Patricio Herman: Muchos «errores» se cometen para posibilitar proyectos privados

La Contraloría ha señalado hasta el cansancio que el artículo 2.1.17 de la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones (OGUC) no permite desafectar áreas de riesgo sino que solo posibilita, previo estudios, la construcción de las edificaciones correspondientes a las actividades permitidas expresamente por el respectivo instrumento de planificación territorial.

Por Patricio Herman, presidente Fundación Defendamos la Ciudad

Todos sabemos que la élite denomina «error», con el fin de bajarle el perfil, a la detección de malas prácticas en sus iniciativas comerciales, sobre lo cual hace unos días habíamos dado cuenta de un error garrafal del Secretario Regional Ministerial (Seremi) de Vivienda y Urbanismo de la Región Metropolitana de Santiago entre los años 2014 y 2018, Aldo Ramaciotti, funcionario público que permitió (sic) la venta para fines habitacionales de predios ubicados en una zona de protección ecológica definida en el Plan Regulador Metropolitano de Santiago (PRMS), instrumento normativo de planificación territorial que es responsabilidad de esa propia función administrativa intercomunal.

Patricio Herman

En efecto, dicho Seremi anteriormente había cometido otro error que podría permitir una nueva vulneración del PRMS. Se trata del oficio Ord. Nº 5.789 de 7 de diciembre de 2016, oficio que se adjunta, con el cual se desafectó del riesgo de inundación recurrente un sector colindante con Camino El Noviciado en el área rural de la comuna de Pudahuel. Gracias a ese oportuno «error», la empresa Hipermercados Tottus S.A. de Falabella pretende construir allí un centro de distribución con 98.000 m2 construidos sobre un terreno de 34 hectáreas.

La Contraloría General de la República ha señalado hasta el cansancio que el artículo 2.1.17 de la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones (OGUC), utilizado por el ex seremi Ramaciotti, no permite desafectar áreas de riesgo sino que solo posibilita, previa implementación de obras de ingeniería o de otra índole suficientes para subsanar o mitigar los riegos, la construcción de las edificaciones correspondientes a las actividades permitidas expresamente por el respectivo instrumento de planificación territorial. En este caso, según el artículo 8.2.1.4 del Plan Regulador Metropolitano de Santiago (PRMS) solamente es posible construir equipamiento de áreas verdes, algo muy distinto a un centro de distribución.

Para posibilitar la construcción del proyecto en comento, dicho Seremi previamente debería modificar (reducir) esa área de riesgo de inundación recurrente y permitir actividades de impacto similar al industrial en ese sector, ello a través de una modificación del PRMS sancionada por todas las instancias que corresponde, pero esa tramitación toma mucho trabajo técnico y tiempo.

Así fue en 2013 cuando el Seremi de entonces, Juan Andrés Muñoz, intentó aprobar un cambio del PRMS que pretendía permitir Desarrollos Industriales y Empresariales Condicionados (DIEC) en áreas rurales de Interés Silvoagropecuario Mixto de la Region Metropolitana de Santiago, pero esa modificación ni siquiera pasó la etapa de Evaluación Ambiental Estratégica (EAE) porque el deficiente informe presentado por esa función pública no contenía los antecedentes técnicos suficientes que justificaran ambientalmente el uso de terrenos rurales para actividades industriales. El lector interesado puede revisar el expediente de esa EAE

La empresa Hipermercados Tottus presentó hace unas semanas el Estudio de Impacto Ambiental de su centro de distribución en Pudahuel y esperamos, conforme a derecho, que en esa instancia sectorial el actual seremi de Vivienda y Urbanismo, Manuel José Errázuriz, rectifique el sensible error cometido por su antecesor, Aldo Ramaciotti, informando al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) que ese proyecto no cumple con el PRMS y, por lo tanto, no debe continuar su tramitación ambiental.

La fuerte protesta social en contra de los abusos y en contra de la corrupción es indicativa de que las cosas en el aparato público deben cambiar y por ello estaremos atentos a este caso y a otros que también hemos denunciado.

Los lectores interesados en la materia reseñada pueden revisarla aquí.

1 comentario
  1. J M Moya dice

    Es lamentable que don Patricio Herman, destacado defensor de la racionalidad urbanística, lleme «error», aunque sea de modo irónico, a los DELITOS cometidos por los «desarrolladores urbanos», con la complicidad de funcionarios públicos deshonestos y prostituibles, con poco o mucho poder… más lamentable aún es que la institucionalidad que tiene por DEBER EL SUPERVISAR los procedimientos administrativos actúe con tanta lenidad y sospechoso retraso, permitiendo la burla de la normativa pertinente…
    Es una lástima que se haya convertido en cultura el abuso del dinero y la relajación de la actuación funcionaria, a todo nivel…. incluso desde la cabeza misma de la república…

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