nacionales: “Uno de nuestros desafíos es hacer cada vez más visible al Ministerio y sus estratégicas acciones en beneficio de la ciudadanía”

La ministra Nivia Palma destaca el rol fundamental de su cartera en la disposición del territorio fiscal como apoyo a las políticas públicas comprometidas por el Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, facilitando los programas habitacionales, proyectos de Energía Renovable No Convencional (ERNC), la entrega de tierras a los pueblos originarios y el fortalecimiento de la sociedad civil, entre otras muchas acciones.

Por Felipe Nogués

Hace poco más de tres meses (19 de octubre pasado) la Presidenta Michelle Bachelet realizó su hasta ahora penúltimo cambio de gabinete, ocasión en que designó a Nivia Palma Manríquez como Ministra de Bienes Nacionales.
La abogada y licenciada en Ciencias Jurídicas y Sociales de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile atesora una vasta experiencia en el mundo de la cultura, que incluye su desempeño de 2006 al 2010 como directora de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (Dibam) y vicepresidenta ejecutiva del Consejo de Monumentos Nacionales. Al ser designada titular de Bienes Nacionales, se desempeñaba como asesora legislativa del Ministro Presidente del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.
Su vocación de servicio público le ha permitido incursionar en otras áreas, de ahí que no le resultara una novedad la cartera de Bienes Nacionales, donde laboró durante más de un año, en el actual gobierno, como jefa de la División Jurídica.
No muchos chilenos y chilenas conocen las áreas de acción del Ministerio de Bienes Nacionales y la incidencia que tiene en la vida de miles y miles de ciudadanos. Casi que pasa inadvertido pese al rol protagónico que juega entre las reparticiones públicas. ¿También tiene usted esa percepción?
Esa es una realidad, de ahí que uno de nuestros grandes desafíos es hacer cada vez más visible al Ministerio y sus estratégicas acciones en beneficio de la ciudadanía, en función de las cuales laboran más de 700 funcionarios entre planta, contrata y honorario, dotación que constituye nuestro principal tesoro. Administramos el 53,7 por ciento del territorio nacional, y a diferencia del gobierno del presidente Sebastián Piñera, hemos privilegiado las concesiones de uso oneroso y los arriendos como herramientas de administración, en lugar de las ventas. Procuramos que el territorio bajo nuestra administración siga siendo fiscal, de todas las chilenas y todos los chilenos, que esté a disposición de la inmensa mayoría de los ciudadanos, y no de unos pocos. Muchos ciudadanos desconocen que sin la gestión que ha hecho nuestro ministerio sería casi imposible o muy difícil llevar adelante la Agenda de Energía del Gobierno, y construir viviendas sociales para miles de compatriotas en diferentes regiones del país, por solo citar dos importantes áreas de gestión.
¿Cuáles son los resultados específicos en materia habitacional en lo que va de gobierno?
Esta es sin dudas una de las noticias que los sectores más desposeídos de nuestro país agradecen, y les puedo decir que, en menos de tres años, el Ministerio de Bienes Nacionales transfirió gratuitamente al Serviu un total de 350 hectáreas a lo largo de todo Chile, eso significa, tres millones 593 mil metros cuadrados destinados a la construcción de viviendas sociales; equivalente a la superficie de unas 400 canchas de fútbol profesional. Y destaco que se trata de transferencias gratuitas, ya que hasta marzo de 2014, Bienes Nacionales le vendía al Serviu los terrenos, lo cual incrementaba el costo de los proyectos habitacionales. Esa realidad cambió, por orientación expresa de la Presidenta Michelle Bachelet, los terrenos se transfieren gratuitamente para proyectos, incluso de gran envergadura, como el de Altos de Playa Blanca, en la región de Tarapacá, donde Bienes Nacionales entregó 120 hectáreas gratuitamente para un barrio integrado de más de dos mil viviendas; y próximamente entregaremos 36 hectáreas en la región de Aysén, específicamente en Coyhaique, para dar respuesta a anheladas soluciones habitacionales. Son procesos concluidos. Estamos hablando con hechos, no con promesas, estamos hablando de soluciones. Le puedo resumir, de 2014 al 2016 nuestro Ministerio ha viabilizado 158 proyectos habitacionales gracias a transferencias gratuitas al Serviu.
¿Y cuál ha sido la contribución a la agenda energética?
Enorme. En más de un 140 por ciento se ha incrementado la inversión en proyectos de ERNC en nuestro país entre 2014 y 2016, fundamentalmente en las regiones del Norte Grande, gracias a la inmensa superficie de terrenos fiscales que Bienes Nacionales ha destinado a esos proyectos. En ese período suman 152 los inmuebles entregados en concesión de uso oneroso. Destaco que recientemente, junto al ministro de Energía, Andrés Rebolledo, invitamos a empresas nacionales y extranjeras a participar del proceso de licitación de casi ocho mil hectáreas de terrenos fiscales para proyectos de energía eólica en la comuna de Taltal, región de Antofagasta. Y más reciente aún, en diciembre pasado, entregamos en arriendo 186 hectáreas de terrenos fiscales a la empresa SunPower, la cual desarrolla un proyecto fotovoltaico que permitirá suministrar al Metro de Santiago un 42 por ciento de la energía que consume. Todo un hito. En general, por todos los terrenos destinados a las ERNC, fundamentalmente en el Norte Grande, los inversionistas le pagan a Chile una renta concesional anual que asciende a unos 17 millones de dólares, y de esa cifra, el 65 por ciento se inyecta al presupuesto de la región donde radica cada proyecto. Estamos hablando de más de 10 millones de dólares aportados a las regiones. Unido a ello, téngase en cuenta que las inversiones comprometidas en estos proyectos superan los 17 mil millones de dólares, lo que significa un estímulo a la economía de cada región y al crecimiento de las oportunidades de trabajo.
En su Programa de Gobierno, la Presidenta Bachelet reconoce que el Estado y la sociedad chilena mantienen una deuda histórica con sus pueblos originarios. ¿Qué rol ha jugado en este sentido Bienes Nacionales?
Hemos hecho y estamos haciendo una importante contribución. De 2014 al 2016 entregamos cerca de 500 inmuebles a familias y comunidades indígenas, con una superficie total que supera las 50 mil hectáreas, equivalente a la superficie de la ciudad de Arica. Así, hemos dado respuestas a demandas sobre terrenos fiscales, ya sea a través de transferencias gratuitas o concesiones de uso gratuito. Muy significativa fue la entrega de 45 mil hectáreas a las comunidades indígenas de Lasana, ChiuChiu y Toconce, en la Región de Antofagasta, beneficiando a casi 900 personas, para el desarrollo de proyectos sustentables agrícolas y turísticos. Asimismo, comunidades mapuche-huilliches de la comuna de Chonchi, en Chiloé, recibieron más de 2 mil 200 hectáreas en transferencia gratuita, para el desarrollo de proyectos turísticos y actividades productivas relacionadas con la madera, garantizando la conservación de los bosques. En las próximas semanas visitaremos la región de Antofagasta para hacer entrega de 211,72 hectáreas en concesión de uso gratuito a las comunidades atacameñas de Quitor y San Pedro de Atacama. Sin duda, estamos contribuyendo a saldar la deuda histórica con los pueblos originarios del territorio de nuestro país.
La implementación de las políticas públicas requieren inmuebles a lo largo de la geografía chilena, especialmente en un gobierno que ha impulsado la inversión pública y los programas sociales. Imaginamos que han sido muchas las reparticiones públicas que han tocado la puerta de Bienes Nacionales en Alameda 720.
En Alameda 720 y en todas nuestras oficinas regionales. Hemos estado a disposición de las políticas públicas, ha sido y es una prioridad. Haciendo un balance de casi tres años, Bienes Nacionales ha asignado mil 715 inmuebles a entidades de los poderes Ejecutivo y Judicial, Municipalidades, fuerzas de Orden y Seguridad, empresas públicas y universidades estatales, entre otras. Solo en 2016 fueron entregados 725 inmuebles para estos propósitos.
También hemos visto ceremonias de entrega de inmuebles a entidades de la sociedad civil. ¿Han sido muchos los beneficiados en este sentido?
Una línea de acción ha sido el fortalecimiento de la sociedad civil, desde nuestras especificidades, es parte de nuestra contribución al fortalecimiento de la democracia, lo hemos hecho y lo continuaremos haciendo. Es una relevante muestra de la puesta de los bienes fiscales a disposición de la ciudadanía. Por ello, de 2014 a 2016, ascienden a mil 100 los inmuebles entregados en concesión gratuita a juntas de vecinos, organizaciones deportivas, gremiales, religiosas, sindicales, por la diversidad sexual, centros culturales y artísticos, y bomberos, muy importantes los bomberos, con quienes hemos suscrito un convenio a fin de regularizar la situación de decenas de cuarteles a lo largo de todo Chile, lo cual permitirá su reconstrucción y modernización.
Dueños de “Un pedacito de Chile”, así dice la campaña de regularización de la pequeña propiedad particular. ¿Aspiran a convertir a muchos chilenos en dueños de un pedacito de Chile?
No porque abordemos este tema al final, significa que sea de menor importancia en el Ministerio. Todo lo contrario, estimo que es una de las tareas más nobles que tiene Bienes Nacionales, y es de las más reconocidas por la ciudadanía. En 2016 entregamos más de 10 mil títulos de dominio, convirtiendo a esas familias en dueñas de ´Un pedacito de Chile”, pero en 2017 tenemos el mandato de la Presidenta Bachelet de entregar 20 mil títulos de dominio, consciente de la importancia que tiene para nuestros compatriotas tener certeza jurídica sobre el inmueble que ocupan. Con el título en sus manos, los ciudadanos y las ciudadanas pueden postular a los múltiples beneficios que otorga el Estado, como son los subsidios habitacionales, de agua potable y alcantarillado. Al tener certeza jurídica sobre la propiedad, la misma puede ser heredada, vendida o arrendada. La desigualdad también se expresa entre los que tienen y los que no tienen un inmueble propio. He sido testigo de la satisfacción que sienten chilenas y chilenos de todas las edades al recibir sus títulos de dominio, tanto en grandes ceremonias, como en entregas de títulos puerta a puerta, hemos ido a sus casas a entregarles el anhelado documento. Perseveraremos en este empeño, como parte de nuestra tarea de servir a las personas y comunidades, de servir a Chile.

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