El nuevo hombre fuerte de El Mercurio

Dicen que trabaja de columnista, pero que le pagan más que lo habitual para dicha tarea y se pasea por todas las secciones del matutino, escrutando, casi como si fuera a dirigirlo. No sería novedad, ya tuvo cargos de responsabilidad junto a Pedro J. Ramírez en El Mundo y en El Español, ambos en la península. En solitario lo hizo en El Universal de Caracas. ¿Quién es este chileno que triunfó en España?

Por Equipo El Periodista

El Mercurio ha vuelto a presentarse en sociedad, esta vez publicitariamente, con su frase de siempre: “diariamente necesario”. John Freddy Müller González, a los 53 años y desde su balcón llamado Radar Político, pretende algo similar. Es que el chileno que trabajó en la revista Hoy en los 80, cuando apenas se empinaba sobre los 20 y que en 1989 partió a estudiar en la Universidad de Navarra, quiere que se lo conozca, respete y hasta admire como en España, donde junto al mítico Pedro J. Ramírez, escribió las páginas más ilustres de El Mundo, el diario madrileño que nació en el 89 y que desde una óptica más bien liberal, se centró en el periodismo de investigación y puso en la mira profesional al gobierno del socialista Felipe González.

Nacido en Osorno, voluntario de Bomberos entre los 15 y los 18 años, trilingüe (francés e inglés), Müller tiene oficio. Por ello, sin temor a equivocarse (por estar donde está y hacer lo que hace) corre con ventaja en la carrera de poder e influencia que se desató al interior de El Mercurio tras la muerte de Agustín Edwards Eastman en abril pasado.

Si bien el diario es hoy dirigido por el conservador Cristián Zegers, es un secreto a voces dentro de las oficinas de Santa María que no cuenta con las simpatías de uno de los herederos del grupo, Cristián Edwards del Río, quien desarrolla su propio juego de tronos en la empresa, tratando de conquistar espacios, algunos impenetrables -hasta ahora- para asegurarse la comodidad e influencia del sillón de hierro.

Müller sería una de sus cartas para iniciar desde los territorios conquistados, luego de que Zegers parta a España como embajador (según especula El Mostrador si gana Piñera), la modernización de un periódico que sí o sí, digital y en papel, debe asumir los cambios que vive el país, se expresan en la derecha y, especialmente, en las nuevas generaciones de empresarios o herederos de lo que fue la fronda aristocrática nacional.

Así como El Mercurio fue la “Vieja Guardia”, al estilo napoleónico para implantar un modelo de país y luego, incluso, una dictadura y sirvió lealmente a ella, hoy pretendería encabezar la llamada segunda transición, más abierta y liberal, no solo en lo económico sino también en lo social, político y cultural.  No se trata de un imperativo periodístico, también económico y de supervivencia.

¿QUIÉN ES JOHN MÜLLER?

Ya sabemos que nació en Osorno y en 1964, también que fue director adjunto del diario El Mundo y que ha tenido espacios de influencia en canales de TV y programas de radio. También que hace meses que volvió a Chile, luego que dejara El Español, el periódico al que recalaron él y Pedro J tras la salida de El Mundo.

Lo que poco se sabe es que vivía en una cómoda casa en las afueras de Madrid y que solía recibir en ella a personas influyentes, políticos y periodistas, especialmente dirigentes del Partido Popular. Las cenas, recuerda alguien que asistió a una de ellas, eran con buena comida, tragos y bajativos, la decoración bajo un estricto gusto conservador y sin identificación intelectual alguna. Una de sus pasiones estaba escondida en una planta baja, que parecía subterráneo, donde Müller tenía su despacho. “El lugar lucía decorado con decenas de pequeños aviones bélicos que ha ido coleccionando con los años y por los cuales dijo sentir una verdadera pasión. Para mí fue un signo claro de su tendencia política que nunca reveló en nuestra conversación. Me contó sobre su procedencia del Sur de Chile y a medida que hablaba comencé a ver en su rostro los rasgos propios de un sureño bienaventurado, mejillas rosas cercanas a las que suelen usar los grandes de la Iglesia Católica (ahora que cuento esto, no sería de extrañar que Müller pueda ser del Opus Dei y me parece un detalle importante), estatura mediana, vientre levemente pronunciado distintivo de buenos restoranes, pelo canoso y tieso, dientes pequeños y sus gafas que acomodaba con su índice derecho, casi como un tic nervioso. En nuestra conversación, por más que pregunté educadamente, nunca reveló su posición real frente a la dictadura chilena. Siempre me quedó la duda el por qué se trasladó a España, por lo menos 20 años antes de aquella noche”, contó a EP uno de sus invitados.

El chileno, que realizó sus estudios secundarios en el Colegio San Mateo de su ciudad natal y que luego se licenció en periodismo en la Universidad Católica (el mejor de su generación), llegó a España a fines de los 80 de la mano de una beca para participar en el XVI Programa de Graduados Latinoamericanos de la Universidad de Navarra, centro de estudios perteneciente a la prelatura del Opus Dei y fundada en Pamplona en 1952 por el cuestionado Josemaría Escrivá de Balaguer. En ese viaje conoció a Ramírez, en ese entonces director de Diario 16, quien le confió la corresponsalía en Chile, labor que cumplió junto con la de editor de la revista Hoy.

A los 26 años volvió a España y, tras un breve paso por La Gaceta de los Negocios, formó parte del grupo que Pedro J. Ramírez reunió para fundar El Mundo. Ahí, no solo aprendió el oficio, sino que amplio su arco de relaciones, se nutrió de experiencias y conocimientos, convirtiéndose rápidamente en un mito para el periodismo nacional. Ramírez o Pedrojota, como lo llaman los españoles, es un polémico personaje, parte de la historia del periodismo ibérico de los últimos 40 años, de derecha y enredado en escándalos sexuales, estuvo casado con la diseñadora Agatha Ruiz de la Prada. Müller, en España, siempre caminó de la mano con Pedrojota y enfrentaron juntos las polémicas y escándalos que distinguieron a El Mundo durante el ejercicio de Ramírez, una gestión claramente identificada con el ala más derecha del Partido Popular.

Entre 1995 y 1996, sin embargo, dejó la capital española para dirigir El Universal de Caracas, un diario que por esos años dio inicio a su incursión digital. En 2008, Müller comenzó a copresentar el programa de información económica Veo Expansión.

Un empresario chileno, que por esos años tuvo la oportunidad de reunirse con él, sostuvo que le dio una grata impresión porque no hablaba con doble intención, tenían una posición muy clara respecto a la corrupción en España y “parecía muy bien informado, imparcial en sus comentarios y no hacía diferencias entre izquierdas y derechas”.

Tras Veo Expansión, Müller dio comienzo a otro proyecto, La Vuelta al Mundo (septiembre de 2009), pero que no tuvo acogida en la audiencia y duró unas pocas semanas. Siete años más tarde, después que Pedro J. Ramírez dejara El Mundo en 2014, el chileno hizo lo mismo para ubicarse en El Español, transferencia que fue muy comentada en Madrid. “Ramírez no descansa ni en Nochevieja. El director de El Español ha querido anunciar el último día del año un fichaje bomba para su nuevo diario digital. El periodista ha confirmado la llegada de John Müller como Adjunto al Director y columnista de su sección Ajuste de Cuentas. Además, Müller se implicará en los nuevos proyectos que pretende poner en marcha en próximas fechas Pedro J.”, señaló una crónica española. “Hoy soy muy feliz al poder anunciar este fichaje: John Müller, adjunto al director de EL ESPAÑOL” escribió el ex mandamás de El Mundo en su cuenta de twitter.

Pedrojota había necesitado de una inversión de 16 millones de euros para ese diario digital y, hasta entonces, no daba el ancho ni tenía la influencia que él y sus inversores esperaban. Müller, uno de los pesos pesados de El Mundo, iba en su ayuda y según la prensa era una salida por la puerta ancha. Por su parte, en www.periodistadigital.com, se decía que el chileno no era “un periodista cualquiera. Sabe manejar una redacción, tiene criterio, manda cuando hace falta, escribe bien y no se anda con rodeos”.

«Me incorporo a este proyecto que capitanea Pedrojota Ramírez en el mundo digital tras haber servido 25 años lealmente en el diario El Mundo. Siento un gran aprecio y gratitud por las personas que siguen haciendo ese periódico, pero me atrae la frescura del desafío intelectual y periodístico que ha planteado El Español», escribió el propio Müller, dejando en claro que su llegada era para colaborar con Pedrojota.

DESEMBARCO EN SANTIAGO

Cuando arribó a El Español, ya Müller -que el 2013 había dejado la dirección adjunta de El Mundo, donde solo escribía una columna (llamada Ajuste de Cuentas) y dedicaba su tiempo al análisis de asuntos económicos en prensa, radio y televisión-, había comenzado a preparar su desembarco en Chile.

Lo primero fue aceptar la invitación de la Universidad Adolfo Ibáñez para impartir clases. “Müller, es sin duda, uno de los más destacados periodistas chilenos trabajando exitosamente en el extranjero. Por esto y por su amplia trayectoria en medios de comunicación, la Escuela de Periodismo de la UAI lo eligió como profesor invitado para el segundo semestre 2015”, informaron sus contratantes.

Ahí, el chileno asumió la tarea de enseñar Redacción Especializada, para alumnos de segundo año y Taller de Investigación Periodística para los de cuarto año. “En tiempos de crisis política se hace urgente reflexionar sobre el rol del periodismo y las comunicaciones en la sociedad. Creemos que un profesor invitado como John Müller, con una mirada aguda de la realidad y experiencia internacional, será muy enriquecedora para la conversación que estamos teniendo en la Escuela de Periodismo», sostuvo la decana de la UAI, Marily Lüders. Por esos años, entre el 2014 y el 16, además, Müller se dio el espacio para coordinar la elaboración de #Podemos, deconstruyendo a Pablo Iglesias (Ed. Deusto), un instant book sobre este nuevo fenómeno político y escribir el libro Leones contra dioses (Ed. Península) donde resume la historia económica de España durante la crisis de la prima de riesgo (2010-2013) y que se ha convertido en libro de referencia sobre este periodo histórico. En septiembre de 2015 se publicó #Ciudadanos, deconstruyendo a Albert Rivera, que también fue coordinada por Müller. Esas obras se sumaron a El plebiscito de Pinochet (cazado) en su propia trampa (1988) de Abraham Santibáñez, realizado con la colaboración de Müller, La Noticia Interpretada: hurgando tras un género periodístico (1990) y Huasos en la Aldea Global (2004).

Posteriormente, inició sus colaboraciones como columnista en la radio de canal 13 y comenzó su trabajo en El Mercurio donde, como decía el comienzo de esta nota, escribe la columna Radar Político, colabora en el cuerpo de Reportajes, pero gana un sueldo más parecido al de un cargo de responsabilidad y se le ve “husmeando” en todas las secciones del matutino.

EN TRANSICIÓN… ¿A QUÉ?

“Periodista en transición” se define en su perfil de Twitter. ¿A qué? Según el diario El Mostrador, que contó hace algunas semanas que Müller llegó a Chile a «ser testigo de las elecciones», el ex director adjunto de El Mundo ya está “tomando responsabilidades y roles que apuntan a que sería el elegido para reemplazar a Zegers en la dirección”. La publicación online, según cercanos, molestó a Müller, no porque no fuera cierta la posibilidad, sino porque la consideró como un intento de boicotear su materialización al revelar el secreto.

El medio digital, quien asegura que en dicha carrera corren también el actual director de prensa del 13, Cristian Bofill, el subdirector y el director de La Tercera, Juan Pablo Larraín, no descarta que Agustín Edwards del Río, el primogénito del clan, asuma la dirección y Müller sea su mano derecha. Pero que esa movida, que apoya Malú del Río, debe ser tomada por Cristián Edwards. Sí, el mismo que fue secuestrado por el FPMR en los 90, trabajó en el New York Times y hoy es el hombre fuerte y todopoderoso de El Mercurio SAP, empresa periodística que concentra, además de al decano, a La Segunda, Las Últimas Noticias, HoyxHoy, más de 20 diarios regionales y tres radioemisoras

“El periodista osornino tiene un perfil más liberal que el actual director de El Mercurio, aunque es neoliberal en lo económico. Los que lo conocen bien dicen que detesta el populismo, lo que se ve reflejado en su desdén por Podemos en España y sus duras críticas al Frente Amplio, y que se sentiría más cómodo en Evópoli o la vieja Concertación. Tiene la visión cosmopolita y urbana de una persona que ha vivido y hecho carrera afuera”, señala la crónica de El Mostrador.

Mientras se decide la interna de El Mercurio, una decisión que importa en las altas esferas del empresariado y la política, una de las cartas más fuertes para suceder a Zegers, no deja de tuitear. En la red social Müller tiene más de 41 mil seguidores y casi 104 mil tuits desde que se inscribiera en 2009. El 13 de noviembre, por ejemplo, cuando la BBC habló sobre el legado de Michelle Bachelet y por qué era más valorada en el extranjero que en su país, el periodista escribió: “Obvio. Porque no sufren las consecuencias de sus decisiones y no conocen a su nuera”.

“No hay que extrañarse por ese comentario. Müller, es un típico alemán del sur de Chile, es un liberal en algunos aspectos hasta extremista y algo cruel –cualidad que revela su ancestro germánico- y admirador de Adam Smith y su mano invisible y, en consecuencia, del ‘chorreo’ que prometían la dictadura y los autores intelectuales del modelo económico vigente en Chile. Muchos líderes de la centroizquierda e Izquierda no son santos de su devoción, y les critica muy duramente”, señala alguien lo ha escuchado con frecuencia.

En fin, poco a poco, Müller se hace conocido, para convertirse -si sus planes resultan- en diariamente necesario. Al menos, para la familia Edwards.

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