Las estrictas restricciones en Alemania para frenar la segunda ola por Covid-19
Los mandatarios dispusieron durante una videoconferencia que las medidas se aplicarán desde el próximo lunes y durarían al menos hasta finales de noviembre.
La canciller alemana, Angela Merkel, y los primeros ministros de los 16 estados federados acordaron hoy estrictas restricciones de contacto para los ciudadanos y un cierre generalizado de todas las actividades de ocio en un intento por neutralizar la segunda ola de coronavirus que tiene en vilo al país europeo.
Los mandatarios dispusieron durante una videoconferencia que las medidas se aplicarán desde el próximo lunes y durarían al menos hasta finales de noviembre.
El riesgo de una situación de infección incontrolable aumenta día a día ya que, actualmente, el número de infecciones casi se duplica semanalmente.
Las reuniones en público se limitarán a los miembros de solo dos hogares con un máximo de diez personas, los bares y restaurantes, clubes, discotecas y pubs permanecerán cerrados todo el mes y se permitirá la entrega y recogida de alimentos para su consumo en los domicilios.
Los deportes profesionales, incluyendo la Bundesliga de fútbol, se llevarán a cabo en noviembre sin espectadores y los eventos que sirvan para fines de entretenimiento y recreación estarán en gran medida prohibidos desde la próxima semana hasta finales de noviembre.
Se prohibirán o cerrarán en todo el país los eventos de entretenimiento y las instalaciones de ocio, entre ellos cines, teatros, óperas y salas de conciertos, reseñó la agencia de noticias alemana DPA.
La normativa también afecta a los deportes recreativos y de aficionados, sin embargo los deportes individuales quedarán excluidos.
Las escuelas, los jardines de infantes, así como el comercio al por mayor y al por menor deben permanecer abiertos, pero las tiendas tendrán que asegurar que no haya más de un cliente por cada diez metros cuadrados.
Las restricciones son vinculantes y las violaciones serán sancionadas por las autoridades reguladoras.
Las medidas fueron anunciadas cuando Alemania vuelve a reportar un aumento récord de 14.964 casos de coronavirus en 24 horas, casi el doble de los registrados el miércoles pasado, según reportó hoy el Instituto Robert Koch, el ente encargado del control de enfermedades infecciosas.
El primer ministro de Hesse, Volker Bouffier, dijo que hay una “emergencia sanitaria nacional” y aclaró que no era cierto que no se pudiera atender a la gente en este momento en los hospitales.
“Pero si no actuamos, llegaremos a un punto en el que ya no podremos cuidarlos”, avisó.
El ministro de Economía, Peter Altmaier, había alertado ayer que a partir del próximo fin de semana “tendremos probablemente unos 20.000 nuevos contagios” y 15 días atrás la canciller Merkel y los gobernantes regionales decidieron limitar el número de participantes en reuniones privadas, consideradas como focos de contagio, y ampliar el uso de tapabocas.
Sin embargo, al final, fracasaron en su intento de ponerse de acuerdo sobre una estrategia común y Merkel se declaró “insatisfecha”, una declaración pública poco común en ella.