Opinión: Emergencia del movimiento socialdemócrata en EEUU

Por Jonathan Lederman-Leversee
Reed College Student
Colaborador de la Fundación Socialdemócrata

 

La era de Trump ha amenazado lo que queda del estado social en los EEUU. En realidad, esto es la culminación de un proceso que comenzó en 1981 cuando el presidente Ronald Reagan (1980-1988) despidió a 11.315 trabajadores miembros del PATCO, el sindicato de los trabajadores del control del espacio aéreo, que estaban en huelga. Desde entonces, el discurso político se ha movido hacia la derecha. En los EEUU el sistema político es dominado por dos partidos–los Republicanos y los Demócratas–y en general, los Republicanos representan los neoconservadoress y la base religiosa evangélica, y el partido Demócrata representa a los liberales, tecnócratas, y también grupos asociados con luchas sociales (la comunidad LGBT+, por ejemplo). Hoy en día en Estados Unidos no existe un partido importante que represente totalmente los movimientos laborales en una época en que los sindicatos sólo representan un porcentaje irrelevante de trabajadores. El Partido Demócrata, que antes de los años 70 defendía los intereses de los sindicatos, se ha movido hacia la derecha para tratar de ganar la base del Partido Republicano. Por ejemplo, fue el Presidente demócrata Bill Clinton que sacrificó el sistema nacional de asistencia social con el “Welfare Reform Act” de 1996. A raíz de esto, existe ahora un situación muy parecida a la de Chile–los indicadores de desigualdad siguen empeorando, y hoy en día casi la mitad de los estadounidenses quedaría adeudado con un solo gasto inesperado de US$400.

Sin embargo, recientemente han surgido líderes populares que apoyan las causas de la izquierda. En los meses que vienen, se realizarán elecciones para la nominación del partido Demócrata, dos de los candidatos más populares son Elizabeth Warren y también Bernie Sanders, quien es ahora el candidato más popular en el Estado más importante de la carrera, los cuales tienen agendas que favorecerían más igualdad económica, como por ejemplo, crear un sistema médico socializado y educación universitaria gratis (en los EEUU, la educación pública está en manos de los estados y es generalmente buena). También hay líderes como Alexandria Ocasio-Cortez que representan una nueva generación de senadores y representantes en la legislatura federal (la casa de representantes). Ocasio-Cortez especialmente ha generado controversia en el discurso político nacional.  Para la derecha, Ocasio-Cortez es ahora un símbolo de lo que ellos consideran una amenaza a sus intereses, e incluso se ha enfrentado con algunos veteranos del Partido Demócrata en la temática del cambio climático. 

El programa de los socialdemócratas del Partido Demócrata es una respuesta a la ansiedad generada por la desigualdad económica y por el futuro en general. Sí en Chile la inequidad en la calidad de educación entre los colegios privados y públicos es la una de las mayores causas de desigualdad, en los EEUU es el costo de la Universidad, por ejemplo un año en la Universidad de California (Universidad pública del Estado) cuesta aproximadamente USD$14.000 para residentes del Estado, sin incluir costos de vivienda y manutención, y aproximadamente USD$33.000 para estudiantes no residentes del Estado.

En los años 90, este costo era de solo USD$5.000 apróx, tomando en cuenta la inflación y antes de 1980 no había costo de colegiatura. Aproximadamente el 69% de los estudiantes universitarios obtienen préstamos  para poder ir a la universidad, lo que ha generado una crisis de deuda para ex-alumnos. En los EEUU, tener educación universitaria es un requisito para obtener trabajos con salarios altos, por lo cual existe una gran presión para obtener préstamos.  Por eso, uno de los proyectos mas populares de Sanders es el de la educación universitaria gratis (Warren tiene un plan similar) que sería financiado por un impuesto a lujos que afectaría al 1% de los más ricos.

Con respecto a la crisis del cambio climático, Ocasio-Cortez y Sanders han propuesto un “Green New Deal” (Nuevo Acuerdo Verde), que propone un desarrollo industrial de energías renovables y una reducción de emisiones de combustibles fósiles. Además, Sanders y Warren tienen planes para crear un sistema médico público. En los EEUU el sistema médico es privado, siendo costoso e inaccesible.

Sanders es también el único candidato que se ha declarado estar totalmente en contra de una guerra con Irán, tal como estuvo en contra de una guerra con Iraq en 2003. 

En resumen, estas plataformas han retornado un espacio para la izquierda en el discurso político nacional en los EEUU, y han presionado a sectores más conservadores del partido Demócrata a incluir programas más progresistas. Estos programas son generalmente apoyados por los jóvenes y por nuevas organizaciones de izquierda. La generación que nació en los noventas– los “millennials” y los “zoomers”–son los que han sufrido más a raíz de la crisis económica del 2008 y han crecido en un país que ha estado en guerra en el medio oriente durante todas sus vidas.  

Esta generación gana mucho menos que generaciones previas y tienen deudas universitarias importantes. Esto ha causado que los jóvenes no han podido tener el bienestar económico de otras generaciones, por ejemplo, tienden a no tener un trabajo estable, a no poder comprar una casa, etc. En combinación con una conciencia social más progresiva, hay en general un descontento con el statu quo y el neoliberalismo. Esto ha generado la creación de diversas organizaciones políticas como Black Lives Matter, el Sunrise Movement, y los Democratic Socialists of America, así como organizaciones de bases y comentarios en las redes sociales en respuesta al neoconservatismo.

Estas fuerzas sociales han empujado a Sanders y a Warren hacia el frente de la carrera primaria del Partido Demócrata, y han amenazado a los tecnocráticos como Joe Biden (el vicepresidente de Obama) y Pete Buttigieg. Alexandria Ocasio-Cortez y sus colegas están avanzando sus plataformas progresistas en el Congreso. Estos movimientos están forzando a que el Partido Demócrata reafirme su legado de apoyar plataformas más progresistas. Bernie Sanders tiene una gran posibilidad de ganar la elección primaria de los demócratas y disputarle la carrera final a Trump. 

En general el último tiempo ha habido un fortalecimiento de las organizaciones de izquierda en la política convencional de los EEUU a raíz de muchos años de políticas neoliberales que han culminado con la elección del Presidente Donald Trump en 2016.  Esto ha forzado a que el Partido Demócrata en general se haya movido también hacia la izquierda. Los demócratas lograron tomar control de la casa de representantes en las elecciones parlamentarias del 2018 gracias a varios candidatos progresistas como Ocasio-Cortez. 

Queda por verse que va a pasar en las elecciones presidenciales y del Congreso en el 2020, pero es indudable que la influencia de los movimientos socialdemócratas en los EEUU sigue aumentando y ha de esperarse que logren imponerse.

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