Rusia y China vetan el proyecto de resolución de la ONU sobre Venezuela impulsado por EEUU

La mayoría de los países miembros del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) apoyó el proyecto de resolución estadounidense sobre Venezuela, pero Rusia y China votaron en contra, usando su derecho al veto como miembros permanentes del Consejo de Seguridad.

«La resolución no ha sido adoptada por los votos negativos de dos miembros permanentes, China y Rusia», anunció el presidente en ejercicio del Consejo de Seguridad, el representante permanente de Guinea Ecuatorial Anatolio Ndong Mba.

El texto también fue rechazado por Sudáfrica, mientras que Indonesia, Guinea Ecuatorial y Costa de Marfil se abstuvieron.

El embajador ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, había instado al Consejo de Seguridad a votar en contra de la resolución promovida por EEUU y apoyar el proyecto ruso, «elaborado de tal manera que se evite cualquier formulación que pueda generar discrepancias y realmente destinado a ayudar a los venezolanos».

Según el diplomático, Rusia «se vio obligada a usar el derecho al veto, porque el borrador estadounidense no está orientado a resolver los problemas de Venezuela».

Si la resolución promovida por EEUU fuera aprobada, advirtió, «sería la primera vez en la historia que el Consejo de Seguridad destituye a un presidente de un país soberano y nombra a otro».

La resolución que impulsa Washington reclama nuevas elecciones presidenciales en Venezuela y la entrega sin trabas de ayuda humanitaria en coordinación con la oposición que lidera el diputado Juan Guaidó.

El borrador que impulsa Rusia, en cambio, reafirma el papel del Gobierno del presidente Nicolás Maduro en la coordinación de la llegada de ayuda humanitaria, llama a un diálogo político, incluyendo mediante el propuesto Mecanismo de Montevideo, y se pronuncia en contra del uso de la fuerza contra Venezuela.

La oposición venezolana fracasó el sábado pasado en su intento de ingresar por la frontera cargamentos con alimentos y medicamentos donados por EEUU y otros países, los cuales fueron tildados por Maduro como «migajas» y «un show para justificar una intervención en el país».

La vicepresidenta Delcy Rodríguez, a su vez, enfatizó que en Venezuela «no hay crisis humanitaria» y recordó que en el marco del derecho internacional se procede a una ayuda humanitaria solo en caso de catástrofes naturales y conflictos armados.

El Gobierno venezolano ha advertido que cualquier vehículo que ingrese a su territorio sin autorización será considerado como blanco militar.

El Mecanismo de Montevideo es una plataforma de diálogo promovida por Uruguay, México y la Comunidad del Caribe (Caricom), avalada también por Bolivia.

El mecanismo contempla cuatro fases para realizarlas en «un periodo razonable», acordado por las partes: inicio inmediato de un diálogo sobre la solución pacífica, negociaciones, elaboración de compromisos y su implementación.

El 5 de enero, Guaidó fue elegido presidente de la Asamblea Nacional, parlamento unicameral en desacato desde 2016.

El 23 de enero, dos días después de que el Tribunal Supremo anulara su designación, Guaidó se autoproclamó «presidente encargado» de Venezuela, apelando a un artículo constitucional que prevé esa figura.

Maduro, quien asumió su segundo mandato el 10 de enero tras unas elecciones que la oposición boicoteó, calificó la declaración de Guaidó de intento de golpe de Estado y responsabilizó a EEUU de haberlo orquestado.

Guaidó fue reconocido de inmediato por los EEUU, a los que se sumaron unos 50 países.

Rusia, China, Cuba, Bolivia, Irán y Turquía, entre otros países, siguen apoyando al Gobierno de Maduro.

México y Uruguay se negaron a reconocer a Guaidó, se declararon neutrales y propusieron un diálogo entre las partes para superar la crisis. (Sputnik)

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